La bandera del regreso de las empresas catalanas

Josep Sánchez Llibre anunciará en los próximos meses algunos regresos de sedes sociales de empresas que se fueron de Catalunya en 2017

El presidente de Foment del Treball Josep Sánchez Libro | Foment del Treball El presidente de Foment del Treball Josep Sánchez Libro | Foment del Treball

El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, ha tomado la bandera del regreso de las empresas catalanas que trasladaron su sede social después del referéndum del 1 de octubre de 2017. Y ha tomado este compromiso con la colaboración de la CEOE sin que ninguna otra organización empresarial, ni siquiera el gobierno de la Generalitat, lo haya situado como prioridad.

En el programa electoral y en el discurso con el cual inició este lunes su segunda etapa en la presidencia de Foment, Sánchez LLibre renovó el compromiso por el regreso de las empresas. Reconoció que no lo logró en el primer mandato, pero que continuará trabajando hasta conseguirlo. "No es fácil, pero tampoco es imposible", declaró. Para llevarlo a cabo, se mostró partidario de la mesa de diálogo político impulsada por los gobiernos de Pedro Sánchez y Pere Aragonés por considerar que facilitará la "necesaria estabilidad política y económica". Confía en que esta estabilidad aporte seguridad a las empresas para dar el paso.

Foment pone en valor el compromiso de Antonio Garamendi para que las sedes de las empresas catalanas que marcharon "vuelvan a casa"

En este objetivo, Sánchez Llibre cuenta con el apoyo de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE. Precisamente, en la asamblea del lunes en Foment, Garamendi subrayó que "trabajaremos juntos y uno de los objetivos es que las empresas catalanas vuelvan a casa".

Jordi Casas, jefe del gabinete de presidencia de Fomento, pone en valor el "compromiso" adquirido por el presidente de la CEOE. Casas recuerda que en Catalunya hay "seguridad jurídica" para que se produzca el regreso de las sedes sociales y asegura a VIA Empresa que, en unos meses, "tendremos alguna buena noticia" en este sentido.

Otras fuentes patronales precisan que Sánchez Llibre es el más indicado para enarbolar esta "bandera" teniendo en cuenta que las grandes empresas que se marcharon estaban representadas en Foment y, en su mayoría, todavía siguen colaborando con esta patronal pese a tener la sede en otra autonomía.

Pimec también defiende el regreso, pero sin adoptar una actitud tan proactiva, entre otros motivos porque casi no se vio afectada por la marcha de empresas socias, mientras que el actual presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola, ha optado por pasar de puntillas sobre esta cuestión. Pese a que en el debate electoral se preguntó a los dos candidatos del Cercle, no formularon ninguna propuesta concreta al respeto.

Directivos catalanes establecidos en Madrid reconocen que los incentivos fiscales juegan a favor de quedarse en la capital

La actitud de Foment contrasta con la de la Generalitat. En varias intervenciones públicas, el consejero de Economía, Jaume Giró, ha argumentado que existen "razones" para que regresen, pero que no pensaba pedírselo a las empresas porque era su decisión.

Un directivo catalán, con despacho a Madrid y que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que más fácil que una empresa extranjera se establezca a Barcelona que el regreso de una de las grandes compañías catalanas que se llevaron la sede fuera. Señala que es "complicado" el camino de vuelta si, efectivamente, se ha producido un traslado "real". Precisa que una cosa es abrir una "oficinita" en Madrid y, otra, invertir en infraestructura para acoger parte de la cúpula directiva. En este último caso, no cree posible dar marcha atrás por "muchas promesas de amor y ternura que nos hicieran".

Estas fuentes reconocen que establecerse a Madrid supone un "incentivo fiscal" que no tendrían en Catalunya. De hecho, Giró siempre ha rechazado la posibilidad de conceder ventajas fiscales por el regreso de las sedes empresariales porque esto supondría un agravio para las que se quedaron.

Otro directivo catalán apunta más motivos de peso que dificultan el regreso: cuando la decisión depende de ejecutivos o accionistas catalanes que han trasladado la residencia en Madrid y, en consecuencia, pagan impuestos a la capital española. "¿Ahora ordenarán el regreso de su empresa si ellos están en Madrid?", pregunta. Añade que las malas perspectivas económicas que se esperan para otoño todavía alejan más el retorno.

Agbar fue la primera de las grandes compañías que regresó pero ninguno más la ha acompañado

En septiembre de 2018, la Sociedad General de Aguas de Barcelona, matriz del grupo Agbar, volvió a fijar la sede social en la ciudad que le da nombre casi un año después de establecerla en Madrid. No obstante, ningún otro gran grupo la ha acompañado.

Durando mucho tiempo se ha rumoreado que Camentos Molins regresaría a Sant Vicenç dels Horts. Incluso, varias ramas de las familias propietarias -a destacar, los hermanos Jordi, Javier y Santiago Molins Amat– acudieron a los tribunales para forzar la vuelta de la sede social, pero el Juzgado Mercantil número 3 de Madrid rechazó en mayo pasado su demanda.

Estos accionistas entendían que el traslado de la seda era ficticio porque en Madrid solo cuentan con una pequeña oficina. En cambio, Juan Molins Amat, hermano de los anteriores y presidente de la compañía, mantuvo que el traslado era real. Los abogados de la compañía argumentaron en el juicio que, desde 2017, se celebraron en Madrid cuatro juntas de accionistas, 49 consejos de administración y 70 reuniones de comisiones, cuando, de estas últimas, en Barcelona solo se realizaron 12 y 12. Esta sentencia supuso un golpe para los que esperaban desmontar el decreto del gobierno del PP que facilitó los traslados de sedes.

La fusión de Caixabank con Bankia aleja la hipótesis del regreso de la sede a Barcelona

Por más que desde Foment se trabaje por el regreso de las sedes, nadie espera que convenzan a Caixabank, la principal de las compañías que se fueron en 2017. Precisamente, la fusión con Bankia que se llevó a cabo el año pasado aleja esta posibilidad.

Cuando se consumo la incorporación de Bankia, el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, reiteró que la sede social se mantendrá a Valencia mientras que las sedes operativas estarán a Barcelona y Madrid, "sin que pinte más una que otra".

Por lo que manifiestan los principales responsables de Caixabank en conversaciones privadas, el hipotético regreso de la sede a Barcelona está descartada. Lo argumentan con motivos de implantación territorial.

Tanto Caixabank como Bankia ya tenían la sede social en Valencia antes de la fusión. La primera se estableció en esta ciudad en octubre de 2017, seis días después del referéndum de independencia. La segunda ya estaba desde el 2012, desde que la valenciana Bancaja se incorporó al Banco Financiero y de Ahorros (BFA), antecedente de Bankia, que lideraba Caja Madrid.

Con la fusión, Caixabank es con mucha diferencia la primera entidad bancaria de la Comunidad Valenciana por clientes, volumen de activos y número de oficinas. Este es el principal motivo que esgrimen para justificar la sede social de la calle Pintor Sorolla de Valencia.

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