Cafler, la revolución de tener coche

La iniciativa de Ricard Guillem e Íñigo Diego aspira a convertirse en el player central en una transformación integral del transporte privado, compartido y corporativo

Ricard Guillem e Iñigo Diego 3 Ricard Guillem e Iñigo Diego 3

Movernos por las ciudades, y entre ellas, es uno de los procesos que más se ha mantenido en las últimas décadas, y el cambio que se le prevé es proporcional a su larga estabilidad. En un país como Catalunya, en un Estado como el español, donde la industria del automóvil toma la relevancia que tiene en el PIB industrial, el efecto de los cambios que está sufriendo la movilidad privada se hace sentir especialmente. Gana sentido, así, que una empresa con la voluntad de liderar esta revolución –como Amazon lideró la del comercio electrónico o Netflix la del consumo de contenidos bajo demanda– haya nacido en el país. El emprendedor detrás de la idea de Cafler, el joven Ricard Guillem, aporta una visión que va aparejada con la ambición de un crecimiento sin un techo claro. "Todas las empresas que han revolucionado sectores enteros ahora son gigantes", precisamente como las de Bezos o Hastings. "Creemos que podemos cambiar la manera en que se opera en el mundo de la automoción", declara.

La solución que presenta Cafler, como reconoce el mismo Guillem, no es de ciencia-ficción. En los primeros momentos del desarrollo de la compañía, el emprendedor observa un vacío en la gestión del vehículo privado –uno, además, que los usuarios no podían esperar a tapar–. Con un árbol genealógico arraigado a la automoción, el cofundador y presidente ejecutivo  de la compañía observa que, en un mundo donde el tiempo es escaso y las obligaciones tienden a expandirse, pasar la ITV del coche era "un dolor de cabeza brutal" para los conductores. En origen, Cafler empieza como un servicio de pilotos bajo demanda que hacen todas las gestiones y actividades necesarias cuando se tiene un vehículo: sean trámites administrativos, cuestiones operacionales o prestarlo a un familiar cuando lo necesita. La misión era –y se aún es– "hacer la vida más fácil a los conductores".

Guillem: "Ofrecemos cualquier gestión para el vehículo. Dices a dónde lo quieres llevar, un conductor llega y te lo hace"

Es, de hecho, un inversor, Dídac Lee, quien comparte el potencial de Guillem y encuentra que la idea necesita hacerse sólida. "Me presenta a Íñigo Diego –cofundador y hoy CEO de la emergente– alguien con mucha experiencia en el sector de la automoción" que inmediatamente se incorpora al proyecto. En 2021 nace el Cafler que opera hoy en día, con una "visión mucho más amplia y global". El concepto clave, en el centro de la propuesta de valor de la emergente, es el de movilidad delegada: echar del día a día del conductor todas aquellas tareas que no aportan valor añadido al transporte –todo aquello marginal pero necesario para moverse por el mundo en un vehículo privado–. Una vez más, nada futurista. "Ofrecemos cualquier gestión para el vehículo. Dices a dónde lo quieres llevar, un conductor llega y te lo hace". Sencillo y escalable, el modelo de Cafler pone puentes a un ecosistema fragmentario, sin espacios comunes. La transformación otros sectores a que hacía referencia Guillem siempre ha ido acompañada de la tendencia a una centralización de servicios que facilite el acceso, y la automoción no es diferente.

El sector acoge con los brazos abiertos, además, la oportunidad de unir en un solo espacio servicios que operan por separado, pero con claras sinergias. "Las empresas reaccionan muy bien", confirma Diego, en cuanto que no solo Cafler facilita y hace menos problemático el acceso a sus servicios, sino que añade valor mediante el contacto con otros que también son de interés para cualquiera con un coche. Mediante un modelo de partnerships, la startup también lleva el coche al mecánico –colaborando con el taller– o a lavar –de la mano del mismo túnel–. "Nosotros aportamos la tecnología para ofrecer una plataforma a las empresas, y las acercamos a los clientes. Mediante Cafler las empresas pueden ofrecer a los conductores una serie de servicios" diferentes pero complementarios a su core.

Ampliación de servicios

Una de los hitos más próximos para la compañía será, de hecho, ofrecer a los clientes un entorno digital centralizado y al alcance de cualquier potencial usuario. "El paso inmediato para el producto es una aplicación móvil". La concreción completa de la visión de los fundadores de Cafler necesita, según Guillermo, "que cada servicio esté a uno o dos clics de distancia". Una plataforma unitaria al dispositivo, además, impulsaría todavía más una de las claves de la expansión del servicio, los datos. "Tener la información de lo que necesita el consumidor nos ofrece una oportunidad mejor que la de nadie para ofrecer productos y servicios a mejor precio; sabremos exactamente lo que cada usuario necesita", argumenta Diego. El volumen de usuarios y la optimización gracias a una mejor gestión de la información de los conductores son las claves, así, para que la oferta de Cafler sea no solo más cómoda y accesible que las gestiones tradicionales, sino también más barata. Como en el modelo de e-Commerce, razona Guillermo, "una gran demanda en linea que reúna toda la cadena de valor hace que el precio sea mejor que offline".

L'equip de Cafler | Cedida
El equipo de Cafler | Cedida

 

"Nuestro modelo encaja perfectamente con los cambios en la movilidad. No vemos el límite", celebra Diego, que identifica una gran escalabilidad en el hecho de que la plataforma puede operar con servicios, empresas e incluso vehículos muy diversos. "Ya trabajamos en el carsharing, somos un partner perfecto para tener los vehículos en buenas condiciones". También aspiran a devenir players relevantes en la electrificación del parque móvil, incluso en los procesos de compra de vehículos eléctricos, con un servicio de préstamos temporales para que el consumidor los pueda probar y acostumbrarse a la transición. "Las marcas necesitan que la gente testee los coches, pero no tienen para prestarlos a todo el mundo. Con nuestra plataforma podemos dar esta opción", proyecta el cofundador.

Además de una línea de servicios más amplia, Cafler pretende también crecer en su alcance geográfico. Ahora mismo opera en 25 ciudades del Estado español; principalmente en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, pero también en urbes como Valencia, Castelló, Vila-real, Sevilla, Málaga o Bilbao, además de París y Londres. Lo más inmediato, según Diego, es consolidar el negocio en Europa, para más adelante, con nueva financiación y una cadena de valor sostenible y sólida en todo el continente, aterrizar en los Estados Unidos. "Si no estás en los EE.UU. difícilmente lo conseguirás –comenta el cofundador–, pero primero tenemos que demostrar que podemos desarrollarnos en las principales capitales europeas". Después de dos rondas de financiación, una primera de unos 800.000 euros y una segunda que llegó a los cinco millones de euros, la tercera captación de capital, ya de fase avanzada y con montantes sustancialmente más elevados, será la clave para su expansión internacional, especialmente el salto transatlántico.

La clave, el talento

"En nuestro día a día hablamos con clientes e inversores que ven muy claro el potencial de la compañía", celebra Guillermo, que considera que "conceptualmente, todo está encajando muy bien". Ahora bien, el reto nunca ha sido una visión que ha estado presente en la emergente desde sus inicios, sino una ejecución a la altura de las expectativas. Y para eso, es esencial lo mejor personal. "Ahora el tema es formar un gran equipo, con buenos recursos para que ejecuten el plan". El cofundador se añade a la tendencia de pensamiento que apunta que la atracción de talento en la actualidad, para una nueva generación que opera con otras coordenadas, depende más de una sensación de formar parte de un proyecto con que se comparten visión y valores que de cuestiones –todavía relevantes, pero no únicas– estrictamente económicas. En este sentido, la posibilidad de "crear un concepto desde cero" que ofrece Cafler es un atractivo muy importante, añadido a las aportaciones a la movilidad en términos de digitalización y sostenibilidad que acompañan a su modelo de negocio.

Més info: Cafler cierra una ronda de 800.000 euros para lanzar su plataforma

La hoja de ruta, con todo, se está implementando. Según Íñigo, de hecho, el ritmo de crecimiento se encuentra estable alrededor de un 40% mensual –"cada 40% es más grande que el anterior"– y los challenges clave están cada vez más cerca. Si bien los resultados acompañan, el avance más importante es el de una estrategia que mantiene su ambición radical. "En cuanto a la visión, tenemos una buena oportunidad de revolucionar entera una industria enorme", concluye Guillermo, que reitera, de hecho, las buenas previsiones. "Sobre el papel, somos muy optimistas con el potencial de Cafler".

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