
El Eix Transversal es probablemente uno de los proyectos infraestructurales más estratégicos de Catalunya: une el oeste y el este del territorio, con una conexión que va de Cervera a Caldes de Malavella, y traza una línea a media altura del mapa catalán que facilita la movilidad entre las comarcas inferiores y la costa, sin pasar por la corona metropolitana de Barcelona. Para hacernos una idea de la magnitud de la vía, tiene una longitud de 153 kilómetros, pero sumando las dos calzadas de la autovía, los ramales de conexión y enlaces, y un tramo de la C-25z, abarca un total de 428, y conecta un total de 35 municipios. El Eix registra un tráfico diario de unos 16.000 vehículos, de los cuales casi la cuarta parte (23%) son vehículos pesados, aunque en algunos tramos ambos indicadores pueden crecer en torno a 6.000 vehículos y un 9% de pesados. Así pues, además de la magnitud de la vía, su actividad hace que su mantenimiento sea esencial para conectar Catalunya; ahora bien, ¿de quién depende?
El Eix Transversal tiene una longitud de 153 kilómetros y conecta un total de 35 municipios
A finales de 2022 se conocía que el Departamento de Territorio asumía el mantenimiento del Eix Transversal, una tarea adjudicada en 2007 -diez años antes de que la vía se pusiera en servicio- a la sociedad concesionaria Cedinsa Eix Transversal. Territorio anunció que este cambio de manos se traducirá en un ahorro de 781 millones de euros hasta el año 2040, año en que se preveía que finalizara la concesión. Pasados dos años exactos, a inicios de 2025, la Generalitat adjudicaba la conservación integral del Eix, por un importe de 46 millones de euros y con un contrato iniciado en febrero y con vigencia de cuatro años, a una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por tres empresas catalanas y una madrileña: Sorigué, Rubau, Romero Polo y Acisa.
Sorigué, fuerza leridana en la construcción de Catalunya

Sorigué inició su actividad en 1954 en el ámbito de la producción de áridos y tratamiento de asfaltos, aunque no fue hasta 1968 cuando Julio Sorigué, fallecido el pasado mes de agosto, constituyó el grupo empresarial. El leridano Sorigué ha sido toda una figura de referencia del sector de la construcción en España, al haber impulsado un grupo que suma una plantilla de más de 3.500 personas y una quincena de sociedades en activo, entre las que destacan Acsa, Obras e Infraestructuras, Àrids Catalunya, o Agro-sorigué.
En la actualidad, el grupo empresarial está presidido por Ana Vallés, quien protagonizó el primer relevo generacional en 2011, y tomó las riendas de un grupo dedicado a seis grandes áreas de negocio, como son la ciudad, el agua, la industria, la edificación, la energía y las infraestructuras y materiales. Esta última es la que incide directamente en la preservación del Eix Transversal, ya que Sorigué cuenta con una marca propia que, bajo el nombre de Calcel, aglutina productos de reparación en frío, mezclas asfálticas y pavimentos drenantes, que su equipo profesional destina a la conservación integral de carreteras y autopistas. Aparte del Eix, Sorigué ha llevado a cabo operaciones de conservación de obra civil en tramos de carretera adscritos a Lleida, así como el mantenimiento integral de carreteras del oeste de Barcelona.
Por otro lado, destacan las inversiones en energías renovables que Sorigué ha llevado a cabo en los últimos años. Esta línea de negocio es desarrollada por la mencionada Acsa, Emin Energy, Axer y Ecotelia, esta última, una compañía centrada en plantas fotovoltaicas de la que adquirió el 60% en verano de 2021. En febrero de 2024, Sorigué finalizó su primer parque fotovoltaico en Catalnya, situado en Sant Pere Sallavinera (Anoia).
Rubau, edificación gerundense por todo el mundo
Establecido en Girona, el Grupo Rubau se dedica a los ámbitos de la construcción, la inmobiliaria y la concesionaria. Si bien su foco de actuación es España, la firma liderada por el empresario Miguel Jurado Fernández hace tiempo que inició su expansión a varios países emergentes, tanto en Europa como en Sudamérica, como Polonia, Serbia, Macedonia, Bosnia, Colombia, Perú, Bolivia o México. El origen del grupo, de capital familiar, se encuentra en los años cincuenta, hasta que Joan Rubau constituyó la compañía como sociedad anónima en 1962, para posteriormente cedérsela a su hijo, Jordi Rubau, quien asumió la presidencia del grupo durante 45 años. La compañía lideró el sector de la construcción en Girona, y en 1994 se abrió al resto de Catalunya y al Estado. La expansión internacional no llegó hasta 2008.
Rubau lideró el sector de la construcción en Girona, y en 1994 se abrió al resto de Catalunya y al Estaado
El ámbito de la construcción es el área de negocio que más actividad representa para la compañía, que cuenta con un sólido volumen de clientes, tanto en el campo de la obra civil como de la edificación. Rubau se dedica a la construcción de todo tipo de infraestructuras, y el pasado 2024 incrementó en un 10% su cifra de negocio, hasta los 203 millones de euros. Por otro lado, el beneficio neto se redujo un 89%, hasta los dos millones de euros, una cifra que en 2023 ascendió hasta los diecinueve millones. Esta disminución se explica con los efectos contables causados por la venta de la concesionaria Bicentenario, operadora de la autopista de peaje Libramiento de Celaya, en México, y a la devaluación del peso mexicano, uno de los mercados más importantes de la gerundense.
Romero Polo, la familia que ilumina Lleida y remodela Barcelona

Romero Polo se suma a la UTE que llevará a cabo el mantenimiento de la C-25, y también al listado de empresas familiares del mundo de la construcción catalán. Fundada en 1984 por José Antonio Romero Polo, y dirigida actualmente por Patricia Romero, la compañía cuenta con un equipo de más de 600 profesionales y agrupa un total de 23 empresas dedicadas a actividades vinculadas al sector de la construcción, que ofrece servicios integrales de obra y mantenimiento, tanto a organismos públicos como privados. En 2023 -últimos datos disponibles- facturó un total de 138 millones de euros.
La compañía centra su actividad en Catalunya y Aragón, y en clave catalana ha logrado proyectos como la remodelación de la Rambla de Barcelona, así como el contrato formalizado con BSM para la construcción de una nueva reserva de animales en el interior del Zoo de Barcelona, la renovación y mantenimiento de la red de alumbrado público de Lleida, o el contrato que con la constructora Sacyr se ha adjudicado para dar lugar a la mota de escollera del nuevo Muelle Catalunya en el Puerto de Barcelona. Al igual que las mencionadas Rubau y Sorigué, Romero Polo es asociada a la Cambra de Contractistes d’Obres de Catalunya, cuyos asociados realizan cerca del 80% de las obras públicas del territorio catalán.
Acisa, un foráneo de apoyo para las constructoras familiares catalanas
Acisa es la única empresa de la UTE encargada del mantenimiento del Eix Transversal con domicilio social fuera de Catalunya, concretamente en Madrid. Concretamente, la madrileña se centrará en el mantenimiento de túneles -hay que tener en cuenta que un total de 5,5 kilómetros del Eix son túneles-, así como de los pavimentos, puentes y viaductos. También llevará a cabo tareas en materia de vigilancia y mejora de la viabilidad.
La firma, comandada por Marc Solé, forma parte del grupo Aldesa, un conglomerado de una veintena de empresas que constituyen uno de los principales grupos de construcción en el Estado y también en México. Concretamente, Acisa se dedica a la ingeniería tecnológica, y cuenta con nueve oficinas en todo el mundo, ha llevado a cabo hasta 350 proyectos en el último lustro y en 2023 facturó un total de 155 millones de euros.