Casa Jové, la fontanería centenaria

La empresa familiar de instalación y mantenimiento de calderas llega a su 140 aniversario con el reto de incrementar un 10% su facturación y prepara su expansión en el área metropolitana

El conocido popularmente como "el señor de Sarriá", Francisco Jové, fundó en 1874 Casa Jové, una fontanería de barrio que empezó a instalar calderas cuando el gas se fue introduciendo en Barcelona. Desde su creación, esta empresa ha visto evolucionar el sector pero también ha visto todo tipo de crisis, guerras y modificaciones urbanísticas. La empresa da trabajo actualmente a unas 80 personas y se ha especializado en el mantenimiento y revisión de calderas de gas domésticas e industriales.

"Durante mucho tiempo fuimos el servicio oficial de la marca Saunier Duval pero el año pasado tomamos la decisión de dejar de dedicarnos a este tema, que nos exigía exclusividad, entre otras cosas, para poder mantener nuestra plantilla", comenta el director general, Xesco Canyelles. El objetivo, según Canyelles, ahora es mantener la plantilla e incrementar la facturación, que en 2013 y 2014 ha estado de unos seis millones de euros, en un 10%.

De procesos rudimentarios a la técnica
La proximidad de la fontanería inicial a la sierra de Collserola facilitó que la empresa centrara su actividad en las canalizaciones artesanales de terracota para poder aprovechar el agua que bajaba desde la sierra de Collserola. Después vinieron las canalizaciones y las piezas de hierro y zinc y la diversificación del negocio con la entrada al sector del gas. De hecho, Casa Jové colaboró en la instalación de las cañerías de gas e iluminación pública de Barcelona.

A mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado, la familia traspasó la empresa, que ya trabajaba en el sector del gas, la electricidad y el agua, a sus dos trabajadores: Josep Segura y Martí Serrano. La empresa se dio cuenta que el mercado del gas tenía muchas posibilidades y fue la primera de España al colocar un calentador, de la marca Vaillant, que sus responsables habían transportado en tren desde Alemania.

"Después de esto y durando casi 50 años la empresa fue el servicio técnico oficial de mantenimiento de Saunier Duval, una relación que rompimos a finales del año pasado", comenta Canyelles, que apunta que "ahora tenemos que hacer valer nuestra experiencia y conocimiento con otras marcas". Canyelles apunta que la empresa cuenta con más de 45.000 clientes y asegura que "muchos de ellos son de segunda generación, sus padres o sus abuelos ya eran clientes nuestros y revisábamos las calderas cuando eran pequeños". "Somos como el médico de cabecera de las calderas de nuestros clientes, las conocemos de hace tiempos y no podemos limitar nuestro servicio", comenta el responsable de Casa Jové, que ha firmado un contrato de mantenimiento con la multinacional alemana Viessmann, aunque no es de exclusividad, y negocia otros similares con otras empresas.

Entrada de las nuevas tecnologías
El responsable de la empresa asegura que el éxito de la empresa radica fundamentalmente en el buen trato que presta a los clientes y en la rapidez de su respuesta ante un problema. "Podemos solucionar una avería el mismo día que la detectamos", asegura Canyelles, que destaca que con la entrada de las nuevas tecnologías el tiempo de respuesta ante una incidencia todavía es más corto porque el técnico puede acceder al historial de aquella caldera desde la tablet o desde el ordenador saber qué piezas necesitará o qué son las características fundamentales de la máquina. Durante el año, la empresa puede llegar a atender más de 60.000 visitas domiciliarias "que tienen una rápida y eficiente respuesta", según Canyelles.

El cambio climático y el hecho que ahora hace menos frío que antes también hace que las calderas se usen menos y como consecuencia requieran menos mantenimiento y se estropeen menos. "Nos hemos introducido también en el mundo del aire acondicionado y de la climatización del hogar pero este sector no es tan específico como el de las calderas, no tiene las mismas reglas del juego", dice Canyelles.

Expansión al entorno metropolitano
La estrategia de expansión de esta empresa, que fue la elegida para poner en marcha las calderas de las 1.814 viviendas de la Villa Olímpica de Barcelona, pasa para aumentar el radio de acción y su mirada se dirige a la comarca del Baix Llobregat , donde a Santo Boi acaba de inaugurar una delegación. El próximo objetivo es abrir otra sede en el barrio de Pueblo Nuevo y a otras ciudades del entorno metropolitano. Canyelles mantiene que "de este modo duplicamos nuestro potencial de crecimiento".

Hoy Destacamos
Lo más leido