Cirsa ha cerrado los nueve primeros meses del año con un beneficio neto de 73,9 millones de euros. Se trata de una mejora de un 101,6% respecto del mismo periodo del año pasado. En total, los ingresos operativos netos alcanzaron los 1.715,6 millones de euros, es decir, un 9,7% interanual más, mientras que el ebitda reportado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) fue de 548,5 millones (+8%).
Así, la empresa cerró el tercer trimestre con unos ingresos de 560,2 millones, un 5,4% más, y un ebitda de 182,8 millones (+5,7%). Asimismo, a cierre de septiembre, la ratio de deuda era de 2,6 veces, frente a las 3,2 veces de cierre de junio, y la deuda neta total era de 1.929,2 millones, frente a los 2.333 millones de junio.
La compañía ha explicado ante el regulador que la reducción de la deuda en 404 millones ha sido a causa de los 373 millones ingresados por la salida a bolsa el pasado julio y la generación orgánica de flujo de caja. Por otro lado, Cirsa ha mantenido el plan de reducción de gastos financieros, con el que hasta el momento ha ahorrado unos 60 millones de euros anualizados.
Tras la publicación de resultados de los primeros nueve meses, la empresa catalana ha mejorado las previsiones de crecimiento para cierre del año hasta unos ingresos de entre 2.325 y 2.335 millones, lo cual representaría una mejora interanual de entre el 8,1% y el 8,6%. Asimismo, el objetivo de ebitda ha pasado a ser de entre 750 y 753 millones, entre un 7,2% y un 7,7% más que en el año pasado. En concreto, Cirsa ha atribuido la mejora al impacto positivo de la estrategia de operaciones corporativas y a la estrategia de Capex "de bajo riesgo y muy eficiente".
Con todo, la compañía ha avanzado que durante los próximos meses prevén "cerrar unos cuantos acuerdos que reforzarán significativamente" el componente de crecimiento en M&A para 2026.