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A la tercera va la vencida: Cirsa sale por fin a bolsa

La oferta de salida a bolsa fue muy bien recibida, porque al cerrar el período de peticiones, la demanda superaba en ocho veces el número de títulos ofrecidos

    El presidente ejecutivo de Cirsa, Joaquim Agut, da el toque de campana por la salida a bolsa | Europa Press
    El presidente ejecutivo de Cirsa, Joaquim Agut, da el toque de campana por la salida a bolsa | Europa Press
    Roger Vinton
    Escritor
    Barcelona
    11 de Julio de 2025 - 05:30

    Hoy no será la primera vez -ni probablemente la última- que hablaremos de la empresa de casinos y apuestas Cirsa. El miércoles pasado, sus acciones salieron a cotizar en bolsa después de algunos intentos frustrados en el pasado. La primera vez que Cirsa asomó la cabeza por el Laberinto del Poder fue antes de la pandemia y con la excusa del cambio de manos.

     

    En aquel 2019 recordábamos que solo un año antes había dejado de pertenecer a su fundador, Manuel Lao Hernández (1944), para pasar a manos del fondo de inversión Blackstone. Dos décadas antes, Lao se había separado de su hermano Juan, con quien en 1978 había fundado la empresa. Solo un año antes de que el negocio empezara a rodar, el juego había sido legalizado en el Estado y ellos vieron muy clara la oportunidad de las tragaperras.

    La transacción de 2018 se valoró en casi 2.000 millones de euros, la mitad como pago directo y la otra mitad como asunción de la deuda. Hace un año y dos meses, Cirsa hizo su segunda aparición, en este caso para valorar lo que parecía una inminente salida a bolsa, o sea, en el último trimestre de 2024 o durante 2025. Efectivamente, acertamos y el 9 de julio pasará a la historia por ser la fecha en que las acciones de la firma catalana debutaron en el parqué de paseo de Gracia, 19.

     

    Desde un punto de vista técnico, la salida a bolsa de Cirsa ha sido más una OPS (oferta pública de suscripción) que una OPV (oferta pública de venta), por el hecho de que la gran mayoría de las acciones que han salido al mercado son de nueva creación fruto de una ampliación de capital y el ingreso asociado servirá para reducir la deuda de la compañía (las acciones nuevas son casi diez veces más que las que cambian de manos).

    El precio de la acción elegido por la empresa y por los bancos de inversión ha sido de 15 euros, lo que ha implicado valorar la compañía en 2.650 millones de euros. No obstante, la parte que cotizará en bolsa será sólo del 18% del capital (con la posibilidad de ampliarse hasta el 21,7%), de modo que Blackstone seguirá manteniendo en sus manos la mayor parte de los títulos, siempre a través de una sociedad instrumental domiciliada en Luxemburgo. La oferta de salida a bolsa fue muy bien recibida, porque en el momento de cerrar el período de peticiones, la demanda superaba en ocho veces el número de títulos ofrecidos.

    La fuente de negocio principal de Cirsa son los más de 450 casinos (con 85.000 máquinas recreativas incluidas) que tiene repartidos por 11 países y, en grado más bajo, la casa de apuestas Sportium

    El último ejercicio cerrado de la compañía, el de 2024, no fue especialmente brillante, porque a pesar de las buenas cifras de facturación (por encima de los 2.000 millones de euros) y de ebitda (casi 700), los gastos financieros hundieron el beneficio final hasta poco más de 12 millones de euros, cuando en los años anteriores se había situado en 56,5 y 80. Durante los meses que han pasado de 2025, los resultados son muy exitosos y han vuelto por el camino de estos ejercicios previos. Que la compañía está muy endeudada no es ningún secreto. De hecho, uno de los objetivos que se busca con esta salida a bolsa, como decíamos antes, es destinar cerca de los 400 millones captados a reducir deuda y mejorar la ratio entre ebitda y endeudamiento.

    La fuente de negocio principal de Cirsa son los más de 450 casinos (con 85.000 máquinas recreativas incluidas) que tiene repartidos por 11 países y, en grado más bajo, la casa de apuestas Sportium, una de las líderes en el Estado español. En 2007, Cirsa y la firma de apuestas británica Ladbrokes crearon a medias Sportium, pero después de más de una década de convivencia difícil, en 2019 los nuevos accionistas de Cirsa, Blackstone, optaron por comprar el 50% que estaba en manos de su socio, otro fondo de inversión como era CVC. En aquel momento se publicó que el coste de la transacción había sido de 70 millones de euros.

    A quien vimos tocar la campana del debut es a Joaquim Agut Bonsfills (1954), presidente de la compañía y viejo conocido del mundo de las grandes empresas. El azar quiso que la multinacional americana General Electric comprara, en 1982, la empresa de su familia, Agut SA, que se dedicaba al negocio del material eléctrico. Aquel mismo año, el cabeza de familia, Joaquim Agut Garcia, fue nombrado “terrassense del año” y sólo dos años más tarde, Joaquim Agut Bonsfills recibió el premio al empresario joven.

    En la primera jornada en el parqué se vivió cierta fiebre por las acciones de Cirsa, que en los primeros instantes de cotización vivieron un rush alcista que las llevó hasta los 16 euros (+6%)

    Después de ocupar cargos de gran relevancia internacional en General Electric, Agut fue el fichaje estrella de Terra Lycos (2000), la filial de internet de la Telefónica de los excesos de los tiempos de Juan Villalonga. Le tocó tener que gestionar la empresa justo en la época del estallido de la burbuja puntocom y la historia no acabó bien. La Navidad de 2003 abandonó el cargo y la empresa, tocada de muerte, sólo le sobrevivió un par de años más. El siguiente destino fue el socio de contenidos de Telefónica, la neerlandesa Endemol, donde trabajó tres años. Después de esta experiencia, entró como primer ejecutivo en Cirsa, donde ha permanecido hasta ahora.

    Por cierto, en la primera jornada en el parqué se vivió cierta fiebre por las acciones de Cirsa, que en los primeros instantes de cotización vivieron un rush alcista que las llevó hasta los 16 euros, lo que significaba una subida de más del 6%. Pero con el paso de las horas, esta euforia se fue difuminando y los títulos acabaron cerrando al mismo precio que habían sido ofrecidas en los días previos.