Cirsa: ¿la próxima salida catalana a bolsa?

La firma de juegos de azar y casinos ya no es de capital catalán, pero no parece atrevido considerarla del país por su trayectoria histórica y porque mantiene la sede en Terrassa

Cirsa pone en marcha los procesos previos para dar el salto a la bolsa | EP Cirsa pone en marcha los procesos previos para dar el salto a la bolsa | EP

Hace unos días hablamos extensamente sobre la salida a bolsa de la empresa de perfumes y cosméticos Puig, que, aunque sigue en manos de la familia fundadora, ahora tiene parte de su capital cotizando libremente en el mercado de valores. Cuando comentamos los detalles de esta operación nos atrevimos a calificarla de anomalía, ya que muy pocas empresas catalanas, y menos aún si son de matriz familiar, han decidido históricamente salir a bolsa. Si, por ejemplo, echamos un vistazo al sector farmacéutico, uno de los tradicionales del país, constatamos que solo Almirall y Reig Jofré son compañías cotizadas, a las que podríamos sumar Grifols, aunque no se dedique exactamente a lo mismo. Por lo tanto, queda claro que la filosofía empresarial del país está muy lejos de la de otros mercados, como podría ser Estados Unidos, la gran Meca de la bolsa.

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En cualquier caso, en los próximos años seguramente veremos algunas operaciones y, sin duda, la más esperada es la de Cirsa, que lleva años a punto de dar el salto. Es cierto que esta firma de juegos de azar y casinos ya no es de capital catalán, hecho del que hablaremos a continuación, pero no parece atrevido considerarla del país por su trayectoria histórica y porque mantiene su sede en Terrassa. En 2018, y después de cuarenta años en manos de la familia Lao, la empresa fue vendida al fondo de inversión estadounidense Black Stone. En el momento de la transacción, el propietario único era Manuel Lao Hernández (1944), que unos años antes, en 1998, se había separado de su hermano Juan, con quien en 1978 había fundado la empresa aprovechando que el juego había sido legalizado un año antes. A lo largo de estas cuatro décadas, Lao pasó de ser un emigrante andaluz de orígenes humildes a ser una de las personas más ricas del Estado español, en gran parte debido al importe de la transacción correspondiente a la venta de Cirsa, que numerosas fuentes cifraron en unos 2.000 millones de euros, a los que habría que descontar la deuda del grupo en ese momento, alrededor de 950 millones. A esta operación se le atribuyó el hecho de que la localidad de Matadepera (Vallès Occidental), lugar de residencia de Lao, pasara a ser el municipio con renta per cápita más elevada del Estado.

Cirsa factura 2.400 millones de euros y genera unos beneficios netos de 80

En el momento de la venta, la firma era una de las líderes mundiales en el juego y el ocio y, por supuesto, la primera del Estado. Cirsa gestionaba en ese momento 147 casinos, 178 salones, más de 75.000 máquinas recreativas, 70 bingos y 2.000 puntos de apuestas deportivas, tanto en España como en Italia y América Latina. Sea como sea, a Lao se le calcula una fortuna de unos 1.200 millones de euros, canalizada a través de los holdings inversores Nortia Capital y Halkkon Capital Partners. Según se explica por Barcelona, una pequeña parte de ese dinero ha servido en diversas ocasiones para financiar las aventuras presidencialistas de Toni Freixa, aquel abogado españolista que sueña con presidir el Barça.

El director general de Cirsa, Joaquim Agut, a la XV Jornada Gresol | ACN
El director general de Cirsa, Joaquim Agudo, en la XV Jornada Crisol | ACN

Pero con los nuevos propietarios, Cirsa ha continuado su vida y ahora es una empresa que factura 2.400 millones de euros y genera unos beneficios netos de 80, a partir de un beneficio operativo de 630 millones, lo que a menudo se denomina Ebitda. El primer ejecutivo es Joaquim Agut Bonsfills, que tiene pasado como presidente de Terra Lycos (aquella filial de Telefónica que protagonizó una de las burbujas más grandes de la historia de la bolsa española) y como alto directivo de General Electric, después de que su familia vendiera la empresa Agut, SA a la multinacional americana.

La localidad de Matadepera (Vallès Occidental), lugar de residencia de Lao, pasó a ser el municipio con renta per cápita más elevada de la Estado

Si en el titular de este texto especulábamos que Cirsa podría ser la próxima gran empresa en saltar al parqué, es porque en los últimos años en varias ocasiones ha estado muy cerca, pero los planes siempre han quedado abortados por una razón u otra. Ahora, sin embargo, parece que la cosa podría ir en serio porque los propietarios ya han elegido el pool de bancos que estructurarán la operación, y serán algunos de los sospechosos habituales: Deutsche Bank, Morgan Stanley y Barclays. Dado que el objetivo de fondos como Black Stone es permanecer alrededor de cinco años en el capital de las empresas y luego salir con plusvalías, los gestores del fondo se esfuerzan por lograr una valoración que se acerque a los 5.000 millones de euros para Cirsa, de manera que en caso de que esto sea posible, habrá más que duplicado la inversión en seis años, dividendos aparte. Este incremento de valor del negocio se ha financiado con deuda, porque recordemos que en el momento en que Lao abandonó la gestión, la deuda era de unos 950 millones de euros, mientras que ahora asciende a cerca de 2.300 millones, un rasgo nada extraño cuando una empresa está en manos de un fondo de este tipo. Ahora mismo, las expectativas son que la salida a bolsa se produzca en el último trimestre de este año o durante el 2025. En cualquier caso, lo discutiremos con detalle.

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