
En un mundo digital gobernado cada vez más por los datos masivos, los algoritmos y ahora, también, por la inteligencia artificial generativa, Wikipedia se mantiene como uno de los últimos bastiones de los inicios colaborativos de internet. Según recogen los datos de tráfico virtual de Semrush, la Enciclopedia Libre fue el quinto portal web con más visitas del mundo el pasado mes de marzo, con 6.790 millones de accesos acumulados, solo por detrás de Google, YouTube, Facebook e Instagram. La activa comunidad que la edita diariamente la ha convertido en una referencia informativa de prestigio, empleada incluso por los nuevos chatbots inteligentes a la hora de buscar información sobre cualquier materia.
La preponderancia de la Wikipedia en los resultados de los buscadores —especialmente en Google, que casi siempre la posiciona arriba del todo— convierten el portal en una de las primeras referencias que dan forma a la reputación en línea que una persona o empresa tiene en la red. “Wikipedia supone una puerta de entrada para muchas compañías, sobre todo cuando no conocen la empresa que están buscando y buscan una primera referencia”, valora el director de cuentas de la consultora PROA Comunicación, Luis Barreda, quien califica el portal como un “faro entre todas las tormentas de desinformación”. Esta relevancia es reconocida tanto por compañías como por directivos y personalidades destacadas, que buscan tener un control mayor sobre qué se dice sobre ellos en Wikipedia.
Este hecho ha conducido a diversas consultorías de comunicación, como la ya mencionada PROA, a ofrecer servicios de monitorización de los perfiles de sus clientes en Wikipedia. “Llevamos empresas de todo tipo, familiares, grandes e internacionales, y directivos de grandes empresas, pero también personas que quieren tener un buen perfil, que quizás no son tan mediáticos o conocidos, pero les gustaría tener uno”, señala Barreda. La consultora, que lleva años trabajando en este ámbito, ha notado un incremento de la demanda de este tipo de actuaciones, especialmente entre las compañías que, “por su dimensión internacional, querían tener perfiles en diferentes idiomas”. Esto les ha llevado a profesionalizar más esta modalidad bajo la marca de WikiSafe, a través de la cual ofrecen una monitorización durante varios meses con un equipo de editores que acumulan años de experiencia en la Enciclopedia Libre. “Contamos con la que creemos que es una de las editoras más reputadas de la Wikipedia en España”, se jacta el director de cuentas de PROA.
Su modus operandi se basa, en primer lugar, en una auditoría interna con la compañía, donde la sinceridad es uno de los valores que más peso tienen: “Sabemos cómo funciona Wikipedia a la perfección, y sabemos que todo artículo debe tener una trazabilidad de las fuentes que acreditan la información, una verosimilitud y una certeza. Necesitamos conocer si las cosas que aparecen son correctas, si son ciertas en parte, si la fuente es veraz o no…”.
Barreda: "Todo artículo debe tener una trazabilidad de las fuentes que acreditan la información, una verosimilitud y una certeza"
Con estos datos bien claros, el equipo de PROA confecciona una narrativa que favorezca la reputación de los clientes para quienes trabajan. Una idea que subraya Barreda es que “un cliente nunca debe entender Wikipedia como una red social o como un espacio comercial”, sino como una “plataforma informativa que debe ser veraz, trazable y, sobre todo, confiable”. Esto implica que “no se puede tapar el sol con una mano”, y que cuando hay hechos negativos reales, no se pueden negar. “Siempre se debe demostrar, y estas son nuestras batallas, que hay hitos positivos que deben estar por encima de los negativos”, argumenta el directivo.
Una ‘guerra’ que se libra con la experiencia y la credibilidad acumulada por sus editores, que tienen claro “cómo debes construir las frases y la edición de los textos para que se parezcan al estilo que marca Wikipedia” y cómo “respetar las leyes del juego” para que los editores aprueben los cambios propuestos. “Parte del éxito radica en entender las dinámicas internas y moverse con discreción. Los grandes cambios se producen con el tiempo, una planificación muy mesurada en la que, poco a poco, vas incorporando pequeñas novedades, cada una avalando la anterior, y todas tienen un sentido global”, considera Barreda. Una tarea que no se limita únicamente a la creación y edición de artículos: “Debes mantener una constancia, porque si después de unos meses aquello experimenta una revisión, debes defenderlo. Habrá preguntas, fuentes que no convencen… Debes tener un acompañamiento constante”.
La visión de los wikipedistas catalanes
Dentro de los servicios que ofrecen desde PROA, Barreda matiza que “hay que entender siempre que quienes controlan Wikipedia tienen todo el derecho a hacer ediciones”. “Hay unas reglas, y hay que entender que hay que respetarlas”, insiste. En este sentido, el director de cuentas señala la figura de las cuentas remuneradas, una etiqueta a través de la cual los editores contratados indican de manera pública “que hay conflictos de intereses” y que están llevando a cabo una tarea retribuida. Esta figura está contemplada dentro de los términos de uso de la Fundación Wikimedia y ofrece varias plantillas para indicar este hecho. “Con la norma que marca Wikipedia, es totalmente ético. Si no lo indicas es cuando cometes la falta de ética”, considera Barreda.
Esta visión diverge con la de Pau Colominas, editor de la Wikipedia en catalán y uno de los gestores de sus redes sociales: “No se pueden editar artículos de una empresa donde una persona trabaja, la biografía de uno mismo, la de un familiar o amigo… En cualquier caso en el que una edición no será imparcial, este tipo de ediciones están prohibidas. Y esto incluye el hecho de que te paguen por editar un artículo”. Colominas reconoce la existencia de la figura de las cuentas remuneradas, pero explica que, al menos dentro de la comunidad wikipedista en catalán, se ha decidido acotarla a unas circunstancias muy concretas: “Solo la tenemos para un tipo concreto de editor remunerado, de museos, bibliotecas o instituciones públicas, que se dediquen a catalogar. Están liberando conocimiento, no editando directamente sobre contenido en sí ni decantando la balanza hacia ningún lado. Son unas ediciones totalmente asépticas, sin subjetividad”.
El editor valora positivamente que las compañías que ofrecen servicios de ediciones opten por hacerlo público a través de cuentas remuneradas, ya que aportan "transparencia", pero insiste que, como mínimo en la versión en catalán, son prácticas no permitidas dentro de la normativa. Colominas subraya que la decisión comunitaria tomada por la Wikipedia en catalán es que "esto no es ético", y cataloga estas acciones como “un insulto a nuestro trabajo”. “Es muy reprobable el hecho de aprovecharse de un proyecto altruista para hacerse publicidad propia”, insiste.
Las cuentas remuneradas permiten hacer público que un editor trabaja bajo retribución, pero en la Wikipedia catalana esta figura se limita exclusivamente a trabajadores de museos o bibliotecas
Este tipo de ediciones no son una novedad para la comunidad de wikipedistas, y Colominas incluso tiene la “percepción subjetiva”, ya que no lo tienen cuantificado, de que la tendencia ha descendido ligeramente. De la misma manera que las consultorías tienen sus tácticas para pasar desapercibidos, los voluntarios también tienen “maneras sólidas” de detectar las modificaciones con propósitos comerciales o reputacionales. “Me pongo en el compromiso de que, si me pongo a cantar los indicadores, favorezca a las empresas para que se los salten”, comenta Colominas, pero sí que identifica uno ya desvelado anteriormente por PROA: las ediciones en múltiples idiomas. “El perfil de editor, normalmente, edita solo en su versión lingüística. Si ves que, de repente, en una misma semana, ha habido modificaciones en diferentes ediciones lingüísticas de un artículo, incluso con cuentas diferentes, es muy sospechoso”, señala.
En los últimos años, en Catalunya se han hecho públicos dos casos de ediciones con conflictos de interés que han ganado eco en las redes sociales, principalmente por la denuncia pública hecha por la misma Wikipedia. La primera de ellas, en 2023, la protagonizó Estrella Damm con una modificación de la página dedicada al verano, donde cambiaron la definición original para decir que la estación “comienza cuando se publica el anuncio de Estrella Damm”. La compañía cervecera compartió el cambio en una publicación en su perfil de X, pero después de la bronca pública, borró el tuit y pidió disculpas.
El segundo caso sucedió en mayo de 2024 y fue protagonizado por el periodista Ricard Ustrell. Según compartía la Wikipedia en catalán en sus redes sociales, un editor identificado como trabajador de La Manchester, la productora dirigida por Ustrell, había recibido el encargo personal del periodista para que editara su artículo en la enciclopedia. En este caso, Ustrell declaró a El Periódico que el encargo consistía en “actualizar la foto de Wikipedia, que tenía más de 12 años. Nada más”, tildó “de ataque total” las acusaciones de Wikipedia y aseguró que tomarían “todas las acciones legales”.
Estrella Damm y Ricard Ustrell protagonizaron dos de los casos más sonados de ediciones de artículos propios de la Wikipedia
Colominas explica que decidieron señalar públicamente ambos casos por un doble motivo: “Por un lado, por la parte didáctica, de decir ‘esto no se puede hacer’; y por otro, porque el pequeño escarnio público sirve para disuadir a otras empresas que se sientan tentadas a hacerlo”. Generalmente, cuando se encuentran ediciones sospechosas, lo primero que hacen es “presuponer buena fe” y simplemente alertar al editor de que esta práctica no está permitida. Sin embargo, cuando la persona mantiene la voluntad de editar el artículo, “se debe ser más contundente a la hora de decir que no se puede hacer y a la hora de censurarlo”. Es por esta razón que el editor y gestor de las redes sociales de la Wikipedia en catalán recomienda a las empresas no recurrir a este tipo de prácticas: “Queremos que se paren a reflexionar qué tipo de empresa quieren ser, si quieren ser una empresa que se aprovecha del esfuerzo altruista de una comunidad de conocimiento libre”. Que “antes de lanzarse a contratar una empresa que hace ediciones”, concluye, “piensen que están haciendo mal y que es algo éticamente condenable, aunque no esté penado por ley”.