
En un mundo en el que las compraventas de empresas, las OPA hostiles, las subidas y caídas en bolsa y las luchas de poder dentro de empresas familiares son el pan de cada día, llega incluso a sorprender la permanencia de un modelo empresarial basado en las personas que encuentra sus raíces en los colegios de artesanos de la Antigua Roma. Como herederas de los gremios y hermandades del pasado, las mutuas se mantienen en pleno siglo XXI como una alternativa viable a las sociedades mercantiles, y uno de los grandes ejemplos que encontramos en Catalunya es MGC Mútua. Con más de 40 años de experiencia, la entidad agrupa ya a más de 71.000 mutualistas a través de sus seguros de salud. Escogida mejor aseguradora de salud de España según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y valorada como una de las mejores aseguradoras en la encuesta anual del Consejo del Col·legi de Metges de Catalunya, la mutua afronta los años venideros con una apuesta decidida por no dejar atrás a nadie, acercarse al territorio y mantenerse actualizado a las últimas novedades científicas y tecnológicas. Hablamos de todo esto con el presidente de MGC Mútua, Daniel Redondo.
En MGC Mútua os declaráis herederos de la tradición mutualista catalana. ¿Qué aspectos mantenéis del concepto tradicional de las mutuas?
Los que vienen derivados de la misma personalidad jurídica de las mutuas, que, por supuesto, son por obligación legal, pero fundamentalmente por convicción. Hay tres rasgos que considero diferenciales: en primer lugar, no somos una sociedad mercantil, en el sentido de que no tenemos accionistas; el otro, que no tenemos ánimo de lucro, que no quiere decir que no tengamos que tener resultados económicos positivos, entre otras cosas, porque tenemos las mismas obligaciones que cualquier otra entidad aseguradora; y finalmente, en contraposición a que no somos una sociedad de capitales, somos una sociedad de personas en el más amplio sentido del concepto. En sus orígenes, las mutualidades las crearon las personas para satisfacer sus necesidades; esto no ha cambiado, y nosotros lo tenemos muy interiorizado. Esto no es que sea mejor o peor, es un modelo diferente, pero no menor, y creo que hay que valorarlo, sobre todo en estos tiempos que vivimos, en los que parece que haya la tendencia a una menor relación entre las personas. Es importante recordar que las entidades aseguradoras están definidas por ley como entidades de servicio público, y deben responder a todas las exigencias a las que está sometido el sector financiero. Nosotros, en este sentido, estamos bien, con una tasa de solvencia de aproximadamente el 300%.
¿Cuáles son los ámbitos que habéis modernizado respecto al modelo tradicional?
Más que modernizar, lo que hemos hecho es profesionalizar el modelo, aplicando el máximo rigor y estando en primera línea en el ámbito de la innovación tecnológica. Con la voluntad de basarnos y mantener el mutualismo, lo hemos actualizado, porque decir modernizado, quizás es un poco pretencioso. Y esta actualización, en nuestro sector y en nuestros tiempos, nos obligan a tener una actualización permanente.
Concretamente, ¿qué factores os obligan a aplicar esta actualización permanente?
El primero de ellos es el servicio que queremos dar a nuestros mutualistas. El otro clarísimo es nuestra competencia. Tenemos que estar en primera línea, porque nuestros competidores son nuestra antítesis: son entidades muy grandes, muchas de ellas multinacionales, y nos obligan. Y en último término, la voluntad de estar a la cabeza con la prestación de los servicios, que damos fundamentalmente con el seguro para las personas.
"Nuestros competidores son nuestra antítesis: son entidades muy grandes, muchas de ellas multinacionales, y nos obligan a estar en primera línea"
Más allá del modelo económico, ¿cómo se diferencia MGC Mútua de otras aseguradoras de salud?
La característica de ser una sociedad de personas y no de capitales, nosotros lo llevamos al límite, porque somos una sociedad de personas y para las personas. ¿Qué quiere decir esto? Que los dividendos no van a parar a los accionistas, cosa que es perfectamente legítima en una sociedad mercantil, sino que van a parar a nuestros mutualistas, a los asegurados, a través de la mejora de las coberturas, incorporando nuevas prestaciones y avances médicos y tecnológicos, de manera sistemática y año tras año. Y también van a parar al servicio, sobre todo al servicio inherente a las personas. Por poner un ejemplo: las diferentes veces que la Mútua ha sido valorada por la OCU, como aseguradora de salud, a escala estatal, independientemente de que haya salido en el primer lugar del ranking -que ha sido así-, su servicio de atención al mutualista ha tenido la puntuación más alta, con mucha diferencia, respecto a nuestros competidores, y también internamente, respecto a las otras áreas de la Mútua.
Afirmáis que los mutualistas son los propietarios de la entidad. ¿Cómo participan los mutualistas en la gobernanza y la toma de decisiones de MGC Mútua?
Como que no somos una sociedad mercantil, el capital no está en manos de unas pocas personas, físicas o jurídicas, como sucede con las SA o las SL; los mutualistas son los únicos socios de la entidad y, por lo tanto, son los únicos propietarios. Esta característica queda plasmada en la participación democrática de los mutualistas en los órganos de gobierno de la Mútua, sea en el consejo de administración como en la asamblea general. Esto se establece expresamente en la misma regulación legal de las mutuas: está claro que cada persona es un voto. Esto explica que nuestro eslogan, nuestra manera de presentarnos a la sociedad, sea “la Mútua de los mutualistas”.

MGC Mútua tiene más de 12.000 referencias en el cuadro médico en Catalunya y Balears. ¿Cómo es la relación con los profesionales sanitarios y cómo se evalúan las futuras colaboraciones y acuerdos?
Cuando hablamos de referencias del cuadro médico no queremos lucir de cantidad, sino de calidad, que es lo más importante. En plena coherencia con el objetivo de servicio de la Mútua, la relación con los profesionales sanitarios se inicia y se mantiene de manera muy personal. La tecnología a veces facilita trámites, pero procuramos que, siempre que lo quieran, tengan la posibilidad de mantener la relación personal para aclarar dudas, escuchar sugerencias, mejorar la atención y todo lo que satisfaga a los profesionales. Lo cual, en definitiva, redunda en satisfacción para los mutualistas. Por eso nuestro equipo de gestión médica está compuesto de manera muy mayoritaria por profesionales sanitarios, sean médicos o enfermeros. Su relación con los profesionales sanitarios es mucho más fluida si son de la misma rama.
Asumiste el cargo de presidente hará un año y medio, en sustitución del ahora presidente honorífico Dr. Bartomeu Vicens. ¿Qué valoración hacéis de esta primera etapa?
Hago una valoración muy positiva, y no lo digo por decir. En esta etapa creo que he podido contribuir a modernizar, en el sentido que he dicho antes de actualizar, la entidad. Hemos tenido la oportunidad de dinamizar el funcionamiento de los órganos de gobierno y de las funciones fundamentales de la Mútua, y esto es muy importante, y creo que lo hemos hecho a satisfacción de todo el mundo. También se ha hecho una cosa muy interesante pensando en el futuro, que es renovar, rejuvenecer y feminizar los diferentes órganos de gobierno. Me encuentro francamente satisfecho de este inicio de etapa.
Uno de los objetivos que os marcabais en aquel momento fueron una digitalización eficaz y los procesos de inteligencia artificial. ¿Cómo se ha avanzado en estas materias?
Hemos avanzado, y de manera razonablemente suficiente. Digo razonablemente para no hacer una respuesta políticamente correcta, porque en estas materias los avances no pueden ser nunca definitivos. Hoy por hoy, la digitalización debe ser constante, si se quiere que sea eficaz. A veces se digitaliza por digitalizar, y es muy importante que sea eficaz. Y hablando de eficacia, siempre recuerdo una frase que decía mi padre: “Siempre hay un método mejor”. Desde este punto de vista, nunca puedes acabar el proceso de digitalización.
"A veces se digitaliza por digitalizar, y es muy importante que sea eficaz"
En el caso concreto de la inteligencia artificial, ya hace tiempo que decidimos entrar de manera prudente. No hacerlo como un elefante en una cacharrería; utilizarla en ámbitos y áreas que sabemos que no fallará y que aportará valor. Y en los otros ámbitos, lo hemos querido abordar con seguridad, y estamos en el proceso de analizar cada una de las necesidades específicas y estudiando la mejor solución de inteligencia artificial para cada una de ellas. Todo esto, con el bienentendido que detrás de cualquier inteligencia artificial siempre debe haber la inteligencia de las personas. Creo que, hoy, esto es indiscutible.
En la presentación de Epsilon Physio destacasteis que los últimos años el patronato decidió que la Fundación se centrara en su entorno más inmediato. ¿Cómo se ha reforzado la relación con el territorio?
El Patronato de la Fundación tomó esta decisión porque hay muchas necesidades por todas partes, pero nosotros también tenemos. Nuestra entidad es catalana, nuestros socios son los que son, y parece lógico que, ya que no podemos llegar a todas partes, que en vez de ir haciendo picotazos, centremos de manera ordenada y estructurada todos los esfuerzos al territorio que es nuestro ámbito, fundamentalmente Catalunya y Balears, la Comunitat Valenciana y cosas en el País Vasco. Uno de los proyectos que tenemos en marcha es el Proyecto Territorio, que intenta dar nuestros servicios a aquellos lugares donde todavía no llegan. Del mismo modo que hay carencias desde el punto de vista de los servicios financieros, también lo están desde el punto de vista de la salud. También mencionaría el Proyecto Gremios, que son el origen de las mutuas, asociaciones de profesionales que nacieron para satisfacer sus necesidades. Tenemos una larga relación con colegios profesionales, y ahora nos hemos querido acercar directamente y decidida hacia los gremios que también son asociaciones de profesionales, que quizás no son de grado universitario, pero que son tanto o más necesarios para la sociedad como los otros.
También hemos entrado de manera decidida a colaborar con los clubes deportivos de todo tipo, de mayor y menor nivel. Son clubes donde hay muchas familias y muchos niños, y les ofrecemos los servicios independientemente de que pueda haber o no un patrocinio. Otra manera de estar en el territorio es no marcharse: hoy en día, el sector financiero muchas veces cierra oficinas y se basa sólo en la relación a distancia. Nosotros esto siempre hemos dicho que no queremos hacerlo. Tenemos oficinas en las principales ciudades de Catalunya, las mantenemos, y todas ellas disponen del servicio de atención al mutualista. Además, en todas ellas hemos incorporado consultorios médicos de primer nivel.
Esto no ha impedido la expansión territorial de MGC Mútua, que en 2021 absorbió Mútua Igualadina y en 2024, la Caja de Socorros de Madrid. ¿Cuáles son los planes de futuro?
Donde estamos ahora, pienso que estamos bastante consolidados, y creo que lo que tenemos que hacer es ir expandiendo nuestra manera de hacer los seguros y de mantener la relación con las personas. Sin prisa, nuestra voluntad es ampliar este tipo de expansión. Integraciones de entidad ya llevamos unas cuantas, sobre todo dentro del territorio catalán, y en su momento ya dijimos, de manera muy humilde y muy honesta, que estábamos dispuestos a encabezar un movimiento de integración de mutualismo catalán, porque entendemos que es bueno. En este momento, estamos en conversaciones para integrar otras entidades, y algunas de ellas, de fuera de Catalunya.
"Estamos dispuestos a encabezar un movimiento de integración de mutualismo catalán, porque entendemos que es bueno"
Una de las misiones de la Fundación MGC es la promoción de la salud y el bienestar de las personas. ¿Qué actividades se llevan a cabo para conseguirlo?
La manera de acercar servicios digitales forma parte de la promoción de la salud y el bienestar de las personas, porque tiene el apoyo económico de la Fundación. Esto es transversal, ya que va por el territorio, por los gremios, por las asociaciones profesionales, por las escuelas… Ahora mismo, pivotamos todas nuestras acciones con esta herramienta digital. Si bien es cierto que tenemos varios programas en la Fundación de subvención económica para asegurados de algunas entidades, en que se ayuda a personas con casos realmente de gravedad. Con la Fundación Pimec también participamos muy activamente en dos proyectos. Uno es el proyecto Burnout y el otro, el Salud 360. También el proyecto Pallars Actiu, que va dirigida al mundo rural, muy liderado por mujeres empresarias del ámbito rural.
¿Por qué es importante tener en cuenta la salud dentro de la empresa?
Porque es como una bola de nieve. Aparte de satisfacer las necesidades propias de los empresarios de las pequeñas y medianas empresas, detrás suyo siempre hay personas. A lo largo de una vida empresarial hay éxitos y fracasos, y hay momentos de fracasos en que los empresarios necesitan una ayuda, porque estas situaciones siempre afectan la salud: la mental, la no mental y las dos a la vez. Todas estas actuaciones con Pimec lo que hacen es concienciar, para quien no lo sepa, que la salud es muy importante. Y si el empresario así lo considera, lo trasladará y aplicará a sus trabajadores. Y tendrá cuidado, en la medida de sus posibilidades, de la mejor salud de los trabajadores, porque indirectamente también estará trabajando en la salud de la empresa.
"Hay momentos de fracasos en que los empresarios necesitan una ayuda, porque estas situaciones siempre afectan la salud"
Por otro lado, colaboramos con la Fundació Impulsa en su actividad para acompañar jóvenes en situación de vulnerabilidad para que puedan formarse y acceder al mercado laboral en condiciones de igualdad. MGC Mútua acompaña a las personas en todas las etapas de su vida, ofreciendo servicions sanitarios de calidad y fomentando hábitos saludables para el bienestar físico y emocional. Ambas entidades trabajan con un objectivo común: poner la persona en el centro de la acción y proporcionarle herramientas para que puedan desarrollarse y prosperar en su entorno.
Remarcáis la solidaridad como uno de los valores intrínsecos de la Mútua. ¿Qué acciones sociales se llevan a cabo para promover este mensaje?
En la Fundación, aunque hemos hecho en el pasado, decidimos centrar los esfuerzos y no hacer acciones sociales como se entienden habitualmente. Los medios que tenemos son limitados, y preferimos destinarlos allá donde podemos llegar de manera clara, no puntual, y hacer una acción continuada en el tiempo. Pero sí que tenemos un proyecto muy concreto de solidaridad, del cual hacemos bandera siempre, que es el proyecto 'Un Origami, un euro'. Este proyecto, que ya hace 12 años que lo hacemos, plantea la transmisión del valor de la solidaridad entre las personas para lograr objetivos comunes. Unos niños de un determinado nivel escolar se ayudan para hacer un origami, que representa una aportación económica para alguna entidad que hace investigación y búsqueda médica. Esto es transversal: puede ser entre niños de un mismo nivel, de diferentes cursos o incluso con la familia, cuando se llevan las grullas de papel a casa, donde hacen participar a los padres y los hermanos. Y esto, que parece una tontería, cuando ves los vídeos que nos facilitan las escuelas, te das cuenta de que es una labor enorme de trabajo en equipo y solidaridad. También es un proyecto solidario con la sociedad, porque este dinero va a entidades diversas: la más célebre es la Maratón de TV3, pero han ido a parar a Cáritas, a la Fundación Pasqual Maragall, a la Fundación Josep Carreras, al Hospital Sant Joan de Déu… A todo tipo de entidades que nuestra sociedad reconoce como merecedoras de ayuda.