Más formación para la Barcelona pedaleada

El RACC pide más concienciación e infraestructuras para mejorar la convivencia entre todos los modos de transporte y velar por la seguridad de todos los usuarios, especialmente los más vulnerables

La mejora de la convivencia y la revisión de las infraestructuras urbanas sueño las principales claves para ampliar el uso de la bicicleta a Barcelona, según el RACC | ACN La mejora de la convivencia y la revisión de las infraestructuras urbanas sueño las principales claves para ampliar el uso de la bicicleta a Barcelona, según el RACC | ACN

Barcelona empieza a ser una ciudad pedaleada. A pesar de ser todavía minoritaria, la bicicleta como modo de transporte urbano ha tomado fuerza en los últimos meses a la ciudad. Varios factores marcan este crecimiento, desde la ampliación de la red de carriles-bici hasta la popularización de las bicicletas de alquiler público, pasando por el riesgo de contagio en los medios de transporte colectivo tradicionales durante la pandemia. En una ciudad con medios más diversos, pues, se necesita una convivencia sana entre todos los modos de transporte, y esto, según el RACC, implica mejorar la formación de los usuarios y las infraestructuras urbanas.

Cerca del 40% de los ciclistas de la ciudad admite no conocer la normativa de circulación barcelonesa. Se trata de una cifra ligeramente menor que la de 2019 (45%), pero todavía "significativa", según el RACC. Aún así, casi el 80% de los usuarios de bicicleta a la red barcelonesa está a favor de sancionar quién incumpla la normativa.

Una de las principales infracciones que los ciclistas barceloneses reconocen cometer es el uso de auriculares mientras se circula, una práctica que admiten el 36% de los usuarios consultados. Cuando se observan los ciclistas menores de 20 años esta cifra aumenta hasta el 55%. También un porcentaje significativo de los participantes al estudio declara no usar alguno de los elementos de seguridad obligatorios: un 21% no lleva timbre, un 22 % no tiene la luz roja de la parte posterior del vehículo y hasta un 56% no cumple la normativa en cuanto a elementos reflectants nocturnos.

Es por eso que el RACC prioriza, en sus recomendaciones a las administraciones locales, las acciones de formación y toma de conciencia por parte de los usuarios de la bicicleta. Según el Club, es necesario "dar a conocer la normativa de circulación entre los adultos e iniciar a los niños en la circulación en bici desde la etapa escolar" - una medida, esta última, que recibe un apoyo mayoritario entre los ciclistas de la ciudad, de cerca del 90%.

Es necesario dar a conocer la normativa de circulación entre los adultos e iniciar a los niños en la circulación en bici desde la etapa escolar

El club plantea también poner en marcha campañas de concienciación sobre los peligros de usar auriculares mientras se circula en bicicleta o de no llevar en regla todos los elementos de seguridad necesarios al vehículo. Finalmente, el RACC pide con especial èmfasi la promoción de la convivencia entre los usuarios otros medios de transporte, especialmente los vehículos de movilidad personal motorizados – coches y motocicletas – que comparten, cada vez más, espacio a la calzada con los ciclistas.

Infraestructuras para convivir

Un 60% de los ciclistas se sienten vulnerables a Barcelona. En medio de una apuesta de ciudad por un transporte más sostenible y por una mejor coordinación entre peatones y usuarios de todos tipos de vehículos, las infraestructuras de Barcelona tienen que adaptarse a la nueva realidad de convivencia en cuanto a la movilidad. El RACC reclama, en este sentido, a las administraciones que estudien el estado de espacios cómo los carriles bici y mejoren y unifiquen su diseño.

Un problema de convivencia especialmente relevante, y considerado por cerca de la mitad de los ciclistas de la ciudad, es el de las motocicletas estacionadas a las aceras, que invaden el carril-bici para incorporarse a la calzada. Una de las soluciones propuestas por el RACC por este problema, y por la mejora de la seguridad a las infraestructuras por ciclistas es eliminar completamente los carriles-bici a aceras, y bajarlos todos al nivel de la calzada. Esto encaja con la progresiva aceptación de la prohibición de circular en bicicleta por aceras de anchura inferior a cinco metros – solo un 28% de los ciclistas suspenden la medida, significativamente por debajo del 46% registrado en el segundo barómetro, el 2019.

El RACC reclama a las administraciones que estudien el estado de espacios como los carriles bici y mejoren y unifiquen su diseño

La señalización es otro de los puntos claves para la mejora de las infraestructuras para bicicletas y la mejora de la configuración del tráfico de peatones y vehículos. La semaforización para ciclistas a las vías urbanas es el aspecto más muy valorado de la experiencia ciclista a Barcelona (un 81% de aprobados), junto con la continuidad de la red ciclista (81%) y la separación de los carriles bici del tráfico con contenedores o plazas de aparcamiento (78%). En este sentido, el RACC considera la mejora de la señalización y, especialmente, la instalación de una señalización variable – que muestre, por ejemplo, el volumen de tráfico en ciertos carriles especialmente concurridos – una de las necesidades principales de la red ciclista de Barcelona.

Incentivar la bicicleta

Con todo, los beneficios personales y ambientales de generalizar el uso de la bicicleta para trayectos urbanos llevan al Club a plantear medidas para incentivarlo. En relación con las demandas a las administraciones, y según recoge el barómetro, un 37% de los ciudadanos de Barcelona que no usan la bicicleta declaran estar dispuestos a pasarse si, entre otras cosas, se aplican medidas que mejoren la convivencia entre los diversos modos de transporte – cómo, por ejemplo, las sugerencias en cuanto a infraestructuras que plantea el estudio del RACC.

El Club encuentra que, especialmente en cuanto a movilidad laboral, la facilidad de aparcamiento y los incentivos al lugar de trabajo son particularmente efectivos a la hora de activar el transporte a pedales. En este sentido, sugiere las empresas de la ciudad "premiar los desplazamientos en bici, facilitar estacionamientos seguros y vestuarios" a los trabajadores. A las administraciones locales y provinciales, por su parte, recomienda el impulso de incentivos fiscales para promover los desplazamientos al lugar de trabajo en bicicleta, así como programas de subvenciones por la compra de un nuevo vehículo o de reparar uno de dañado.

Del mismo modo, la mejora del programa Bicing – uno de los puntos de acceso más relevantes al transporte urbano en bicicleta, en cuanto que cerca de un tercio de los nuevos usuarios del vehículo han empezado a usarlo mediante este mecanismo – también se marca cómo uno de los objetivos clave para la bicicleta a Barcelona. Así, el RACC propone la electrificación de la mayor parte del servicio, la ampliación de la tarifa plana a trayectos de 45 minutos o compatibilizar el servicio barcelonés de Bicing con el Bicibox metropolitano porque los usuarios puedan desplazarse entre municipios del CON. La ampliación del servicio a ciudades vecinas, como L'Hospitalet de Llobregat, también entra en los planes del RACC para hacer del área de Barcelona una más amigable para ciclistas y peatones y más sostenible en cuanto al transporte urbano.

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