Romper una amistad puede causar tanto daño como dejar atrás un gran amor. Y si, además, se comparte un proyecto empresarial, aún más. Dicen que antes de emprender es vital contar con un experto legal para establecer unas "buenas bases" para un presente y futuro lleno de incertidumbres. Dos socios amigos de toda la vida, el inicio de una empresa con ilusión, pero la incompatibilidad con el paso del tiempo, las diferencias de criterio, la aversión al riesgo o divergencias en la gestión del equipo pueden llevar al fin de una relación entre socios y, aún más, de amistad. Y atención: "divorciarse de un socio es más complicado que de una pareja". Así lo señala el emprendedor e inversor privado Carlos Blanco a VIA Empresa. Y muchos deberes pendientes, entre los cuales no menospreciar el pacto de socios, apostar por la honestidad y buscar la anhelada paz mental.
Comencemos por el principio. ¿Por qué es vital establecer unas "buenas bases" cuando se crea una empresa? En primer lugar, porque "hay un 65% de posibilidades de que uno de los socios no forme parte de la compañía en un plazo máximo de 2 o 3 años", según las cifras del sector emprendedor. Blanco tiene claro que "cuando te casas, debes firmar bien el divorcio" porque después de una fase de luna de miel puede haber problemas que lleven a la desaparición de una empresa o con muchas dificultades para conseguir financiamiento. Y así lo ejemplifica el inversor: antes se decía "pon un abogado en tu vida", mientras que ahora lo han versionado a "pon un buen abogado en tu vida".
Blanco (emprendedor e inversor): "Divorciarse de un socio es más complicado que de una pareja"
De hecho, cuando se inicia un proyecto, suele hacerse con ilusión y perspectivas de crecimiento. Es por este motivo que Andrés Robles, abogado experto en derecho laboral y civil, explica que la figura del abogado es esencial. "Es importante contar con un letrado que haya visto situaciones de conflictos entre cofundadores y se pueda anticipar". Y evitar la red flag (bandera roja): dividir las participaciones al 50%. Esto puede llevar a bloqueos en casos de desacuerdo e incluso a la disolución de una entidad.
Para no llegar a este extremo, es importante definir claramente cómo se resolverán los conflictos con un pacto de socios donde se establezcan las "reglas del juego". Sobre todo, para tener en cuenta las normas, quiénes son los socios de la empresa y poder prever los conflictos que puedan surgir en el día a día, desde la distribución de beneficios, qué capital puede entrar, las restricciones en las participaciones y las cláusulas de arrastre.
Es necesario evitar dividir las participaciones al 50%. Esto puede llevar a bloqueos en casos de desacuerdo e incluso llegar a la disolución de la empresa
También es importante destacar que muchos trabajadores cometen el error de "casarse" sin haber sido pareja antes. Esta similitud con las relaciones amorosas se utiliza para explicar que es necesario "conocerse bien entre socios y verse en todas las situaciones, desde momentos divertidos, de tensión, de estrategia, de proyección, de viajes y en el día a día". Es importante tener perfiles diferentes, pero contar con los mismos valores. Y sobre todo, "que no todo el mundo evoluciona igual". Hay cofundadores que crecen mucho personal y profesionalmente y pueden asumir más responsabilidades, mientras que otros son buenos técnicos "pero no tienen las habilidades que se requieren para liderar equipos de más de treinta personas". Y también criterios hacia el riesgo, mientras algunos buscan aventurarse con la expansión, otros son cautelosos.
Ya no aguanto, ¿cómo puedo acabar una relación con el socio?
Muchos profesionales se encuentran con este dilema y los expertos siempre recomiendan actuar con "cercanía, respeto y transparencia". Robles explica que es primordial la claridad, mantener la comunicación cordial y constructiva, y evitar el enfrentamiento personal y los reproches. También recomienda el apoyo de un profesional si es necesario y valorar el impacto global. "Se debe pensar más allá de la salida del socio de un negocio, como los clientes de la empresa y los empleados. Ya que si se va un pilar, puede afectar a los trabajadores", continúa el abogado.
La única solución es negociar y no acabar con "relaciones tensas a través de abogados porque no os podéis ni ver". A menudo, según Blanco, lo mejor en situaciones de bloqueo y sin desenlace es "dejar la empresa, olvidarse de ella y buscar nuevos retos. Darlo por perdido y ser feliz de verdad".
¿Es bueno mezclar amistad y negocios?
Para muchos emprendedores, es la pregunta del millón y no hay una respuesta única y definitiva, ya que depende de muchos factores. Robles recomienda ser realista y establecer límites entre la amistad y los negocios, manteniendo el respeto. Y, en caso de disfrutar de momentos de amistad, dejar las conversaciones profesionales en el ámbito que le corresponde: en la oficina.
Blanco (emprendedor e inversor): "No es bueno poner amigos y personas íntimas en las empresas"
El mismo Blanco explica que "es bueno acabar siendo amigo de un socio, mientras que no es bueno poner a alguien como socio solo por ser amigo". Es necesario que primero la relación sea profesional y luego ya personal. "No es bueno poner amigos y personas íntimas en las empresas", continúa el inversor. Y la clave de todo: lo más importante es el equipo y es imposible tener éxito solo.
"La mayoría de empresas que han triunfado es porque había dos o tres personas muy buenas". Y, evidentemente, desde el principio es imposible tener el equipo "ideal". Estadísticamente, alguien se irá, mientras que entrarán nuevos perfiles y gestores que marcarán la diferencia. Y lo más importante de todo: la metáfora del elefante en la habitación. Es necesario actuar y tomar las decisiones necesarias para conseguir la tan anhelada paz mental. Aunque conlleve decisiones difíciles, como el dolor de perder a un socio y amigo.