Las venas por donde corren las bebidas más consumidas

Dos empresas familiares catalanas creadas en 1956 son las propietarias de Disbesa, uno de los principales distribuidores de bebidas en el territorio catalán

Flota de caminos Disbesa | ACN Flota de caminos Disbesa | ACN

Estamos tan acostumbrados a ver sus camiones por ciudades y carreteras del país, que ya ni nos fijamos. Están en todas partes y se llaman Disbesa. Con el paso de las décadas han acontecido uno de los principales distribuidores de bebidas por tierras catalanas, pero también otras zonas de la península. El grupo, con sede en Torroella de Montgrí, ya superó los 350 millones de euros de facturación antes de la pandemia, en 2018, y tiene una larga historia que va mucho más allá de la creación "formal" en 1989. En aquella fecha se fusionaron dos firmas de larga tradición al sector para conformar el gigante que es el grupo Disbesa hoy en día. Las dos compañías familiares que se juntaron fueron J. Santaeulalia, de Barcelona y Casa Darnés, de la Bisbal d'Empordà. Las dos habían sido creadas en 1956, una para repartir la cerveza Moritz por Barcelona y la otra, el cava Perelada por tierras ampurdanesas. De aquellas dos entonces surgió la gran compañía que es hoy.

Las bebidas es el inicio de todo, y también el núcleo del negocio actual, pero con los años la empresa ha ido diversificándose y así, a inicios del presente siglo empezaron con la distribución de refrigerados y fruta y verdura fresca. Antes habían iniciado las operaciones en Madrid y el sur de la península. Otro paso relevante fue la creación de la central de compras Bmark (Bebidas y Marketing), es decir, una plataforma para realizar compras centralizadas de diferentes compradores para conseguir grandes volúmenes y, por lo tanto, precios más competitivos.

En los últimos años la expansión se ha intensificado en el País Valenciano y ha permitido a la compañía arreciar su liderato en la distribución de bebidas. En el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafetería) Disbesa tiene una cuota de mercado superior al 50% del total del mercado, lo que da una idea de los suyo gran potencial. En un paso más dentro de la diversificación, en 2015 van poner en funcionamiento la empresa Disbesa Food, que mujer servicio a la hostelería organizada, la restauración social y las cadenas hoteleras en todo el ámbito estatal. En este proceso de expansión, en 2015 superaron el hito de los 100.000 metros cuadrados de superficie logística.

Todo este entramado está dirigido los últimos años por dos personas, una de cada familia de las fundadoras: Josep Darnés y Félix Santaeularia

Finalmente, hay que remarcar la creación de marcas propias dentro del ámbito de la alimentación, como son Cremalat (leche), Terral (aceite de oliva), Finca Terral (aceites y vinagres), Bondoré (pasta), Don Ciriaco (tomate triturado), Sol Terral (salsas diversas), Minimares (conservas de pescado), Gran Plata (queso de oveja), Manuel Miranda (jamones), Viña Miralta, Tres Condados, Cuatro Gotas y 30 y tantos (vinos), Mimos (zumos de fruta) y Ondina (gaseosa). También son los propietarios de Bodegas Trobat, donde elaboran varios vinos y cavas catalanes, y de las marcas La Flor del Cafè (cafés premium exclusivo del segmento profesional) y La Flor de Tisana (infusiones de hierbas con treinta variedades diferentes). A toda esta cartera todavía hay que añadir el batido de cacao Bombon y la marca de arroz Mas Pla.

Todo este entramado está dirigido los últimos años por dos personas, una de cada familia de las fundadoras: Josep Darnés y Félix Santaeularia. Una de las razones del crecimiento continuo de la firma ha sido la ambición para adquirir pequeños distribuidores locales, la mayoría de carácter familiar, que consecutivamente han preferido abandonar el mercado a cambio de dinero, justo el contrario de la estrategia planteada por los socios de Disbesa. La diversificación detallada unas líneas atrás responde a una lógica contundente: la gran ventaja de ser un distribuidor con tanta capilaridad (son miles las tiendas que sus comerciales pisan cada día) es que las oportunidades para introducir nuevas referencias -incluso marcas propias- son constantes, puesto que la relación con el comerciante es estrecha y de gran confianza.

Seguramente quien hasta ahora no conociera a este pequeño gigante catalán de la distribución, a partir de hoy cuando se cruce con un camión decorado con la bandera naranja de Disbesa será consciente que se encuentra ante una pieza clave sobretodo en el mundo de las bebidas.

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