"El talento ha estado, está y estará". El presidente de Pimec Antoni Cañete inaugura la primera jornada del salón BizBarcelona con una vehemente reivindicación del capital humano como núcleo central del progreso en sociedades inciertas y cambiantes. Las disrupciones provocadas por la pandemia, la crisis de materias primeras y transportes y las medidas de control de emisiones y lucha contra el cambio climático piden reformular las prioridades, las estrategias y los modelo de una empresa en un equilibrio precario, y que tiene que encontrar en el talento su mínimo común.
En este sentido, la conferencia Entorns que desenvolupen el teu talent: Més talent = Més ocupació, representante de varios eslabones de la cadena de valor del conocimiento del país han expuesto las necesidades del ecosistema creativo catalán y español ante tiempos volátiles. El director de emprendimiento de Keiretsu Forum Madrid, Angel Sansegundo, ve una buena situación para la creatividad empresarial a laEstado . "Hay mucho talento en España, y mucho capital extranjero que viene a apoyar a sus iniciativas". La proliferación de los grandes éxitos al entorno startup estatal y regional, además, es indicativo de su dinamismo. "Estamos ansiosos por tener más y más unicornios – añade Sansegundo – cosa que indica la buena salud de la emprendeduría".
Sansegundo: "Hay mucho talento en España, y mucho capital extranjero que viene a apoyar sus iniciativas"
La innovación que puede surgir del entorno empresarial, pero, no es necesariamente una disruptiva y explosiva cómo la que se puede asociar a los grandes unicornios. El directivo de Keiretsu reivindica el papel de la innovación "incremental" en la construcción de nuevas cadenas de valor, en contraposición con una "cultura de California" que genera un espejismo de cómo tiene que ser la empresa emergente. "Los emprendedores, en su mayoría, no son jóvenes dinámicos, sino que tienen 42 años de media, con formación y capacidad de enfrentarse a muchos retos".
En el ámbito de la empresa establecida, la atracción de talento y su retención acontecen los puntals de su futuro inmediato. Según Cañete, construir un proyecto ambicioso y que resuene con los trabajadores más capaces y creativos es la clave para "no quedarse atrás", más incluso que las condiciones laborales en un sentido tradicional. "Hoy en día la juventud no entra a un trabajo por el salario, o no solo, entra porque detrás hay un proyecto en el que cree, fundamental para llevar a cabo su plan vital".
Este es el casco de una nave que, según el catedrático de economía de la UB Juan Tugores, tiene que servir para guiar la economía, el entorno empresarial y el conjunto de la cadena de valor hacia "un futuro desconocido". "Nuestras entidades tienen que ser como la USS Enterprise, vehículos espaciales que exploran, que piensan más en un futuro inexplorat que en un pasado que ha quedado atrás". Cañete, en un sentido parecido, pide abandonar la rigidez de la organización económica tradicional para responder a la volatilidad de la nueva realidad. "Tendremos que ofrecer respuestas con la flexibilidad que requieren los cambios que están sucediendo", concluye el presidente de Pimec.
La piscina de la formación
"Hoy en día cualquier ocupación lleva vinculado el conocimiento de competencias digitales y soft skills", apunta el director de relaciones institucionales de la Fundación Telefónica Joan Cruz, reivindicando una "formación trencadora" ante los retos de una empresa y un ecosistema creativo en constante movimiento. En este sentido, el directivo del ente ha presentado en BizBarcelona el Proyecto 42, una academia de programación y formación en nuevas tecnologías impulsada en el Estado por Telefónica y con un programa educativo colaborativo basado en el autoaprendizaje y la formación P2P.
Tugores: "El talento se obtiene en parte de la educación formal, pero en buena parte haciendo el trabajo"
Tugores, cogiendo el guante, elogia el modelo de 42 como ejemplo de la "reformulación profunda" que necesitan las instituciones académicas y formativa del país ante "cambios nunca ver" en nuestras sociedades. El catedrático reivindica mayor dinamismo y agilidad en unos entornos formativos que tendrían que acercarse más a la empresa e integrar el mercado en su "cadena de conocimiento". "Robert Lucas decía que el talento se obtiene en parte de la educación formal, pero en parte al trabajo" – una demanda parecida a la de Cruz, que describe el proyecto de telefónica cómo "tirarse a una piscina a que no se sabe si hay agua".
Los programas de las instituciones formativas, en opinión del catedrático, tendría que dar cuenta de las necesidades reales del mercado laboral, menos atomizadas y separadas, más transversales. "No hay compartimentos estancos, no hay vallas" en una educación que necesita dinamismo para adaptarse a las dinámicas técnicas y profesionales del presente. "La formación que cada alumno recibirá durante el grado quedará obsoleta diversas veces durante su carrera profesional". La hoja de ruta de Tugores pasa por un inicio académico compartido, dedicado a competencias transversales e integradas, que ofrezcan a los alumnos "capacitado de aprender, estímulos por su creatividad", añade el economista.