Una vez reelegido presidente de la CEOE, Antonio Garamendi dispone de casi un mes, hasta el 21 de diciembre, cuando se constituirá el nuevo comité ejecutivo de la patronal española, para decidir qué hacer con Josep Sánchez Llibre. Si bien todo el mundo da por sentado que Foment del Treball mantendrá una de las vicepresidencias, precisamente por ser la principal organización territorial, Garamendi puede castigarlo. Y en su entorno piden represalias.
Tras ser reelegido, Garamendi lanzó un mensaje de unidad al afirmar que era la hora de trabajar “todos juntos”. Sobre su rival electoral, Virginia Guinda, vicepresidenta y portavoz de Foment, el vasco dijo que no sobraba nadie. Pero, ¿qué papel reserva a Sánchez Llibre?
Garamendi ha frenado a los dirigentes de su entorno que quieren apartar a los dirigentes de Foment de los órganos de gobierno de la CEOE, de la misma manera que Sánchez Llibre no ha hecho oídos sordos a las voces, entre ellas la de uno de sus colaboradores más cercanos, para que rompa con la patronal española. Mantendrán las formas.
Fuentes de Foment del Treball confían en que “no pasará nada”: la patronal catalana retendrá una de las vicepresidencias de la CEOE, que será para Sánchez Llibre si éste está dispuesto a repetir en el cargo. Desde la patronal madrileña CEIM sólo precisan que, si Sánchez Llibre continúa, que esperan que así sea, “tendrá que comerse algunos sapos” por desafiar a Garamendi en unas elecciones. Si bien todo el mundo da por hecho que Garamendi le ofrecerá una de las once vicepresidencias, no está nada claro que Sánchez Llibre siga ejerciendo su influencia en el área de las relaciones de la CEOE con las Cortes españolas. Podría rebajarlo a "vicepresidente florero", advierten.
Garamendi quitó a Sánchez Llibre “la exclusiva” de las relaciones de la CEOE con las Cortes españolas
A Sánchez Llibre le trae sin cuidado una vicepresidencia porque, en realidad, lo que le atrae es influir en las relaciones de la gran patronal española con las instituciones políticas, un papel que empezó a desempeñar cuando Joan Rosell presidía la CEOE. Las fuentes consultadas apuntan que uno de los motivos del enfrentamiento de Sánchez Llibre con Garamendi es que le quitó “la exclusiva” de las relaciones con las Cortes y diluyó su función. Precisan que la exministra popular Fátima Báñez, presidenta de la Fundación CEOE desde julio de 2020, mantiene contactos con las formaciones e instituciones políticas.
Durante la campaña, varias informaciones periodísticas de digitales madrileños han atacado a Sánchez Llibre precisamente por lobbysta. En este sentido, han recordado su relación con Vicente Martínez Pujalte, ex diputado murciano del PP, ahora en el mundo de los negocios, que ejerce desde hace tiempo como miembro del consejo asesor del presidente de Foment del Treball. Sánchez Llibre siempre ha defendido la acción de lobby ante las instituciones.
Las elecciones a la CEOE han desgastado a Sánchez Llibre y han debilitado a Foment del Treball porque el resultado ha sido una “derrota”, según reconocen incluso los que votaron por Guinda. Uno de ellos señala que no esperaban llegar al 30%, como anunció la candidata catalana en la campaña, pero si superar el 20%, un umbral que les dotaría de cierta fortaleza interna. El problema es que se quedó con el 13,5%, con sólo 87 votos, menos de los previstos antes de la votación.
Guinda arañó pocos votos más allá de Foment –de los 45 electores con derecho a voto, sólo 37 viajaron a Madrid– y del resto de organizaciones que le apoyaban –10 electores más, contando Faconauto (concesionarios de vehículos), Acogen (cogeneración energética) y Fecic (Cárnica)–. Las fuentes consultadas indican que el resto de votos vinieron de las patronales valencianas que, si bien se alinearon públicamente con Garamendi, tuvieron desertores en sus filas.
Garamendi cuenta con oposición interna, pero Guinda y Sánchez Llibre no han logrado aglutinarla a su favor
Dentro de la CEOE existen otras organizaciones críticas con Garamendi como la madrileña CEIM, Cepyme, Anfac o la agrícola Asaja, pero una tras otra también se situaron por el voto a favor de Garamendi. Además, de los 789 electores con derecho a voto en estos comicios cerca de un 20% prefirió quedarse en casa. Garamendi tiene oposición interna, pero Guinda, con el apoyo de Sánchez Llibre, no lograron aglutinarla a su favor. Uno de sus votantes apunta que no ayudó a que se anunciara la candidatura tan tarde, con tan poco tiempo de campaña, porque “cuesta cambiar el voto” en unas elecciones patronales. También indican que careció de “discurso”.
Hoy por hoy, Foment está lejos de lanzar una alternativa con éxito de cara a las elecciones de la CEOE de 2026, en las que Garamendi no podrá presentarse a causa de la limitación de mandatos. Sánchez Llibre dará explicaciones en el comité ejecutivo y junta directiva de Foment en la reunión ordinaria prevista para el primer lunes de diciembre.