Gotham City, el fondo especulador que se hizo famoso hace diez años por provocar la caída de Gowex, vuelve a ser noticia por unas duras acusaciones contra Grifols. En un comunicado hecho público esta mañana, Gotham City acusa la multinacional farmacéutica de haber manipulado sus cuentas y, a la vez, no le da ningún valor a las acciones. Grifols cerró la jornada del martes con una caída del 26% en la bolsa de Madrid. "Creemos que Grifols ha manipulado su deuda declarada y el resultado bruto de explotación para rebajar, artificialmente, un apalancamiento", detalla Gotham. Uno de los puntos polémicos, bajo el criterio del fondo es la relación entre Grifols y ScrantonEnterprises. Esta última sociedad es desde donde la familia Grífols gestiona su participación en la compañía farmacéutica. El fondo afirma que la documentación financiera no recoge préstamos entre Grifols y Scranton.
Así mismo, Gotham City entiende que la aparición de ThomasGlanzmann como nuevo CEO no representa "ningún cambio de dirección", porque ha ocupado cargos de responsabilidad desde el año 2006. El pasado mes de diciembre, el actual presidente de honor y consejero dominical de Grifols, Víctor Grífols Roura, dejó el consejo de administración de la farmacéutica después de casi 40 años. Según informó la compañía, el artífice de la transformación en una empresa global ha decidido retirarse. "Ahora que la compañía ha vuelto al camino del crecimiento sostenible, ha llegado la hora de pasar página y empezar el siguiente capítulo", afirma Grífols Roura y ha reconocido que lo hace "muy orgulloso, desde la humildad y la admiración de todo lo que se ha conseguido por los pacientes y la sociedad".
Su lugar lo ocupará Albert Grífols Coma-Cros, nieto de Josep Antoni Grífols y Lucas, y que hasta septiembre de 2024 era el director de innovación científica de Grifols. Grífols Roura ya había dejado la dirección ejecutiva de la compañía en 2017, y desde el 2022 tampoco era presidente del consejo. Recientemente, Grifols también ha vendido el 20% de su participación en la compañía china Shanghai RAAS al grupo asiático Haier por 1.800 millones de dólares (1.600 millones de euros). Pese a la venta, Grifols conservará una participación "significativa" del 6,58% en la empresa china y continuará formando parte del consejo de administración con un miembro. La multinacional catalana ha detallado que los ingresos de la operación servirán para reducir su deuda. Así mismo, ha destacado que desde su alianza con Shanghai RAAS hace tres años ha desarrollado "con éxito" medicamentos plasmáticos para el mercado chino, que es "esencial" en su estrategia de crecimiento.
Grifols rechaza "categóricamente" las acusaciones de malas prácticas
Grifols ha reaccionado a las palabras de Gotham City con un comunicado en el que rechaza "categóricamente" las acusaciones de malas prácticas financieras. La multinacional farmacéutica asegura que, como "empresa cotizada", siempre informa de todos sus movimientos con "el máximo nivel de integridad y transparencia". En este sentido, Grifols defiende como sus cuentas “han sido auditadas desde el año 2018 y, a la vez, comunicadas al regulador español”.
Por su parte, Gotham City "no cree que la situación financiera de Grifols sea sostenible". El fondo justifica este posicionamiento en el hecho que la farmacéutica nunca ha producido flujos de caja suficientemente consistentes para aguantar un incremento de los intereses. Grifols ha finalizado su comunicado con una defensa de la acción del gobierno corporativo, "desde donde promoveremos normas estrictas para nuestros informes de contabilidad y las prácticas empresariales".
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Rodrigo Buenaventura, asegura que el organismo ejercerá sus competencias para "esclarecer la situación" de Grifols. El organismo ya se ha puesto en contacto con la empresa y trabajarán los próximos días para conseguir "información adicional". De cara a los inversores, Buenaventura ha dicho que son la principal prioridad, pero "no se les protege suspendiendo la cotización de la firma". Más allá del posicionamiento de la Comisión, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, pidió "prudencia".