José Combalía, un negocio de chapa y corona

La empresa más antigua del mundo de tapones de lata para las botellas de vidrio lleva cuatro generaciones dedicadas a la producción de este producto

Tapones de corona, conocidos popularmente como chapas Tapones de corona, conocidos popularmente como chapas

José Combalía produce tapones de corona, popularmente conocidos como chapas. Toda botella de vidrio de agua, cerveza o refresco lleva una. "Y lo hacemos desde el año 1923", dice Josep Maria Planas Combalía (1941), presidente hijo del fundador de la empresa. José Combalía es la compañía más antigua del mundo que se dedica a esta actividad, una empresa familiar que sella botellas de Coca-cola, Damm o Mahou y exporta en Europa y la África. Cuatro generaciones al servicio del embotellador.

Este es un producto en que no se puede innovar mucho, sólo en procesos y maquinaria. Con un diseño muy concreto regido por una DIN -la 6099 según recita de memoria Planas-, el producto es lata (hierro recubierto de estanque o cromo) y dentro lleva una junta que antes era de corcho y ahora es de plástico. Y 21 puntas, ni una más, ni una menos. "Las nuestras traen una Uno al lado, de único, porque nunca las hemos cambiado", apunta Planas.

"El segundo engaño"

xapaEl tapón de corona lo inventa el 1892 un irlandés emigrado en los Estados Unidos denominado William Painter y que originó la Crown Cork Company, "que ya no hace chapas". Un golpe la patente venció otras la explotaron, pero antes las grandes cerveseres como El Águila Negra y la Corunna Brewing Company importaban los tapones de alguna filial europea de la Bond Crown and Corck Co, heredera de la de Painter.

Josep Combalía, el abuelo de Josep María Planas Combalía, fundó una industria de aceros esmaltados. "La Esmaltería Española, en la calle Consell de Cien esquina Urgell", dice Planas. Mientras hacía ollas, baterías de cocina, palanganes y orinals, un socio le propuso de entrar al negocio del tapón corona.

En aquella época los industriales gerundenses del corcho llevaban de los Estados Unidos máquinas de segunda mano para hacer los tapones. Se metió como socio capitalista, pero no se dedicó mucho a la gestión de la empresa.

Combalía tenía tres hijas y un hijo. "Una de ellas festejaba con mi padre, que estaba a punto de colocarse en otra empresa", pero entonces el abuelo le pidió que pusiera dinero y entrara a la compañía de los tapones. "Puesto que te casarás con la hija, te endilgo la hija y la empresa". Planas ríe cuando dice que "el padre siempre decía que esta es el segundo engaño que le hizo el suegro".

José Combalía es la empresa más antigua que hace tapones de corona y produce 17 millones al día

En aquel momento la empresa estaba casi abandonada y el padre Planas se dedicó plenamente. La primera planta era a la Travessera de Gràcia entre Nápoles y Sicilia, al número 274.

El julio del 1936 la empresa es col·lectivitzada y el comité prohíbe taxativamente que "el burgués Combalía" sustituya a su yerno que ingresa a "las milícias" y que era el que "hacía funcionar la empresa", río. Después de la Guerra Civil la empresa volvió a la propiedad, pero la posguerra desde 1939 y hasta los 50 comportó grandes dificultades de abastiment de materiales.

El impulso cervesera

El negocio del tapón corona ha dependido sobre todo del consumo de bebidas. "A partir de los años 50 cuando las grandes cerveseres cogieron impulso el negocio creció", acompañado de los planes de estabilización y las licencias de importación, a la vez que las siderurgias normalizaban las entregas. José Combalía fue el primer fabricante homologado por Coca-cola el 1949.

La planta de José Combalia a la Travessera de Gràcia

La planta de José Combalía en la calle Maracaibo | Cedida

Cómo es un negocio con un margen muy pequeño y establo, las grandes multinacionales han dejado de producir sus propios tapones. A los años 60 había 37 empresas dedicadas al tapón corona. Actualmente en el mundo hay unas 30 empresas, sobre todo emprendidas familiares, dedicadas a esta actividad. "En Europa somos 8 empresas y a la península Ibérica somos dos. Somos la empresa más antigua de tapones de corona del mundo", dice el gerente de la empresa e hijo de Planas, Josep M. Planas Rodríguez (1974).

El 1968 se trasladaron para no molestar la escuela de los Maristes que tenían detrás. Marcharon muy cerca de La Maquinista. El abuelo Planas muere el 1973 y su hijo toma el relevo, mientras los otros tres hermanos han optado por otros negocios. El año 2001 inauguraron la actual planta en Sant Feliu de Buixalleu. Antes de esta decisión, pero, la empresa pasó un momento crítico: "Lo dejamos correr? O echamos fuerte adelante? Teníamos una medida pequeña respecto de los competidores europeos y no quedaba claro quién de los cuatro hermanos quería seguir el negocio". En una apuesta familiar salieron adelante y desde entonces han triplicado el volumen de la compañía.

Con una facturación de 16 millones de euros, José Combalía exportan 40% de su producción

"Hemos optado para priorizar el negocio a los bolsillos familiares, porque haguès sido muy fácil dejar estar la actividad", apunta el gerente.

Sostenibilidad y negocio

La competencia internacional es fuerte, con dos grandes grupos y el resto de compañías también de la misma medida que José Combalía. Y pues, como diferenciarse haciendo un producto que todo el mundo lo puede hacer igual? "El servicio y el trato al cliente es un gran disparo diferencial", explican.

José Combalía

Josep Maria Planas hijo y padre durante la entrevista | Àngel Bravo

Con una facturación de 16 millones de euros, José Combalía exportan 40% de su producción y el resto se queda en casa. Así, cuentan entre sus clientes a grandes empresas como Damm, Coca-cola, Mahou, San Miguel y las grandes cerveseres del Estado, además de otras compañías más pequeñas. "Es curioso como se repite la historia, antes cada pueblo tenía su gaseosa y ahora vemos muchas cervesers locales", explica Planas.

Producen 17 millones de chapas diarias, unos 4.500 millones de tapones corona al año. "El mercado europeo ronda los 80.000 millones de chapas, al Estado español alrededor de los 6.000 millones", detallan. La empresa da trabajo a 40 trabajadores, pero la parte de impresión, que está externalizada, emplea 60 personas. La compañía que da color a las planchas metálicas está puerta con puerta en el polígono industrial y está participada por José Combalía.

A José Combalía siempre han invertido en maquinaria para hacer rentable el negocio, apostando por la calidad y el respecto al medio ambiente. Las chapas son 100% reciclables y esto es un punto fuerte para José Combalía: "Las empresas apuestan actualmente muy fuerte en la sostenibilidad y las chapas y las botellas de vidrio lo son". Y perjudica sus competidores, como el plástico o las latas: "De hecho, siempre que podemos criticamos la lata porque además llevan componentes delicados por la salud".

"Nuestro futuro no es malo", dice el gerente. A pesar de que mayoría de envases de vidrio los concentra el canal horeca, ven con buenos ojos la implantación del sistema de regreso de envases por el gran público, que potenciaría el consumo y reutilización de envases de vidrio. Y por lo tanto el consumo de chapas. "A los conglomerados productores de latas no los interesa nada, hay muchos intereses cruzados, pero todo llegará", prevén.

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