Mensajes pacificadores del 'cava no catalán'

Fernando Medina mantiene que "ahora no toca" hablar de la ampliación de la denominación de origen sino de la calidad del producto

Fernando Medina, consejero delegado de Dominio de la Vega, abogado y nuevo miembro del Consejo Regulador del Cava | Cedida Fernando Medina, consejero delegado de Dominio de la Vega, abogado y nuevo miembro del Consejo Regulador del Cava | Cedida

Fernando Medina, consejero delegado de Dominio de la Vega, una bodega de Requena (Valencia), formará parte del nuevo Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cava. Será la primera vez que un representante de los viticultores de fuera Catalunya entre en el gobierno del cava en sus 36 años de historia. Pero asegura que no viene para enfrentarse con sus colegas catalanes sino para integrarse en un frente en común.

En una conversación con VIA Empresa, Fernando Medina subraya que su "mensaje" es "pacificador" porque los productores de Catalunya, Valencia y Extremadura "hablamos el mismo lenguaje y tenemos los mismos problemas". Recalca que reconoce la "tradición histórica del Penedès" y rechaza la etiqueta de 'cava no catalán', en referencia a los productores otras autonomías, porque "todos hacemos cava".

A pesar de los conflictos que ha mantenido en el pasado con el Consejo Regulador, Medina asegura que "siempre me han tratado con una corrección exquisita". Incluso, detalla que las reuniones en las que ha tomado parte se han desarrollado en castellano pese a que les indicó que podían expresarse en catalán porque, como hijo de Torrent, habla perfectamente el valenciano.

El representante de los productores de Valencia y Extremadura ha mantenido conflictos con el Consejo Regulador desde su misma constitución en 1986

Como abogado, ha pleiteado contra la administración pública y el Consejo Regulador desde el mismo momento de su constitución. En 1986 ya lideró el proceso para conseguir la entrada de Requena dentro de la denominación de origen.

Pese a que desde Valencia y Extremadura se ha reclamado con insistencia la ampliación de la superficie de la denominación de origen cava, con la intención de incrementar la producción, Medina mantiene que "ahora no toca hablar de ampliaciones, sino de calidad". Argumenta, en la misma línea de los viticultores catalanes, que incrementar la producción supondria vender el cava más barato.

"Nuestra competencia no debe ser el prosecco sino el champán"

Advierte que el cava está perdiendo cuota de mercado ante el prosecco. Pone como ejemplo lo que ocurre en el Reino Unido, donde su consumo se ha disparado, con unos precios superiores a los de los cavas sencillos cuando la elaboración de los primeros resulta mucho más barata. Insiste en que los cavistas no pueden competir con el prosecco en volumen, pero sí en calidad. Por eso mantiene que "nuestra competencia no debe ser el prosecco sino el champán".

"La italianización"

Apuesta para "italianizarnos", pero no para copiar sus espumosos sino para inspirarse en las campañas de promoción de sus productos. Pone como ejemplo a la Toscana, donde se incide en el paisaje y la historia para vender sus vinos.

Precisamente, sobre la polémica de los bajos precios de la uva que se paga a los productores, Medina apunta que, "si nos italianizamos, venderemos más caro el cava y, por lo tanto, también se pagará más por la uva".

Se muestra crítico con las campañas de marketing y comunicación del Consejo Regulador. Considera que no contribuyen a subrayar la calidad del cava respecto a los espumosos que se producen en otros países. Incluso echa de menos "el anuncio de las burbujas" de Freixenet por considerar que beneficiaba al conjunto de los productores.

La propiedad de las grandes marcas

Indica que genera "incertidumbre" en el sector que dos grandes marcas como Freixenet y Codorníu sean propiedad de grandes corporaciones extranjeras. Desde 2018, la primera pertenece al grupo alemán Henkell y la segunda, al fondo norteamericano Carlyle. Teme que los intereses de los accionistas mayoritarios de esta marcas y de otras que caigan en manos de multinacionales extranjeras puedan llegar a diferir de los que defienden las bodegas medianas y pequeñas.

Desde la candidatura Viticultors del Cava -integrada por Unió de Pagesos, JJoves Agricultors i Ramaders y por la Associació de Viticultors del Penedès- se ponen en entredicho las "inquietudes" de Medina. Antoni Borràs, de Unió de Pagesos y miembro del nuevo Consejo Regulador, recuerda que Medina representa a una empresa viticultora (hecho que le ha permitido presentarse a las elecciones) pero que también es el consejero delegado de una bodega (Dominio de la Vega) y ejerce de abogado. Estas dos últimas condiciones le diferencia del resto de electores de este epígrafe, que son agricultores o pequeñas empresas no cooperativas.

Sobre la baja participación de los productores catalanes, hecho que, precisamente, posibilitó la entrada de Medina, se apuntan varios motivos: los bajos precios de la uva, que desmotivan el electorado, o las dudas sobre el plan estratégico presentado por el Consejo Regulador.

Xavier Pagès se mantiene como único candidato de consenso para renovar como presidente del gobierno del cava

No obstante, esto no impedirá la reelección de Xavier Pagès como presidente del Consejo Regulador en la junta convocada para final de julio. Ninguno de sus miembros se ha posicionado en contra. De los 12 representantes del consejo, seis son a propuesta de las empresas embotelladores y seis más han sido elegidos entre las diversas categorías de productores. Sobre Pagès, Medina afirma que "ha hecho una gran tarea".

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