Ha pasado siglo y cuarto desde que los trabajos sucesivos de Maxwell, Hertz, Tesla y Marconi pusieron al alcance de todo el mundo un sistema de comunicación que hizo fortuna, la radio. Después de todos estos años, este medio no solo se resiste a morir, sino que se reinventa con cada crisis para seguir presente en las vidas de la gente. En contra de los pronósticos, la televisión no mató a la radio e internet tampoco ha acabado con ella, sino que la red todavía le ha dado una nueva vida a través de lo que se conoce como podcasting, en un entorno en que las fronteras de los medios se desdibujan para convertirse en un contínuum donde lo que importa es la información transmitida porque los dispositivos físicos han pasado a ser simples refugios transitorios.
Desde un punto de vista comercial, la radio estatal se sustenta sobre cuatro grandes grupos, tres son privados y uno es público. En Catalunya se suman las dos grandes emisoras (Catalunya Radio y RAC1), además de la subsidiaria de la radio pública estatal, Radio 4. El grupo de emisoras de la Cadena Ser (Prisa Radio, a efectos empresariales) es líder en facturación, con más de un 40% de la inversión publicitaria de todo el sector, lo que se traduce en unos ingresos de casi 150 millones de euros. Dentro del paquete de frecuencias de la Cadena Ser, está la emisora musical Los40 y la colombiana Caracol Radio. En Catalunya, estamos cerca de quitarnos de encima la emisora Ser Catalunya, heredera de la antigua Ona Catalana, que desapareció en 2007. Hasta hace pocas semanas, el 20% del capital de Prisa Radio estaba en manos de Grupo Godó, que en aquellas fechas acordó la venta de su participación por 45 millones de euros. Por lo tanto, ahora el 100% pertenece a la matriz, al Grupo Prisa. A pesar de tratarse de una firma establecida en Madrid, en sus orígenes Catalunya tuvo un peso trascendente, porque uno de los pilares sobre el que se constituyó el conglomerado fue Radio Barcelona, la emisora pionera del Estado (cuando menos, desde un punto de vista oficial), que había empezado sus emisiones en 1924. Cuando, en 1926, Radio Barcelona se asoció a Unión Radio, un grupo con sede en Madrid, los accionistas catalanes perdieron el control de la emisora. Con el tiempo, Unión Radio mutó a Sociedad Española de Radifusión, el embrión de la Cadena Ser de hoy día. Sobre la naturaleza del grupo Prisa y de sus propietarios actuales, el 11 de diciembre del 2020 publicamos este artículo que, en estos momentos, continúa plenamente vigente.
Por detrás de la Ser se sitúa la Cadena COPE (Cadena de Ondas Populares Española), estrechamente vinculada con la Conferencia Episcopal, es decir, a los aparatos de la iglesia católica en España. La sociedad matriz del grupo es Radio Popular, SA – Cadena de Ondas Populares Española y fue creada en 1971, cuando una estela de emisoras parroquiales se agruparon en una única sociedad. Como decíamos, el máximo accionista del grupo de emisoras es la Conferencia Episcopal Española (CEE), que controla un 87% a través de su holding Ábside Media. El resto del capital está en manos de accionistas de todo pelaje, entre los que encontramos (o encontrábamos) al naviero Vicente Boluda Fos (durante medio año, en 2009, fue presidente del Real Madrid, periodo en el que dejó para la historia una frase con las palabras "chorrear" y "Liverpool"), a la ONCE o a varias mutuas de seguros, entre otros. El grupo también incluye las enseñas musicales Cadena 100 y Rock FM, así como el canal de televisión TRECE. Antes de la pandemia, sus ingresos se situaban cómodamente por encima de los 100 millones de euros anuales, de forma que es probable que, superado la sacudida pandémica, este año se acerquen ya a los 150 millones.
La televisión no mató a la radio e internet tampoco ha acabado con ella, sino que la red todavía le ha dado una nueva vida
La tercera en discordia del póker estatal es Onda Cero, una cadena mucho más joven que sus competidoras, ya que nació en 1990, mediante la fusión entre Rueda de Emisoras Rato -la cadena de radiodifusión de la familia Rato- con una frecuencia que poseía la ONCE, la Organización Nacional de Ciegos de España. En aquella operación, la ONCE invirtió 4.500 millones de pesetas (27 millones de euros), que fueron a parar a los bolsillos de la familia Rato como contrapartida por la venta de sus 63 emisoras. Como la ONCE también era un accionista de referencia de la neonata Tele5 (ahora Telecinco), las dos emisoras se consideraban hermanas. Además, la denominación Onda Cero no era más que un trasunto de ONCE, pero no todo el mundo cae en la cuenta. Después de una década de explotación de la red de frecuencias, en 1999 los ciegos se desprendieron de la cadena, que fue a parar a manos de Antena 3 Televisión por 18.000 millones de pesetas (108 millones de euros). Hoy día, forma parte del conglomerado Atresmedia, que engloba Antena 3 Televisión, La Sexta, varias cadenas de televisión minoritarias (Neox, Nova, Mega, etc.), la mencionada Onda Cero, Europa FM, Melodía FM y otros negocios de la industria audiovisual. Los máximos accionistas del holding son la familia Lara, que controlan un 42% del capital a través de la sociedad Planeta Corporación SRL; por detrás de ellos está RTL Group (alemanes, líderes del mercado audiovisual europeo), con un 19% y el resto está formado por una constelación de fondos de inversión.
El más pequeño de los grandes del mercado estatal es el operador público Radio Nacional de España, nacido durante la Guerra Civil en el bando franquista y con el apoyo de la tecnología nazi. Actualmente cuenta con un amplio abanico de emisoras para satisfacer a su audiencia: Radio Nacional (antigua Radio 1, la frecuencia generalista del grupo), Radio Clásica (antigua Radio 2, ahora dedicada a la música clásica), Radio 3 (emisora musical), Radio 4 (emisora en catalán), Radio 5 todo noticias (solo informativos) y Radio Exterior de España (fomento de la cultura española en el exterior). Forma parte del grupo Radio Televisión Española, el ente público de radiodifusión.