Las personas, elemento fundamental para la industria 4.0

El miedo de los trabajadores a la industria 4.0, uno de los retos a superar

Monte, empresa familiar catalana dedicada a las fragancias |Cedida Monte, empresa familiar catalana dedicada a las fragancias |Cedida

"Hemos hablado de tecnología, pero esto va sobre todo de personas. Estas tecnologías están disponibles para todas las empresas y lo que nos ofrece una ventaja competitiva es el uso que hagan las personas". Es la reflexión sobre la industria 4.0 que hizo José Luis Romero, director de planta de Puig , empresa familiar catalana dedicada a las fragancias que engloba marcas cómo Carolina Herrera, Paco Rabanne o Jean Paul Gaultier.

Romero explicó la experiencia de Puig en este proceso de tranformació durante la jornada organizada por la Fundación por la Industria. Puig inició su apuesta en la industria 4.0 el 2016, cuando se dieron cuenta que con su modelo de fabricación tradicional tenían que hacer grandes esfuerzos para obtener pequeñas mejoras en la productividad y la eficiencia. Así, decidieron adentrarse en la fabricación avanzada.

Y a pesar de ser una gran empresa, al inicio también dudaron de si todas esas tecnologías eran para ellos. Pero el objetivo estaba definido: "Responder a las nuevas necesidades del mercado y que nuestro producto esté en el coste, la calidad y el tiempo que quieren los clientes".

La importancia de las personas

Pero si una cosa tenían clara era la importancia de las personas. La impresión en 3D, la robotització o el Big Data son tecnologías al alcance de toda la industria y son los equipos los que marcan la diferencia. Por implentar las transformaciones, decidieron hacerlo primero en una línea de producción de una de sus tres plantas. Así conseguían testearla y adaptarla a sus necesidades.

Un consejo que comparte Sara Forné, directora adjunta de Mobenia , una empresa dedicada a la elaboración de muebles: "Es muy importante ir paso a paso por los diferentes estados de madurez digital. No querer correr".

La industria 4.0, el miedo de los trabajadores?

"Hemos conseguido que el conocimiento del modelo y de las tecnologías están dentro de nuestra organización. En el 4.0 se pueden hacer tantas cosas cómo el equipo se pueda imaginar. Por eso es importante tener el conocimiento", apunta Romero.

Una realidad es que cuando un trabajador de una fábrica escucha hablar de la industria 4.0, la primera reacción no es positiva. Por eso, desde Puig recomiendan hacer las implentacions con "transparencia" y "involucrando todo el equipo". "Hemos automatizado los lugares más exigentes físicamente y repetitivos", detalla. Y como prueba, Romero asegura que en los últimos tres años no han registrado ningún accidente laboral con baja.

En este sentido, para Sara Forné la implicación del personal es fundamental, así como la formación que ofrece la empresa a los trabajadores.

La transformación de una fábrica y los robots colaborativos

Romero puso algunos ejemplos de los procesos de digitalización que han impulsado a sus plantas. Uno de ellos es la robótica colaborativa, en que máquinas y personas comparten espacio y tareas. "Nos aporta más flexibilidad y mucha más productividad a coste inferior que la robótica tradicional", apunta.

Sistemas de visión artificial para hacer controles de calidad, vehículos sin conductor para transportar palets por el almacén o la fabricación aditiva para hacer prototipos o piezas para sus máquinas son otros de los adelantos que han salido adelante.

Todo ello ofrece "agilidad, eficiencia y sostenibilidad", los "tres pilares de la fabricación avanzada".

Una apuesta arriesgada

Mobenia es una empresa artesana nacida en 60 en la Sénia, dedicada tradicionalmente a la elaboración de mobiliario de gama media-alta. La crisis del 2008 tuvo unos "efectos devastadores" en el sector, también para ellos. A pesar de hacer un cambio de rumbo temporal que no les funcionó, la apuesta fue la industria 4.0.

"Seguimos invirtiendo en robots autónomos y otras tecnologías. Si queríamos seguir vivos, teníamos que ir haciendo estas innovaciones. Tuvimos que ser valientes", reconoce la directora adjunta. Y el camino, que iniciaron el 2019, lo empezaron gracias a los bonos de Acción para la transformación de la pyme catalana.

Josep Roca: "Pedimos muchos más recursos al desarrollo de verdaderas políticas industriales"

Unas ayudas que desde la Fundación Industria valoran positivamente, pero también con un mensaje para los gobiernos, que puso de manifiesto su presidente, Josep Roca: "Pedimos muchos más recursos al desarrollo de verdaderas políticas industriales. Las echamos de menos. En investigación y desarrollo, formación e incentivos fiscales".

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