Este domingo se cumplirá un año de que un aviso del servicio de emergencias diera un vuelco al destino de una de las grandes sagas empresariales catalanas. A las 12:39 horas del 14 de diciembre de 2024, los Mossos d’Esquadra recibían la alerta: un hombre había caído de gran altura por un barranco de las Cuevas del Salnitre, en Collbató, en la orografía abrupta del macizo de Montserrat. La unidad de montaña rescató el cuerpo sin vida de Isak Andic Ermay, fundador de Mango y propietario de la sociedad anónima unipersonal Punta Na.
Y es este último nombre, Punta Na, el que actúa como una rama más dentro de la estructura patrimonial de la familia Andic. Domiciliada en el primer piso del número 65 del Paseo de Gracia, justo al lado de la tienda Mango Teen inaugurada en junio de 2024, la sociedad agrupa las inversiones inmobiliarias de la familia en España, Francia, Turquía, la República Checa y Grecia.
Por encima de esta, opera Punta Na Holding, la cabecera del entramado societario, que concentra el 95% de Mango, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. El 5% restante de las acciones de la multinacional está en manos del consejero delegado, Toni Ruiz, a quien Andic le cedió el porcentaje de capital en reconocimiento de su gestión.
La discreción que rodea Punta Na es tal que, a raíz de la muerte de Isak Andic y la polémica desencadenada a su alrededor, se estableció una segmentación de portavoces
La discreción que rodea Punta Na es tal que este diario ha tenido que contactar directamente con Mango para obtener información sobre la firma inmobiliaria. Desde el departamento de comunicación de la casa de moda catalana han explicado que, a raíz de la muerte de Isak Andic y la polémica desencadenada a su alrededor, se estableció una segmentación de portavoces: unos se dedican a gestionar las consultas de medios sobre la marca textil, y los otros a la vertiente inmobiliaria.
En este último caso, la gestión recae en el equipo de la misma agencia barcelonesa, que es quien centraliza las consultas relativas al holding patrimonial y sus ramas, aunque algunas también se resuelven desde Madrid. La interlocución, sin embargo, no ha podido ir más allá y ha quedado limitada a preguntas sin respuesta, como la tipología de activos que manejan o el alcance de sus inversiones. Sí se ha reconocido, en cambio, que buena parte de las inversiones de la firma se destinan principalmente a tiendas físicas de Mango.
Ganancias de 62 millones, destinadas a compensar pérdidas

Fundada en 1990, las cuentas consultadas declaran como actividad principal la compra de activos y locales para destinarlos al alquiler o a la venta, así como la participación en otras empresas. La sociedad patrimonial opera hoy con una plantilla de diecisiete trabajadores -diez hombres y siete mujeres- dedicada a la gestión de inmuebles e inversiones. El balance de 2024 refleja un beneficio neto de 62 millones de euros, que se ha destinado íntegramente a compensar las pérdidas acumuladas en ejercicios anteriores. El origen de estos números rojos se remonta a la pandemia, cuando Punta Na redujo un 38% su cifra de negocio y cerró 2020 con un resultado negativo de 1,4 millones, según publicó El País.
Sin embargo, los beneficios provienen sobre todo del resultado financiero, que ha multiplicado por siete su aportación respecto al año anterior. Los ratios corroboran el saneamiento: el fondo de maniobra se ha disparado hasta los 53,7 millones -con una ratio de 2,38-, la liquidez inmediata ha pasado de 0,31 en 2023 a 3,22 en 2024, y el endeudamiento se ha reducido ligeramente, unos 0,07 puntos. Además, los valores mobiliarios están valorados en 337 millones de euros, mientras que el patrimonio neto se ha elevado hasta los 507 millones, en comparación con los 445 millones del año anterior.
El patrimonio neto de Punta Na se eleva hasta los 507 millones de euros, en comparación con los 445 del año anterior
Por otro lado, cabe decir que la gobernanza recae en un consejo de administración formado por cuatro miembros, los tres hermanos Andic y un cuarto consejero cuya identidad no se ha hecho pública. Además, la información financiera de Punta Na está avalada por la figura de un auditor, que ha emitido un informe para certificar que las cuentas anuales recogen con veracidad la situación financiera y patrimonial de la empresa. Esta validación aporta transparencia formal a una sociedad que, a pesar de su discreción, concentra operaciones de gran alcance y activos estratégicos.
El reparto del pastel

La gestión hermética de Punta Na precipitó, con la muerte del fundador, un relevo inmediato. Sus hijos, Jonathan, Judith y Sarah Andic asumieron la propiedad a partes iguales y el cambio se formalizó en cuestión de días. El Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) publicó el 19 de diciembre de 2024 los nuevos cargos: Jonathan pasaba a presidir Punta Na Holding, mientras que Judith y Sarah entraban en los consejos de las patrimoniales.
Al mismo tiempo, los tres hermanos impulsaron un nuevo entramado societario destinado a la gestión de valores mobiliarios. Tal como recoge Forbes, en julio Jonathan creó Black Indigo AR Corporation, Sarah fundó Kiwi AR Corporation y Judith registró Pitaya AR Holdings. Con un capital social de 1.187 millones de euros, muy superior a los 100.000 euros de las anteriores, las tres comparten sede en el número 65 del Paseo de Gracia, epicentro histórico de la familia Andic.
La nueva arquitectura societaria se refleja en el organigrama familiar: Jonathan preside Punta Na Holding y Mango MNG Holding, además de ser vicepresidente de la multinacional; Sarah ejerce de vicepresidenta de MNG Mango Holding, secretaria de Punta Na Holding y presidenta de Punta Na SA; y Judith figura como vicepresidenta de MNG Mango Holding, consejera de Punta Na Holding y vocal en Punta Na SA.
Los tres hermanos impulsaron un nuevo entramado societario destinado a la gestión de valores mobiliarios, con un capital social de 1.187 millones de euros, muy superior a los 100.000 euros de las anteriores
La configuración se ha reforzado con la decisión de la junta de accionistas de Punto Fa, la sociedad que aglutina Mango, de transformarse en anónima en junio de este mismo año. El movimiento dota a la empresa de una estructura más propia de las grandes corporaciones, con acciones transmisibles y mayor flexibilidad de gobernanza, aunque la compañía ha descartado por el momento su salida a bolsa.
Desde entonces, los tres hermanos han protagonizado operaciones de gran alcance en el plano patrimonial. Este verano cerraron la recompra del centro logístico de Mango en Lliçà d’Amunt -que era propiedad de Brookfield- por unos 170 millones de euros, y anteriormente habían adquirido por 60 millones el local de la firma italiana Prada en el Paseo de Gracia. Ambas compras refuerzan la posición familiar sobre los inmuebles estratégicos y garantizan la continuidad del modelo patrimonial.
En definitiva, el laberinto societario de los Andic sitúa Punta Na como una piedra que no se muestra, pero que sostiene parte del edificio. Tras los balances y los consejos de administración, la sociedad es también la joya inmobiliaria que brilla dentro del diamante multimillonario de la familia, que sitúa a su fundador en el ranking de los multimillonarios más ricos de Catalunya. A pesar de su opacidad, Punta Na es una muestra de la esencia de un legado que se extiende más allá de Mango y la sombra de la muerte del fundador.