Los reproches de una despedida anunciada: las razones del cierre del Llobregat Centre

Cornellà se despide del que fue su primer centro comercial. Conocido durante mucho tiempo como el Eroski -porque antes del Carrefour, el supermercado principal del centro era el Eroski-, el Llobregat Centre abrió sus puertas en 1994 y las cerrará progresivamente 28 años después, entre el 9 y el 28 de enero del 2023. ¿El motivo? Según fuentes del Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat, el propietario mayoritario habría dejado de pagar los gastos comunitarios, provocando la quiebra del centro comercial. El impago de las cuotas, además, habría sido intencionado, con el objetivo de provocar el cierre de un centro comercial que no ha sabido hacer frente a su principal competidor: el Splau.

En sus primeros años de trayectoria, el Llobregat Centre no había tenido competencia y era considerado un referente en el Baix Llobregat. Compartía escenario con el hipermercado abierto del Prat de Llobregat (este sí, el primer hipermercado abierto que se abrió en España), y la Farga de l'Hospitalet de Llobregat, que se inauguró en 1996 bajo el nombre Max Center. Pero todo cambió en el 2010 con la llegada del Splau: más metros cuadrados, mejores instalaciones, más servicios, al aire libre, mejor ubicación y una estrategia mucho más ambiciosa: convertirse en el mayor centro de compras, ocio y restauración de la zona del Baix Llobregat. Solo había una opción: pivotar.

El referente que no supo reposicionarse

El Splau no solo le robó la oferta comercial a su predecesor, sino que le quitó uno de sus principales puntos de atracción: sus cines. El Splau utilizó todas sus cartas para robarle a Llobregat Centre el operador que gestionaba sus salas de cine: Cines Llobregat, una empresa catalana que tenía al frente a los empresarios Pere Sellent y Josep Campreciós, y que hasta aquel momento solo había operado en aquel centro.

El objetivo de Acciona, promotora del Splau que lo vendió un año después a Unibail-rodamco por 189 millones de euros, era ubicar en su centro comercial uno de los mejores complejos de cine de toda España. "Los mejores cines", se definen a sí mismos. Y no van mal desencaminados.

El Splau pactó con Cines Llobregat repartir la inversión entre la empresa y Acciona

Para conseguirlo, el Splau pactó con Cines Llobregat que los ocho millones de euros de inversión necesarios para instalar las 18 salas de cine los pagaran a medias entre la empresa y Acciona. Una fórmula tentadora que repitieron en 2013 para ampliar los cines con 10 salas más: pagando cuatro millones de euros Cines Llobregat y cuatro millones más Unibail-rodamco.

En el ring de los cines, el Llobregat Centre lo tenía muy negro para superar a su adversario. Y no solo por el tamaño del proyecto, sino por la calidad: los cines del Splau funcionaban bajo el modelo FULL HD, una tecnología innovadora que aportaba una experiencia inmersiva para el espectador. Durante muchos años, de hecho, fueron uno de los multicines con más espectadores de toda España.

No fue hasta el 2014 que Llobregat Centre consiguió reabrir sus salas de cine y reorientar su estrategia comercial, poniendo el norte en el modelo low cost. Todavía quedaban dos años para que el Viladecans The Style Outlets abriera sus puertas y la gerencia del centro cornellanense creyó que el formato outlet podría ayudarlos a diferenciarse y volverlos a poner en el mapa comercial de la comarca. Y a pesar de que recuperó cierta ocupación de los locales (en 2014 consiguió un 72% de ocupación), los carteles de lowcost  y outlet  no fueron suficiente para atraer la afluencia buscada. Tampoco lo consiguió la llegada de Carrefour, en 2017, que destronó a Eroski; ni el Àccura Cornellà Padel Surf, la empresa de pàdel indoor que se instaló en el centro en 2016; ni la gestora de centros comerciales Gentalia, que en 2020 se hizo con la gestión del centro comercial (que en aquel momento tenía un 90% de ocupación).

Por cierto, desde este verano el Splau vuelve a estar a la venta y, aunque se han conocido varios posibles compradores, parece que la alemana Otto ya se encuentra en la fase final de la negociación. ¿El precio de compraventa? 350 millones de euros.

Un descontento presente en el transcurso de los años

Pero a pesar de que la ocupación de los locales comerciales se situara entre el 70-90%, la percepción del público no ha sido positiva en todos estos años. En la misma publicación de Facebook en la que el centro comunicaba la despedida de Eroski en 2017, se podían leer críticas entre los usuarios que señalaban la dejadez del centro o la poca afluencia de público: "Como tarde mucho en llegar el nuevo inquilino, esto se hunde"; "Es muy triste ver la mitad de las tiendas cerradas, con el que llegó a ser este centro comercial..."

Los comentarios de entonces no difieren mucho de las reseñas que se pueden leer en Google MyBusiness actualmente, cinco años más tarde. "Es una lástima. Más de la mitad de tiendas están cerradas", afirmaba un usuario hace un mes. Otro, de hace dos semanas: "Fueron muchos años disfrutando de este maravilloso centro. Desgraciadamente, hoy este gran centro, si no cambian las cosas, va de mal a a peor, para no decir, que está en estado crítico. Cada día hay menos tiendas, traslados y casi todo está cerrado. Los pocos que todavía vamos, sorpresa tras sorpresa, un parking totalmente gratuito que ahora es de pago, los últimos restaurantes cerrados y no quiero saber por qué motivos. ¡Mucha propaganda del black friday y resulta que está casi todo cerrado!".

"Mucha propaganda del black friday y resulta que está casi todo cerrado!"

El centro, de hecho, ha seguido la misma estrategia por esta campaña de Navidad. En sus redes y página web ha asegurado una oferta comercial navideña de primera y llena de descuentos, anuncio que contrasta con la gran cantidad de persianas bajadas y con las previsiones de cierre inminente.

La morosidad del propietario mayoritario, en entredicho

A diferencia de muchos otros centros comerciales de Catalunya, el Llobregat Centre es un centro comercial multipropiedad. Es decir, no hay una única empresa o propiedad detrás. El propietario mayoritario es la empresa Comercial Inversora Cornella Sur SL, con sede en Madrid, creada específicamente para la gestión de estos inmuebles. Desde abril del 2022, el representante de la sociedad es Ignacio Blanco Urizar, político, abogado y economista, presidente de Vox en Asturias y diputado en la Junta General del Principado de Asturias. Como administrador único de la sociedad hay otra sociedad (Legend Legendary Consulting SL), que tiene como administrador único, de nuevo, a Ignacio Blanco Urizar. La sociedad cuenta con el 50,3% de la propiedad del centro, que está compuesto por 110 locales y 1.600 plazas de parking y tiene una superficie total de 35.000 metros cuadrados.

Paralelamente al nombramiento de Blanco como representante y Legend Legendary Consulting como administrador único, en el órgano de administración se produjeron varias renuncias, dimisiones y revocaciones publicadas en el BOE el 11 de abril del 2022. Y es justamente en abril, cuando la sociedad hizo este cambio, que se empiezan a producir los impagos de las cuotas de comunidad. Se entiende, por lo tanto, que se trata de un impago intencionado.

Según Antonio Martínez Flor, teniente de alcalde de política territorial y espacio público del Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat, "los comerciantes del centro decían que el Llobregat Centre estaba funcionando bien, el problema es que el propietario mayoritario ha querido cerrar y esta ha sido la forma que ha encontrado para hacerlo". El resto de propietarios, de hecho, han llevado al juzgado a Comercial Inversora Cornella Sur SL con la esperanza de revocar esta situación que, tal como apunta Martínez, "es temporal, no tiene por qué ser un cierre definitivo".

"Cuando no hay una única estrategia, pierdes fuerza contra otros competidores que, además, están profesionalizados y especializados en este sector"

La duda que comparten tanto el Ayuntamiento de Cornellà como diferentes actores del sector inmobiliario es el objetivo de este cierre. En un comunicado, el Ayuntamiento expresó su inquietud "por el desconocimiento sobre cuáles son las intenciones detrás de esta decisión" y la incertidumbre sobre cuáles podrían ser "las propuestas sobre la futura orientación del espacio. ¿Se harán viviendas? "De momento no nos ha llegado ninguna solicitud de cambio de uso", afirma Martínez. "Las estrategias pueden ser múltiples", afirma Toni López, fundador y CEO de Co-Real Estate. Y añade: "Quizás el propietario mayoritario quiera aprovechar para comprar ahora el resto de locales del centro comercial, o vender su parte, o incluso forzar para vender todo el lote a un tercero".

El Ayuntamiento, que ha intentado mediar entre las partes implicadas en el conflicto, reconoce su impotencia. "No podemos intervenir", asegura Martínez. "Es una cuestión de ámbito privado".

Para López, el hecho de que se trate de un centro multipropiedad lo ha hecho jugar en una clara desventaja. "Cuando no hay una única estrategia, pierdes fuerza contra otros competidores que, además, están profesionalizados y especializados en este sector".