
Pocas veces nos sentimos tan vulnerables como cuando nos piden que cerremos los ojos. Esto es precisamente lo que ha hecho Eloi Planes, presidente de la Fundació Catalunya Cultura, durante su discurso institucional en la Nit de l’Empresa i la Cultura 2025. “Imaginad Barcelona sin el Parque Güell, sin la Sagrada Familia, sin el Liceu. Imaginad Catalunya sin corales, sin ateneos, sin bibliotecas”, ha propuesto. Y en aquel silencio compartido, lo que parecía un ejercicio de imaginación se ha convertido en una toma de conciencia colectiva: “La cultura no es ningún lujo ni decoración, es identidad y privilegio, y sin ella somos un país triste y pobre”, ha sentenciado.
Este martes, el Petit Palau de la Música Catalana ha sido ágora y templo para centenares de empresarios, creadores, instituciones y amantes de la cultura que han compartido patio de butacas y copa de cava en una velada que se ha teñido de conversación, de proyectos compartidos, y de una sensación -difícil de conseguir en un país acostumbrado a vivir sus dos almas separadas- de que la empresa y la cultura pueden hablar el mismo idioma.
Planes: "Imaginad Barcelona sin el Parque Güell, sin la Sagrada Familia, sin el Liceo. La cultura no es ningún lujo ni decoración, es identidad y privilegio"
También ha sido una noche de reclamo firme por la aprobación definitiva de la Ley de Mecenazgo, una demanda que el sector cultural arrastra desde hace años. Sònia Hernández, consejera de Cultura, ha insistido en que "hablar de la relación empresa y cultura es hablar de mecenazgo. La Ley de Mecenazgo puede suponer un punto de inflexión para el sector", ha asegurado.
Por su parte, el presidente del Parlamento, Josep Rull, ha apoyado esta reivindicación y ha elevado el tono emocional de la noche con un discurso que ha combinado política y país: “La nación está sedienta de este tipo de actitudes. Lo que hemos visto hoy es lo que marca la diferencia: una cultura viva, capaz de generar confianza y círculo”, ha afirmado. “De profetas del desánimo ya vamos servidos. Lo que necesitamos ahora es autoestima colectiva", ha pedido.
Fastt, Borges y Montana Colors, los galardonados de la noche
Después de unos breves pitch de los cinco proyectos aspirantes al Premio Impulsa Cultura -Fastt, Girem Full, GIO Symphonia, Sinèrgic y Vibez Festival- el jurado (con caras conocidas del sector como Àlex Casanovas, Salvador Sunyer o Sonia Colomar) ha reconocido el Festival de Artes Escénicas de los Micropueblos (Fastt) como proyecto del año, por su capacidad de hacer de la cultura una herramienta de cohesión social en los micropueblos de Catalunya. El jurado ha destacado el modelo arraigado, sostenible y replicable, que revitaliza la vida comunitaria a través del teatro. “Todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la cultura, viva donde viva”, ha defendido su directora, Rebecca Alabert, visiblemente emocionada.
Alabert (Fastt): "Todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la cultura, viva donde viva"
En la categoría de empresa, el galardón ha sido otorgado por Miquel Sàmper, conseller de Empresa y Trabajo, y ha ido a parar a Borges International Group, reconocido por una trayectoria de compromiso cultural y arraigo al territorio. La familia propietaria, con más de 100 años de historia, ha reivindicado que “la cultura es lo que diferencia a las personas, las empresas y los países”. El jurado ha valorado especialmente su inversión sostenida en iniciativas culturales y su apuesta por la innovación desde una visión humanista.
El premio a pequeña y mediana empresa se lo ha llevado Montana Colors, pionera en dar legitimidad artística al grafiti y convertirlo en una expresión cultural reconocida en todas partes. La empresa, con más de 30 años de historia y un gran número de personas implicadas en su ecosistema creativo, ha sido destacada por su compromiso social y la voluntad de acercar el arte urbano a las nuevas generaciones. “Hemos hecho visible un arte creativo que nació en las calles, y esperamos seguir haciéndolo, como mínimo, 30 años más”, han deseado.
Teatro, participación y cambio social en el corazón de los micropueblos
“Os vengo a contar una historia muy personal”, ha comenzado Rebecca Alabert, directora de Fastt, con aquella emoción que solo tienen las cosas que se explican desde dentro. Su historia es la de más de la mitad del país: micropueblos del Alt Empordà que representan el 51% de Catalunya y que, demasiado a menudo, viven sin espacios de encuentro, sin escenarios, sin la posibilidad de descubrir nuevos lenguajes artísticos.
En cada pueblo al que llega el festival, el vecindario se convierte en compañía, en público y en programador. “El Fastt no es solo cultura, es transformación social. Queremos tejer alianzas con empresas e instituciones que crean en este modelo de impacto local y de pertenencia. Porque un país que olvida a sus pueblos, olvida a su gente”, ha reivindicado.

Y si Fastt se encarga de llevar el teatro al corazón de los micro pueblos, ¡Girem Full! lleva la lectura más allá de las páginas: con cada reseña y libro compartido, el proyecto convierte las palabras en esperanza. “Leer puede salvar vidas”, ha explicado Núria Vilamajó, responsable de mecenazgo del Clínic, que ha detallado cómo cada pequeño gesto suma minutos de esperanza de vida para luchar contra enfermedades como el cáncer a través de la investigación científica.
El proyecto se articula en cuatro pilares: escuelas, librerías, padrinos de lectura -personas y organizaciones que hacen de cada reseña financiación- e investigadores que hacen llegar la ciencia a todo el mundo. Con más de 2.000 horas de investigación y lectores de 4 a 99 años, Girem Full ha conseguido implicar a gente de todas las edades, demostrando que la lectura puede ser un acto comunitario y generador de impacto real.
Esta misma voluntad de vincular cultura y transformación resuena en el Vibez Festival, un proyecto que canaliza la energía de la Generación Z y su cultura digital. Nàhia Gironés, impulsora del proyecto -y una de las voces más jóvenes de la noche, por no decir la que más- ha explicado cómo esta propuesta mueve experiencias, como talleres de realidad virtual, grafiti digital, comida hecha con impresión 3D, ponencias y networking. Con más de 2.000 participantes y dos ediciones a sus espaldas, el festival Vibez crea una comunidad activa los 365 días del año, y apoyar esta iniciativa supone “No solo visibilizar un festival, sino apadrinar a toda una generación”, remarca Gironés.
Una clausura con olor a retama y poesía
Las actuaciones musicales y la danza han marcado el compás de la Noche de la Empresa y la Cultura, acompañando cada transición de agenda, que este año ha culminado con la paráfrasis del presidente Rull, quien ha citado al poeta y escritor catalán Joan Maragall para recordar que “Catalunya es Catalunya porque huele a retama”, en una apelación directa al arraigo al territorio y al ADN catalán. La referencia, lejos de ser retórica, ha puesto punto final a una noche que año tras año se consolida como espacio de reconocimiento, impulso y complicidad entre cultura y empresa.