
Ya es una realidad: el renting ha llegado para quedarse. Esa moda que se inició a mediados de la pasada década por los particulares se ha ido consolidando 10 años después entre las empresas. Especialmente con los vehículos: durante el primer trimestre de 2024, la inversión total ascendió a 1.811 millones de euros, según estadísticas de la Asociación Española de Renting (AER). Esta cifra representa uno de los incrementos más destacados, ya que en el mismo período de 2023 el gasto en adquisiciones fue de 1.639 millones, es decir, un 10,69% inferior. Entre las diferentes categorías de vehículos, las furgonetas siguen siendo las más solicitadas. En este segmento, el renting -también el destinado a empresas- ha representado el 46,05% de las matriculaciones en el canal empresarial.
Así pues, la tendencia se ha normalizado y, de hecho, cada vez penetra con más fuerza en el mercado. Según los datos de AER, el peso de los vehículos de renting dentro del parque automovilístico ha experimentado un crecimiento notable: si en 1996 solo representaban un 2,08% del total, actualmente ya alcanzan el 26,66% de la cuota. En cuanto a los usuarios de este servicio, las grandes empresas siguen siendo las principales impulsoras. Sin embargo, el perfil de usuario es bastante diversificado. Las pequeñas empresas representan un 23,14% del total, las medianas un 17,61%, y los particulares también tienen un papel destacado, con un 16,36% de participación.
Pero no todo tiene que ver con coches, furgonetas o motocicletas. El renting abarca mucho más que los vehículos: teléfonos móviles, tabletas, equipos informáticos (portátiles, ordenadores de torre, impresoras...), audiovisuales (pantallas, proyectores, sonido y edición) o incluso aparatos de control y gestión (TPV, GPS, caja de efectivo...). Hoy, esta opción de financiación permite acceder al material indispensable para el funcionamiento de una empresa a cambio de una cuota mensual asequible. De esta manera, las compañías pueden ahorrarse inversiones muy sensibles y acomodar sus cuentas al formato del alquiler.
Todo esto ha generado una industria alrededor de esta nueva tendencia. Ya hay compañías que se dedican únicamente a proveer empresas (y particulares, en algunos casos) del material necesario con tarifas especiales. Muchas de ellas incluyen ventajas como seguros, obsequios o descuentos por cantidad. Otro gran elemento diferenciador son los productos disponibles: hoy, las empresas quieren tener los mejores dispositivos del mercado a la hora de contratar un servicio de renting, pero no todas las empresas ofrecen los mismos aparatos.
Telefónica Renting (participada por Telefónica y CaixaBank) comenzó a operar en 2022 y al año siguiente ya generó un beneficio de 217.000 euros
A pesar del surgimiento de estos negocios, los bancos siguen siendo uno de los canales más fiables para las empresas porque son seguros: ofrecen una única cuota y se encargan de la gestión, sin sorpresas. Las grandes entidades financieras se han dado cuenta del auge de esta modalidad y ya ofrecen planes y gestiones personalizadas a sus clientes. Una de las más rápidas fue CaixaBank, que en 2022 se unió con Telefónica para crear Telefónica Renting, una filial de alquiler de dispositivos que está participada al 50% por las dos firmas (en el caso del banco, lo hace la filial CaixaBank Payments & Consumer).
En concreto, ofrecen teléfonos móviles, tabletas, relojes inteligentes y ordenadores, además de otros productos más relacionados con el ocio como televisores o videoconsolas. En cualquier caso, la alianza funcionó muy bien: en 2023, Telefónica Renting generó un beneficio de 217.000 euros, según datos de CaixaBank. Por esta razón, solo dos años después de su inicio, ambas compañías efectuaron una ampliación de capital de 400.000 euros en la filial.
El servicio integral de CaixaBank
Más allá de este caso de éxito, CaixaBank Empresas es uno de los referentes en cuanto al renting entre el sector bancario español. Hace unos años puso en marcha una estrategia particular dentro de los servicios propios que da el banco, donde se incluyen los vehículos. Desde la entidad recuerdan las bondades de este formato, entre los cuales se encuentra la accesibilidad a los productos, la liquidez que genera no tener que gastar tanto a la hora de adquirir productos y la ya mencionada garantía de dejar este servicio en manos de una institución confiable como son los bancos.

Cabe decir, además, que la cuota pactada con cualquier entidad financiera es deducible en impuesto de sociedades o IRPF, mientras que la periodificación del IVA en cada recibo es compensable. A su vez, el servicio permite una reducción de los costes administrativos a través de una sola factura que ya incluye todos los servicios (alquiler, impuestos, seguro, mantenimiento, reparaciones y asistencia). Ahora bien, CaixaBank ofrece un gestor especializado para cada cliente y servicios de valor añadido a través de la plataforma Mycaixarenting. En el caso de los coches, también se incluye el mantenimiento del vehículo y los neumáticos, asistencia en carretera 24 horas durante todo el año e incluso un servicio de gestión de multas en línea.
Entre los coches que ofrece CaixaBank, se pueden encontrar tres opciones: un espacioso Nissan Qashqai por 373,03 euros al mes durante cuatro años (IVA no incluido, pero sin entrada inicial) y un máximo de 15.000 kilómetros anuales; una furgoneta Renault Kangoo por 325,62 euros al mes (mismas condiciones que el Qashqai); o bien una opción más prémium como un BMW IX1 eléctrico por 556,39 euros al mes. Nuevamente, se aplican las mismas cláusulas que en los dos casos previos.
Aparte de los vehículos, el banco también cuenta con un alquiler de equipos informáticos durante 60 meses con servicios básicos incluidos: asesoramiento, actualización tecnológica, seguro de daños propios, portal del cliente, web inventario con información de los contratos y un centro de atención. Por otro lado, se pueden contratar tareas adicionales, como la gestión de averías, de pedidos, de mantenimiento y de retirada de los equipos una vez finalizado el contrato. Todo ello acaba de conformar un servicio integral que se puede gestionar en línea o bien en las más de 5.700 oficinas que CaixaBank tiene distribuidas por todo el Estado.