De la fábrica de Riudellots de la Selva a los coches de medio mundo. Las pinturas y massilles Roberlo pintan las carrocerías de vehículos en más de un centenar de países. Jaume Juher es el consejero delegado de Roberlo , una empresa familiar del sector del caro refinish, es decir, la reparación de plancha y pintura. Roberlo fabrica y vende pinturas y soluciones de reparación para el repintar de automóviles y sectores industriales. Con una facturación de 80 millones de euros al año, Roberlo es una empresa internacional que factura el 80% al mercado exterior y cuenta con plantas productivas en el Reino Unido, Rusia y el Brasil, además de 13 filiales.
Llorenç Juher, padre de en Jaume, fundó la compañía el 1968 importante productos desde Italia. "Siendo fuera de la Unión Europea y con el problema añadido de las aduanas, empieza a fabricar aquí", recuerda Juher. Unos años más tarde, coincidiendo con la entrada de España a la UE, compran la empresa italiana. De la importación a la producción y exportación durante los años 80. Previendo la entrada de competidores al mercado, la empresa quiso prepararse a conciencia. Las primeras ventas al mercado exterior estuvieron en Portugal y Francia. Massilles y fondo eran los primeros productos con qué arrancó Roberlo. Sus principales clientes siempre han sido los talleres de plancha y pintura a través de distribuidores.
La expansión por Europa se desarrolló durante las siguientes décadas hasta el Este del Viejo Continente y a la otra banda del Atlántico. Abren la primera filial al continente americano para atender el Brasil y Argentina y más tarde en los Estados Unidos. Por eso instalaron fábricas en el país sudamericano y Rusia. "Ser más cerca del cliente y producir productos adaptados a sus necesidades es el que nos ha hecho abrir plantas en San Petersburgo, el Reino Unido y el Brasil, pero también porque en algunos mercados es más fácil producir que importar", explica el empresario.
Roberlo es presente en más de 100 países con distribuidores y 13 filiales propias y da trabajo a unas 550 personas
La estrategia de expansión mundial y el compromiso de la compañía con la innovación han fortalecido su liderazgo tanto en la producción de pinturas como massilles, emprimacions, barnices u otros productos complementarios. Concretamente, Roberlo se ha establecido como líder en la producción de massilles a través de soluciones de vanguardia como supuso en su momento la creación de las massilles ligeras o, más recientemente, las massilles sin estirè.
Además, la empresa también es conocida mundialmente por su capacidad de ofrecer una gama totalmente completa de todos los productos que se requieren en un taller. No solamente aquellos elementos químicos sino también otros productos complementarios como abrasivos o productos para enmascarar.
En esta misma línea, Roberlo también destaca por sus sistemas de color que cumplen con los más altos estándares de la industria y que disponen de "las mejores herramientas de color, desarrolladas internamente". En concreto, Roberlo cuenta con tecnología base agua y base solvente, adaptándose así a todos los mercados.
La compañía fue ampliando el negocio y hoy en día ya ofrecen el "ciclo completo de reparación" añadiendo pinturas y barnices o abrillantadors a su catálogo de más de 400 productos. Actualmente, Roberlo es presente en más de 100 países con distribuidores y 13 filiales propias y da trabajo a unas 550 personas.
Sostenibilidad e I+D
"Unos productos que tienen en cuenta la sostenibilidad", prosigue el empresario. La química es un sector bajo la lupa de la regulación medioambiental. "Hay un puñado de regulaciones europeas que afectan el contenido de los disolventes a los productos, por eso apostamos por las pinturas con base de agua", explica. Una presión legal muy "alta" y estricta que no se da a la industria de la automoción.
Precisamente en este objetivo es donde se abocan los fondos de I+D de Roberlo: conseguir productos cuanto más ecológicos mejor. Así mismo, la compañía también invierte para mejorar la colometria de sus productos. "Es muy importante seguir el número de colores del mercado de coches, que ronda los 70.000 colores", por lo tanto estar al día es básico y muy difícil. La empresa cuenta con 60 profesionales altamente calificados dedicados a la investigación, control de calidad y documentación técnica y de seguridad
La tercera pata de la investigación y la innovación de Roberlo se centra a intentar reducir los tiempos de reparación. "Nadie quiere tener el coche demasiado tiempo al garaje cuando lo lleva a reparar, por eso intentamos conseguir procesos el más curso posibles", explica. El objetivo de esta rama es lograr secados de las pinturas mucho más rápidos.
Un sector anticíclic
El sector de la chapa y pintura es, según explica Juher, "anticíclic". Esto quiere decir que cuando hay crisis y la gente no compra coches nuevos, se dedica a repararlo. Por lo tanto el negocio de Roberlo crece. Y cuando hay bonanza y las compraventas al sector del automóvil crecen y la circulación a las carreteras se incrementa, también hay más accidentes. Por lo tanto Roberlo también pinta.
"Esta última crisis lo hemos notado muy poco, en España bajó la actividad, pero a escala internacional se ha mantenido", afirma. Así, este es un sector "tranquilo" que no está ligado al ciclo económico. No como quienes venden al primer equipo y la industria directamente, que sí que sufren según los ciclos económicos. Los volúmenes de venta no son los mismos, pero se compensa con "tranquilidad".
Este es un mercado dominado, por un lado, por grandes multinacionales como Cin, Akzo Nobel, Ibercoat, Dupond o Govesan, que suministran a primeros equipos y hacen reparación -además de pinturas para el cliente final-; y por otro lado empresas medianas como Roberlo o Asa Coatings al Pais Vasco.
Formación
La empresa también colabora con el Departamento de Enseñanza a las comarcas gerundenses para promocionar e impulsar el ciclo formativo de grado mediano de Carrocería, el ciclo formativo de grado mediano de Mantenimiento electromecánico (construcción y mantenimiento de autocares) y el ciclo formativo de grado superior de Automoción, en los centros educativos donde se impartan.
Roberlo formó los profesores cuando se instauró el ciclo formativo, suministra productos y ofrece visitas de la fábrica a los alumnos. La empresa aporta el software de formulación y documentación técnica del método de reparación de repintar de vehículos a los institutos del ámbito de este convenio, facilitando material fungible y digital procedente de la misma empresa para la realización de actividades de enseñanza y aprendizaje, completándolo con cursos de formación y el asesoramiento técnico al profesorado para la utilización de los equipamientos y materiales.
Futuro
Los hijos de Juher ya hacen trabajo a Roberlo, y la continuidad de la empresa está encarrilada. Pero el futuro del negocio provendrá de la ampliación del mercado internacional: "Todavía nos quedan un puñado de países para llegar", dice Juher.
Pero no sólo esto. Roberlo sigue la innovación e intenta abrirse a nuevos productos y mercados dentro de la pintura industrial: "Procuraremos traer la tecnología proveniente de la industria de los coches a otros ámbitos donde la puedan necesitar como la industria de maquinaria, senyalística o náutica".