La catalana Sabway se cuela en el mercado del patinete eléctrico

La startup especializada en micromobilidad eléctrica cuenta con más de 40 tiendas en todo el estado español

Fachada de una tienda de Sabway | Cedida Fachada de una tienda de Sabway | Cedida

Cada vez es más común ver por las ciudades la gente circular con pequeños vehículos impulsados por un motor. De las bicicletas convencionales se pasó a las bicicletas eléctricas y de los patinetes, scooters, patines y un largo etcétera de micro vehículos con ruedas, se ha pasado a los segways, hover boards y a los patinetes eléctricos, la última moda en micromobilidad y que por comodidad, sostenibilidad y funcionalidad, ha llegado para quedarse. El nuevo mercado de micromobilidad eléctrica ha hecho aflorar varias marcas y empresas emergentes, y una de ellas, Sabway, tiene su origen en Sabadell.

Sabway es una startup especializada en micromovilidad eléctrica y sostenible. Nacida en 2015 con el sector aún por desarrollar, Sabway ha crecido y evolucionado, pasando de ser un proveedor para mayoristas, al operador global que es hoy. "La idea surgió a partir de una ruta entre hermanos con Segway por Barcelona". explica Francesc Alonso, cofundador y CEO de la startup catalana. Allí, la familia Alonso Mollà descubrió el mundo de la micromovilidad eléctrica, el fin de la patente de Segway y a partir de ahí empezaron a mover los hilos que le han llevado a ser una de las empresas emergentes con las que trabaja Barcelona Activa. "A través de un contacto estuve en China y hablé con un par de marcas y el negocio de los patinetes eléctricos empezó a evolucionar muy rápido", ha añadido Alonso. Siete años después, lo que empezó como una tienda en Sabadell, cuenta con 42 repartidas por Catalunya, España e incluso Argentina, y la idea es ir expandiéndose también a otros países extranjeros.

"Hemos entendido la necesidad del usuario y hemos dejado de tratar el patinete como un juguete o un electrodoméstico"

Pero, ¿cómo lo ha hecho Sabway, una empresa familiar de Sabadell -de ahí el nombre- fundada por tres hermanos y una madre, para penetrar en un mercado tan competitivo y al alza como el de la micromovilidad? La respuesta es sencilla y clara: “Hemos entendido la necesidad del usuario y hemos dejado de tratar el patinete como un juguete o un electrodoméstico. Para nosotros es un vehículo”, ha explicado Alonso.

De proveedores a franquicia

La historia de Sabway se remonta al 2015, con sus principios y un modelo de negocio inicial que no funcionó. Sabway empezó como una pequeña tienda de Sabadell, pero la micromovilidad eléctrica no tenía un canal de venta y necesitaba visibilizarse de alguna forma. "Cuando empezamos a crecer entendimos que la plataforma y el sector natural para potenciar nuestro producto era el sector de la bicicleta, pero contrariamente a lo que pensamos, ninguna tienda nos aceptó el producto", explica Alonso. "Las tiendas de electrodomésticos como Miró y otras grandes cadenas fueron las que se interesaron", añade. Pero ¿y cuál fue el problema de convertir a Sabway en un proveedor para grandes almacenes y empresas de renombre y con una amplia cartera de clientes? "La falta de conocimiento del producto y la nula postventa. Nos dimos cuenta de que no era un canal viable", sentencia Alonso.

El principal valor que otorga respecto a la competencia es la especialización y su "filosofía de taller y concesionario"

"Cuanto más vendíamos, más pérdidas teníamos", ha explicado el CEO de Sabway. "Los trabajadores de estas grandes cadenas no conocen el producto, a veces no lo saben vender o no lo saben configurar", ha ampliado. De los patinetes que Sabway vendía a las tiendas de electrodomésticos para posicionar en el mercado, muchos se devolvían con supuestos defectos que nada tenían que ver con las competencias de la empresa sabadellenca y mucho con la carencia de formación y herramientas de estas tiendas para configurar y venderlos correctamente. "Las grandes cadenas muchas veces imponen sus condiciones", se queja Alonso, que amargamente también ha declarado cómo todos los productos devueltos a Sabway acababan suponiendo pérdidas económicas. Es por eso que en 2019 decidieron cambiar completamente el modelo de negocio, reestructurar la empresa y franquiciarla.

"Nos hemos adaptado. En 2019 hicimos cambio de modelo importante, dejamos de vender, perdimos un 90% de la facturación y decidimos formar una franquicia", ha explicado Alonso. Sabway ahora forma su personal especializado. Después de haber pasado por toda la experiencia negativa de los inicios, han entendido que "el patinete eléctrico es un vehículo y se le tiene que tratar como tal". El principal valor que otorga respecto a la competencia es la especialización y su "filosofía de taller y concesionario".

Foto equip Sabway
Foto de equipo de una tienda Sabway con Francesc Alonso en el centro (fila superior) | Cedida

Una expansión global

Todas las tiendas de la marca cuentan con servicios postventa en cada una de ellas, patinetes de prueba para probar el producto antes de comprarlo, servicios de reparación en 24 horas -como contrapunto a las grandes superficies con servicios postventa centralizados y muy lentos-, patinetes de cortesía para los usuarios para sustituir de forma momentánea aquellos que estén en reparación y una gran gama de productos de diferentes calidades, tanto de la marca Sabway -cuentan con diez modelos- cómo otras marcas, para ofrecerle al usuario cualquier posibilidad según sus necesidades.

La buena acogida que ha recibido este modelo de negocio los ha hecho plantearse una expansión global que empezaron el año pasado y que en este 2023 los tendría que llevar a diferentes países de Europa.

"La facturación ha crecido un 50 % respecto a 2021 y los beneficios, así como el número de tiendas abiertas, se han duplicado"

"Ahora mismo contamos con 42 franquicias y es que hemos abierto 40 en los dos últimos años. Trabajamos en investigación y desarrollo en Zaragoza y producimos en Shanghái porque como todos los materiales, motores y baterías se producen en China, ensamblar lo tenemos que hacer allí también, no tendría sentido hacerlo aquí", ha explicado Alonso sobre el funcionamiento de la empresa.

Además, "hemos hecho una prueba en Argentina, donde hemos abierto una tienda. Allí el modelo de negocio cambia un poco y es que también hemos tenido que abrir un almacén porque gestionarlo desde el de Sant Joan Despí era inviable". La de Argentina se trata de la primera franquicia de Sabway fuera del Estado, pero no será la última. La intención es abrir cuatro o cinco tiendas más en Portugal próximamente y explorar, como se ha hecho en Argentina, el mercado italiano.

A por el 'break even'

Otro objetivo de cara a 2023 es lograr el break even. Los cambios generados por la reestructuración de 2019 y las pérdidas acumuladas durante los primeros ejercicios son parte de la experiencia pasada de la empresa sabadellenca y es que las buenas cifras de facturación de los últimos dos años colocan a Sabway en posición de generar sus primeros beneficios históricamente. Esto no significa que esta startup catalana no haya facturado todavía por encima del precio de coste, pero hasta ahora, la mochila de los primeros años (2017 y 2018 fueron de fuertes pérdidas) era suficientemente importante como para generar un beneficio a largo plazo.

El año 2021 fue el primer año con ingresos superiores a los gastos y en el 2022 Sabway los ha incrementado. Entre todas las tiendas de la compañía se han vendido 5.000 patinetes el último año. "La facturación ha crecido un 50% respecto a 2021 y los beneficios, así como el número de tiendas abiertas, se han duplicado", ha rematado Alonso. 

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