
En Catalunya hay aproximadamente 590.000 empresas. De estas, el 55% no tienen asalariados y del 45% que sí los tienen, tan solo el 0,9% tienen más de 49 trabajadores. En términos generales, podemos afirmar que la economía catalana es robusta, diversificada, creciente y con un alto dinamismo. Además, dispone de un entorno atractivo para la generación de nuevas iniciativas empresariales, liderando desde hace años la actividad emprendedora en el Estado con una Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) del 6,9%, aportando innovación y atracción de talento y de inversión extranjera a nuestra economía.
A escala global, a las puertas del segundo cuarto del siglo XXI, aún asumiendo las consecuencias económicas y sociales de la covid-19 y mientras transitamos de la era industrial a la era digital, podemos afirmar que hemos alcanzado una fase de perma y policrisis, donde la proliferación de riesgos nos obligan a vivir un escenario de gran incertidumbre y volatilidad. Siempre ha habido riesgos e inestabilidad, pero la confluencia de fenómenos nos sitúa en el que seguramente es el momento de mayor complejidad de la historia reciente de la humanidad.
Parece evidente, pues, que la adaptabilidad, la capacidad de transformación y la resiliencia empresarial serán factores clave para las empresas y organizaciones catalanas. Ahora bien, ¿cuál es la capacidad de adaptación de las pequeñas y medianas empresas? ¿Cuál es su capacidad de supervivencia debido a su reducida dimensión?
Es indispensable que Catalunya, como ya hacen otras economías europeas, establezca un sistema de apoyo a la continuidad empresarial basado en tres pilares fundamentales: transmisión de empresas, resiliencia empresarial y mecanismos de prevención al cierre.
Debemos partir de la base de que es económicamente saludable tener una economía emprendedora que dedica esfuerzos a la generación de nuevo tejido empresarial. Pero hay que recordar que tan importante es fomentar la creación de nuevas empresas, como apoyar a las ya existentes, ayudándolas a ser más resilientes y a perdurar en el tiempo. Especialmente, entre las pequeñas y medianas empresas o a aquellas dirigidas por personas autónomas.
Es clave disponer de un sistema estable de transmisión de empresas; un conjunto de mecanismos de apoyo al relevo empresarial
Catalunya y Europa viven una etapa de jubilaciones masivas. También de los propietarios de las pequeñas y medianas empresas que ahora se ven con la obligación de asegurar una transmisión, un relevo generacional, o quedarán evocados al cierre. Hecho que comportaría enormes negatividades por la pérdida de tejido empresarial, puestos de trabajo e intangibles de experiencia y conocimiento.
Consideramos, pues, que es clave disponer de un sistema estable de transmisión de empresas. Un conjunto de mecanismos de apoyo al relevo empresarial que permitan, a la vez, dar la oportunidad de emprender a todas aquellas personas emprendedoras que lo deseen a través de la adquisición de una empresa en funcionamiento sin tener que empezar desde cero y, por tanto, menos arriesgada. En Catalunya, contamos con Reempresa que es, desde el año 2011, el mercado de referencia para la compraventa de pequeñas y medianas empresas y que, ha facilitado la transmisión de más de 5.200 empresas y el mantenimiento de más de 15.000 puestos de trabajo.
Para apoyar la continuidad empresarial, también hay que reducir la mortalidad a través de mecanismos de resiliencia empresarial, es decir, dotando a las pequeñas y medianas empresas de una mayor capacidad de resistir y recuperarse de los constantes cambios o disrupciones. Las organizaciones resilientes se caracterizan por la capacidad de crear y disolver estructuras, proporcionar seguridad en medio del cambio, gestionar las consecuencias emocionales que se deriven y aprender a desarrollarse y crecer ante las dificultades. Hay que desplegar, pues, servicios y programas, públicos y privados, que permitan esta adaptabilidad y capacidad de superación, a la vez que hay que evitar sobrerregulaciones normativas y cargas burocráticas que aún dificulten más la capacidad de reacción de nuestras organizaciones.
El tercer pilar del sistema de apoyo a la continuidad empresarial es la prevención al cierre de empresas, es decir, disponer de mecanismos de alerta temprana (early warning), de prevención de la insolvencia, de reestructuración, así como de modelos predictivos de nuestra economía.
Conocer la salud económica, financiera y competitiva de la empresa y los riesgos que la amenazan de manera continuada es esencial para actuar antes de que sea demasiado tarde
La Unión Europea (UE) y varios estados miembros ya han impulsado la creación de mecanismos de prevención del cierre de empresas. Un claro ejemplo de este esfuerzo es la aprobación de la Directiva Europea (UE 2019/1023) sobre los marcos de reestructuración preventiva, exoneración de deudas e inhabilitaciones, y donde se pide que los estados miembros velen para que el deudor tenga acceso a herramientas de alerta temprana claras y transparentes que permitan detectar circunstancias que puedan provocar una insolvencia inminente y que puedan advertirle de la necesidad de actuar sin demora.
Conocer la salud económica, financiera y competitiva de la empresa y los riesgos que la amenazan de manera continuada es esencial para actuar antes de que sea demasiado tarde. Cuando hablamos de las pequeñas y medianas empresas, demasiado a menudo observamos empresas con poca visión estratégica y capacidad de proyección de futuro. El pequeño empresario queda absorto en la gestión diaria del negocio y no atiende la reflexión a medio y largo plazo, lo que limita su capacidad de anticipación, adaptación y superación. Las herramientas de alerta temprana deben ayudar a las empresas a diagnosticar su salud y a tomar medidas. Igual que las personas tenemos la costumbre de realizar revisiones médicas para actuar de manera precoz en caso de detectar algo que no funciona como debería, lo mismo debería producirse en el ámbito empresarial.

En este sentido, una iniciativa de referencia es la red Early Warning Europe, conformada por diferentes entidades de Europa que tienen como misión la creación e intercambio de herramientas de alerta temprana contra la insolvencia empresarial, así como la atención y asesoramiento a pequeñas y medianas empresas para evitar su cierre.
En Catalunya, a finales del año 2021 la patronal Cecot puso en marcha el programa de HelpEmpresa, que ya ha atendido a más de 1.200 empresas y que se ha consolidado como el “médico de cabecera” de las pequeñas y medianas empresas catalanas realizando un diagnóstico holístico inicial y ofreciendo tres itinerarios: crecimiento e impulso de la actividad; reestructuración en caso de insolvencia; o bien cierre honesto y ordenado en los casos inevitables y conectándolos con soluciones de segunda oportunidad disponibles como la exoneración de deudas, la incorporación al mercado de trabajo o el inicio de una nueva actividad emprendedora.
Hay que tener una mirada larga de la empresa y apostar por estructurar un sistema sólido de apoyo a la continuidad y de la pyme catalana
A veces, en el marco de estos programas se debe atender a personas empresarias que están pasando por un mal momento y esto tiene consecuencias emocionales y de salud mental. En este sentido, HelpEmpresa dispone de expertos que pueden ofrecer un acompañamiento emocional y psicológico que tiene efectos positivos, tanto en su persona, como en su entorno y, obviamente, en el funcionamiento y recuperación de la empresa.
Las pequeñas y medianas empresas son el motor económico de Catalunya y ahora se encuentran no solo con el reto diario del examen del mercado, sino que también deben convivir con la alta incertidumbre y complejidad global. Hay que, pues, tener una mirada larga de la empresa y apostar por estructurar un sistema sólido de apoyo a la continuidad y de la pyme catalana y evitar las nocivas consecuencias, económicas y sociales, del cierre de empresas y de la debilitación de nuestro tejido empresarial.
Este artículo es un resumen de la Publicación entregada por parte de los dos autores en el marco del 4º Congreso de Economía y Empresa 2025.