Fredo Corleone

Jordi Tarragona explica la figura de Fredo como trabajador familiar que no da los resultados esperados

Fredo Corleone es el segundo hijo de Don Vito Corleone Fredo Corleone es el segundo hijo de Don Vito Corleone

Fredo es el segundo hijo de Don Vito Corleone. Después de la trágica muerte del primogénito Sonny parece que él tiene que ser el nuevo padrino, pero lo es Michael que es el benjamín. Fredo es enviado a Las Vegas y después a La Habana para hacerse cargo de los negocios familiares, fracasando en los dos encargos. Acaba traicionando a la familia para "obtener algo por si solo". Michael le perdona la vida hasta la muerte de su madre. Fredo es el ejemplo de trabajador familiar que no da los resultados que se esperan de él, a pesar de su voluntad. Le falta capacidad.

"La mejor forma de evitar Fredos es establecer criterios profesionales para la incorporación, promoción y continuidad de trabajadores familiares"

La mejor forma de tratar de evitar Fredos es establecer criterios profesionales para la incorporación, promoción y continuidad de trabajadores familiares. Hay que diseñar una estructura profesional de la empresa, con descripción de lugares de trabajo y funciones que respondan a intereses empresariales. La formación adecuada y la experiencia laboral previa fuera son requisitos de incorporación recomendables.

Cuando se produzca la incorporación tiene que ser en un lugar vacante de acuerdo con las capacidades del candidato, y con unos objetivos, responsabilidades y deberes claros, así como una relación jerárquica muy definida. Tienen que cogerse crecientes responsabilidades específicas, con una cierta autonomía, para aprender con errores y poder demostrar su valía.

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Unos requisitos excesivos pueden estar bien sobre el papel, pero a la práctica desincentivan en exceso. La limitación de acceso de la siguiente generación tiene ventajas e inconvenientes. Hay que decidir los requisitos con la cabeza fría y ser consecuentes con la decisión. Las políticas de incorporación tienen que estar prefijadas con antelación en la primera incorporación. De lo contrario, se corre el riesgo de que los siguientes sean tratados de forma discriminatoria, ya sea en positivo o negativo.

En la familia todos somos iguales. Esto hace que a menudo se siga el principio igualitario de qué todos los miembros de la familia que trabajan dentro del negocio tienen que percibir la misma retribución nominal y en especie. Esto en todo caso desmotivará -quizás con ayuda de su pareja- a aquel que tenga una mayor. La retribución tiene que ir en linea con el mercado y con el resto de la empresa.

"Los compromisos con la lealtad familiar pueden poner freno a una respuesta empresarial adecuada"

A los trabajadores no se les tiene que exigir más que a los familiares, pero tampoco menos. Los compromisos con la lealtad familiar pueden poner freno a una respuesta empresarial adecuada. Acostumbran a ser trabajadores con menos restricciones, porque es más difícil que les echen pese a fracasar.

La posible no existencia de edad de jubilación facilita el aferramiento al cargo. Esto puede tener ventajas como la coherencia y perseverancia de políticas, pero también inconvenientes como estancamiento y desmotivación, facilitando la aparición sobrevenida de Fredos.

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