¿Cuál es el precio de vivir a deshoras? Este es un asunto que afecta a alrededor de unos 2,3 millones de profesionales en España, que, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la encuesta de población activa, sería el número de personas que trabajadenoche. Este grupo noctámbulo representa cerca del 12% de la población ocupada, y es el encargado de resolver las necesidades de determinados sectores que dan servicio durante la noche o que no pueden interrumpir sus procesos productivos, como es el caso del ámbito de la seguridad o de la logística, entre otros. Ahora bien; este horario sería el causante de una vida más corta respecto al mayoritario grupo de profesionales diurnos: “Por cada 15 años de turno nocturno corresponde un envejecimiento prematuro de cinco años”.
Por cada 15 años de turno nocturno corresponde un envejecimiento prematuro de cinco años
Una vida un 20% más corta
Este es el cálculo que ha llevado a cabo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que AidaJurado, consultora de recursos humanos y coach ejecutivo, recuerda a VIA Empresa: “Es la razón por la cual los médicos aseguran que la vida de los trabajadores nocturnos se ve un 20% acortada”. Estas estadísticas se atribuyen a la alteración del ritmo circadiano: nuestro cuerpo está habituado a hacer un ciclo de sueño-vigilia vinculado a la luz del día, y el hecho de no descansar durante la noche lo altera completamente. “Hay muchos trabajadores que a pesar de llevar muchos años trabajando de noche no se han acostumbrado a este horario y tienen una calidad del sueño que no es buena, hecho que se puede manifestar en un trastorno crónico”.
Y es que, tal como apunta la periodista Gemma Fontseca en este artículo, “si se califica coloquialmente al Estado de ser un país que "goza de una larga vida nocturna", es también por otros motivos que no siempre están relacionados con el ocio”. Y no solo por los más de dos millones de profesionales que trabajan de noche; también por el 10% de la población que, sin contar con un contrato de régimen nocturno, continúa desarrollando su actividad profesional a partir de las 22 horas -hay que recordar que el artículo 36 del Estatuto de los Trabajadores considera trabajo nocturno el horario laboral realizado entre las 22 y las 6 horas-.
Cuando acabas confundiendo la cena con el desayuno
“Llegaba a casa a las 6 de la mañana, comía algo porque tenía hambre, que eso no sé si era la cena o el desayuno, me iba a dormir y me levantaba a las 14 h. Tal vez mi salud no se vio muy afectada, porque fue un trabajo temporal, pero la de la mayoría de mis compañeros que llevaba años trabajando allí estoy completamente convencido de que sí”, declara una fuente cercana a VIA Empresa, mientras relata que trabajó de mozo de almacén en régimen nocturno para pagarse los estudios. “Yo era estudiante y llevé a cabo este trabajo durante el verano, por lo tanto, podía incluso llegar a casa, ver la NFL en directo y descansar durante el día", comenta con humor, a pesar de lamentar las diferentes condiciones en que se encontraban sus compañeros: "Gran parte de ellos estaban allí por necesidad y lo compaginaban con otro trabajo, fuera de tarde, es decir, venían después de trabajar, o de mañana: cuando terminaban su turno, iban sin descansar al otro trabajo”.
Jurado apunta que las consecuencias de este ritmo de vida pueden acabar traduciéndose en problemas de fatiga y agotamiento, ya que el descanso diurno es poco reparador, así como problemas gastrointestinales o cardiovasculares, a los cuales se añaden tendencias depresivas causadas por la incapacidad de conciliar con la familia y con el entorno social. “La mayoría de los compañeros eran bastante más mayores y me comentaban que vivían en otro mundo, ya que sus horarios eran completamente contrarios a los de sus familias”, comenta el joven que, después de su experiencia como mozo de almacén, lo tiene claro: “Es un trabajo nada recomendable, ya que además físicamente duro. Pero hay personas que lo necesitan, claro”.
Descansos, buena iluminación y formación: medidas para minimizar el impacto del trabajo nocturno
Sucede un fenómeno muy similar en el caso de los turnos rotativos. Si bien el ámbito social no se ve tan perjudicado como en los turnos estrictamente nocturnos, la adaptación del ritmo del sueño es prácticamente imposible. “Muchas empresas apuestan por hacer dos turnos de mañanas, dos de tardes, dos de noches y dos días de descanso. Este sistema no tiene unos efectos tan nocivos, ya que el ámbito social, que tiene un efecto brutal en las personas, no se ve tan perjudicado. Pero es evidente que el descanso no es el mejor”, continúa la consultora de recursos humanos.
La realidad es que, tal como comenta el mozo de almacén, “nadie lleva a cabo este tipo de trabajo por gusto, o porque trabajar de noche permite tener el día libre. No puedes tener el día libre, en algún momento tienes que dormir”. Por lo tanto, las empresas deben adoptar una serie de medidas para minimizar el impacto negativo de los turnos nocturnos en las personas que necesitan trabajar de noche: “Teniendo en cuenta que muchos de estos trabajos se llevan a cabo en las fábricas, la iluminación de estas debería intentar simular la luz del día”, detalla Jurado, quien añade los controles periódicos de la salud de los trabajadores, los descansos “razonables” y la formación en hábitos saludables como imprescindibles en el entorno laboral.