Ros Roca ha presentado en el marco del Smart City Expo World Congress de Barcelona su "contenedor inteligente". La empresa, mirando al futuro, introduce la comunicación y la interacción con sus contenedores. La novedad permite el uso restringido de un contenedor únicamente a personas autorizadas, a través de una tarjeta magnética. Este aplicativo tiene como uno de sus mayores beneficios incentivar una separación correcta de los residuos por parte del usuario en el proceso de recogida selectiva, al establecer un control sobre quien utiliza el contenedor, así como si el usuario ejerce oportunamente la selección de fracción.
Se calcula que esta nueva tecnología podría incrementar al menos un 15% la recogida selectiva en puntos de aportación voluntaria, es decir, los contenedores dispuestos en la vía pública, que actualmente son de acceso universal.
Según explica el Customer Demand Manager de Ros Roca, Domènec Casellas, "estos contenedores inteligentes incentivan nuevas pautas de uso y selección en el ciudadano, y pueden llegar a la misma eficacia que otros sistemas de recogida muy eficientes pero más intrusivas como el puerta a puerta. Con este sistema, el contenedor deja de tener un acceso universal e indiscriminado, y su asignación a una comunidad de vecinos aporta un control y un sentido de propiedad que dificulta un uso indebido y estimula una correcta selección por parte del usuario".
Para la fracción orgánica, esta mejora sería significativa, tanto cuantitativamente como cualitativamente. Al tener un acceso restringido, este aplicativo anima a los ciudadanos a separar mejor sus residuos y ayuda a aumentar la recuperación en peso de esta fracción mayoritaria, que ahora representa alrededor del 40% de la recogida selectiva.
Los contenedores con este aplicativo pueden tener una doble apertura: una dedicada a los residuos que provienen de la hostelería (acceso controlado) y otra más pequeña por la aportación domiciliaria por parte de los ciudadanos (acceso no controlado). Tal y como manifiesta Domènec Casellas, "en el caso de la fracción orgánica, podremos reducir drásticamente la proporción de impropios, puesto que actualmente se abocan muchos residuos incorrectamente".
De hecho, la empresa ofrece dos versiones del contenedor, una abierta y una cerrada, que sólo se abre con el reconocimiento previo, bien con una app móvil , bluetooth o una tarjeta. Esta aplicación recoge información como por ejemplo qué tipo de basura tiramos o con qué frecuencia.
Además, esta aplicación smart registra los datos de uso de los contenedores y los comunica diariamente a una central de gestión del servicio de recogida de residuos. De este modo, proporciona un control a distancia y permite determinar si los vecinos que utilizan estos contenedores están realizando una buena recogida selectiva. Incluso, la monitorización de la frecuencia de uso del contenedor aporta información para optimizar las rutas de recogida.
Fuentes de la empresa afirman que "este es el futuro de la basura", hablando sobre el reconocimiento de la persona que hace uso de los contenedores. Parametrizando el uso, se puede premiar con rebajas de impuestos de residuos a los ciudadanos, por ejemplo.