"Los emprendedores somos optimistas por definición". El ecosistema de startups sufre los efectos económicos de la covid-19 como cualquier otro, pero hay varias particularidades de las empresas emergentes que las hacen ser más resistentes en algunos casos y más débiles en otros. Quino Fernández es el CEO de la aceleradora AticcoLab, y Xavier Capellades, director de la startup Nomo -una plataforma de gestión de negocios para pymes y autónomos- y miembro de la junta directiva del Barcelona Tech City. Ambos coinciden en que depende mucho del sector en el que trabaja cada empresa para evaluar el impacto de la crisis: las turísticas o de servicios sufren, pero las que se dedican al ámbito digital sobreviven mejor que las compañías tradicionales del mismo campo.
¿Por qué? "Las startups gestionan mejor la incertidumbre: son más flexibles y tienen más capacidad de prever las oportunidades de futuro", explica Capellades. Y añade que las empresas emergentes con caja suficiente para aguantar unos meses, "tendrán una recuperación más fuerte". En general, por lo tanto, están más adaptadas de manera natural a las circunstancias actuales, mientras que las compañías tradicionales han tenido que introducir cambios profundos en su manera de organizarse para hacer frente a las exigencias de la pandemia.
El teletrabajo es un claro ejemplo de ello, según Capellades: "La flexibilidad ya formaba parte de la naturaleza de las startups; yo apuesto por trabajar por objetivos y creo que sólo hay que encontrarse con el equipo cuando es necesario interactuar". En este sentido, Quino Fernández indica que muchas empresas emergentes han dejado sus oficinas. La aceleradora que dirige, AticcoLab, forma parte de Aticco, una empresa de coworkings. Es por eso que también conoce el sector de espacios de trabajo compartido y añade que "algunas startups han dejado los coworkings o han vuelto después del confinamiento con condiciones diferentes".
Las inversiones todavía llegan
El tercer trimestre de 2020 ha marcado un récord en el Estado español en el número de inversiones en startups. En total, se han cerrado rondas de financiación para 85 empresas emergentes. Pero el valor de estas inversiones es un 8,7% más bajo que entre julio y septiembre de 2019, con 253,74 millones de euros, según un estudio de la Fundación Innovación Bankinter. Fernández lo resume así: "Las inversiones estuvieron paradas durante dos meses, pero ahora ya no es muy diferente del año pasado".
La aceleradora AticcoLab está a punto de cerrar la convocatoria de su primer programa, indicador de que hay nuevos proyectos de emprendimiento. Pero las inversiones se centran, principalmente, en las primeras fases. Esto significa que a la hora de dar el salto hacia una empresa de cierto tamaño, cuesta encontrar financiación. Según el mismo estudio de Bankinter, las inversiones en fases más avanzadas han caído un 75% en relación al tercer trimestre del año pasado. Así, el problema no es empezar el negocio, sino escalarlo, hacerlo crecer.
"Las startups son frágiles, tienen poco capital; el Gobierno apuesta por las grandes empresas", indica Quino Fernández, CEO de AticcoLab
El caso concreto de Nomo en cuanto a las inversiones es muy concreto. La startup es una participada del Banco Sabadell y la inversión que hará la entidad en 2021 será mayor de la prevista inicialmente. Y es que la covid-19 ha beneficiado a empresas como esta plataforma fintech, que se dedican a la digitalización. Según explica el CEO de la starutp, el número de clientes de pago ha aumentado un 30% al mes desde la llegada de la pandemia. "Estamos en cifras récord, y lo atribuimos a la conciencia que las empresas han adquirido con el confinamiento de la obligatoriedad de estar digitalizadas", indica Capellades.
Es una muestra de las startups que no sólo sobreviven con buena salud sino que saldrán reforzadas de la crisis del coronavirus. Pero, ¿qué papel tendrán las empresas emergentes en la recuperación económica? Fernández cree que contribuirán, pero avisa de que "son frágiles, tienen poco capital; el Gobierno apuesta por las grandes empresas". El CEO de AticcoLab recuerda que antes de la moción de censura que echó de la presidencia del Estado español a Mariano Rajoy, se hablaba de promover una ley de startups para simplificar las gestiones que tienen que hacer las nuevas empresas con base tecnológica, establecer ayudas para el sector, etc. Con el cambio de gobierno, la propuesta de normativa quedó parada y la llegada de la pandemia ha provocado que caiga en el olvido.
"Las startups son débiles"
Pese a la buena marcha de algunas startups, Quino Fernández asegura que también han cerrado muchas, pero añade que "los emprendedores son resilientes y salen adelante; montarán otra cosa". Desde el Barcelona Tech City añaden una nueva dificultad para las startups en crecimiento: la falta de talento. "Tenemos que hacer que haya vocaciones en estos entornos digitales, y esto se consigue cambiando la mentalidad y evangelizando en que hay trabajos potentes en este sector", explica Capellades como miembro de la junta directiva de la entidad que aglutina al ecosistema emprendedor de Barcelona.
"Las empresas emergentes de los sectores más afectados por la crisis han tenido que aplicar ERTE igual o más que el resto de compañías", según Xavier Capellades, CEO de Nomo y miembro de la junta directiva del Barcelona Tech City
El impacto de la covid-19 en el mercado laboral ha dejado un escenario marcado por los ERTE y los despidos. Las startups no se quedan al margen de esta situación, según Fernández: "Ha afectado igual que a las empresas tradicionales, pero es verdad que en general son más pequeñas y tienen menos trabajadores; muchas veces los propios emprendedores forman la plantilla". Capellades añade que las startups han tenido que aplicar ERTE "igual o más que las compañías con más historia si son de los sectores más afectados".
Pertenezcan al sector que pertenezcan, las lamentaciones pasan -en consonancia con el ritmo acelerado de las startups- más rápido en el ecosistema emprendedor que en las compañías más tradicionales. Las empresas emergentes que salen reforzadas de las crisis sanitaria y económica no se han ni dado cuenta, mientras que las más afectadas ya han pasado página. Según Quino Fernández, "si una cosa me gusta del entorno emprendedor es que de la covid-19, ya no se habla".