La impresión 3D lleva muchos años siendo popular, especialmente en el ámbito doméstico, pero últimamente ha aumentado su uso en el ámbito profesional debido a todos los beneficios que conlleva. Con esta premisa, varios profesionales de B. Braun en España, con sede en Rubí y motivados por la curiosidad tecnológica, se adentraron en el mundo de la fabricación aditiva. Hace cuatro años, en plena época de la covid-19, adquirieron dos impresoras domésticas de 3D de bajo coste y comenzaron a estructurar un proyecto que con el paso de los años les ha dado grandes resultados y se ha convertido en un auténtico caso de éxito. No se contemplaba en ningún caso su uso sanitario debido a la estricta regulación del sector, pero sí se utilizaban para operaciones de soporte, como nuevas implementaciones ad hoc, fabricación de piezas de repuesto y prototipos de ingeniería. Y así de claro lo tienen los impulsores: "ha valido mucho la pena".
Pérez (B. Braun): '"Utilizamos la fabricación aditiva para crear soluciones personalizadas a los diferentes problemas que se presentan"
En un mercado altamente tensionado y con retrasos en las cadenas de suministro mundiales, internalizar estos diseños nos ha permitido contar con un salto tecnológico, grandes ahorros económicos y acortar los plazos de entrega. 'Hemos creado piezas que si las hubiéramos tenido que buscar fuera nos hubiera llevado esperar entre 3 o 4 meses y, en cambio, hechas in house ha significado una espera de tan solo dos días', explica Antonio Pérez, plant manager de farma en B. Braun en España. 'Utilizamos la fabricación aditiva para crear soluciones personalizadas a los diferentes problemas que se presentan en las diversas áreas de la compañía', añade Pérez
"Internamente, planteamos una inversión y actualmente tenemos un área creada, con 7 impresoras 3D y un sistema de escaneo para poder leer y transformar piezas físicas en digitales y una serie de software para hacer el diseño y trazar la solicitud", continúa el experto de B. Braun, después de inspirarse y ver grandes oportunidades en estos productos cuando asistió a una feria de fabricación aditiva en Bilbao.
Un modelo en expansión
En estos momentos, en B. Braun cuentan con una unidad de fabricación aditiva que popularmente se conoce como fabricación 3D. "Esta tecnología nos permite crear piezas de manera autónoma y en un tiempo extremadamente corto, algo absolutamente inviable si usáramos otros tipos de tecnología tradicional", continúa el plant manager de B. Braun en España. Por ejemplo, los plazos de entrega y gastos cuestan un 90% menos que si se hubiera fabricado utilizando otro método. Además, la huella ecológica se ha reducido considerablemente, ya que comparten diseños digitales -y conocimiento interno- con las diferentes sedes de América del Sur
Pérez (B. Braun): "Hemos creado piezas que si las teníamos que buscar fuera nos comportaba esperar entre 3 o 4 meses y, en cambio, hechos 'in house' ha significado una espera de tan solo dos días"
Actualmente, en B. Braun disponen de las tres principales tecnologías de fabricación aditiva en plásticos. Gracias a estas tres tecnologías pueden cubrir gran parte de las necesidades fabricando piezas de diferentes resistencias y elasticidades. Este proyecto nació por la iniciativa y la curiosidad de algunos colaboradores, como se ha mencionado anteriormente. De hecho, Jonathan Infante, moldista y especialista en fabricación aditiva, y que está "al pie del cañón" del proyecto, apunta a VIA Empresa que "hoy no solo tenemos a verdaderos especialistas, sino que estamos trasladando este conocimiento al resto de empresas del grupo".
Finalmente, en el ámbito interno, en B. Braun están siendo pioneros de la fabricación aditiva en el entorno de operaciones del grupo. Y un lema final de los dos miembros: "ante la innovación hay dos opciones, o te subes a la ola o el día de mañana tendrás que comprar la tecnología a quien la haya hecho". Y lo más importante: romper los paradigmas de la impresión 3D y convertirlo en un modelo de éxito