Facebook restringirá la propaganda política en la red social. A partir de mediados de septiembre de 2019, la plataforma aplicará reglas más estrictas y requerirá una identificación más detallada a aquellos que pagan los anuncios electorales. Así lo han anunciado cuando queda poco más de un año para las elecciones de los Estados Unidos y lo hacen después de que fueran criticados durante la campaña electoral en que Donald Trump logró la presidencia de los EE.UU..
La red social exigirá información sobre quién financia las campañas tanto en su plataforma como en Instragram y, de hecho, ya cuenta con unas normas que requieren la identificación de los autores de los anuncios políticos. Para cumplir con los requisitos, la compañía puede aportar su número de identificación fiscal o bien las campañas pueden aportar los datos de su registro ante la Comisión Federal.
Por su parte, las firmas más pequeñas pueden aportar un número de teléfono, una dirección electrónica y postal, un sitio web con un dominio que corresponda al resto de la información y la identificación personal de la persona que compra los anuncios. De este modo, Facebook clasificaría las campañas como autorizadas.
Más regulación gubernamental
Ahora bien, según la directora de relaciones públicas del gigante de las redes sociales, Kathie Harbath, la empresa no tiene atribuciones legales para verificar esta información y es justamente por eso que esperan que "haya más reglamentación gubernamental en este espacio".
Y es que la plataforma, que trae requiriendo desde mayo de 2018 a los responsables de propaganda política que incluyan una declaración identificando quién paga la propaganda, ha detectado que algunos anunciantes aportan información errónea y otros han probado de registrarse como organizaciones que no existen.
Según el grupo demócrata que analiza la propaganda digital Bully Pulpit Interactive, desde principios de año la campaña de Trump y la de los aspirantes presidenciales Tom Steyer, Kirsten Gillirand, Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Joe Biden, Pete Buttigieg y Kamala Harris ya han gastado, en conjunto, más de 25 millones de dólares en anuncios a Facebook.