El primer secador de chanclas del mundo ya es una realidad. Y ha sido ideado por una startup catalana. Burüburan lanza al mercado un secador e higienitzador de chanclas con el objetivo de evitar la propagación de hongos y bacterias en espacios públicos como las duchas y los vestuarios de gimnasios y centros deportivos.
El dispositivo, denominado Burüdry, combina aire, temperatura y luz ultravioleta para secar el calzado en un minuto, y se instala sin necesidad de obras. El aparato está dirigido a cualquier espacio público que tenga duchas y vestuarios comunes como piscinas, gimnasios, centros deportivos y hoteles y donde exista el riesgo de contraer infecciones por hongos.
Una innovación que ha contado con el apoyo de la multinacional Fluidra, quién aportó 250.000 euros para el nacimiento de la startup el 2016 y su desarrollo inicial, a cambio de una participación en su capital.
Burüburan nace de la experiencia de su consejero delegado, David Infante, quién sufrió una infección por hongos. Infante se dio cuenta que el hecho de no poder secar las chanclas después de la ducha era causa de malos olores por la humedad y del contagio de hongos a los pies. Así que empezó a trabajar en el diseño de un secador que diera solución a este problema.
Actualmente, la startup cuenta con una plantilla de 10 empleados que trabajan en su sede en Sabadell. Desde el lanzamiento del producto hace dos años, Burüburan ha vendido ya una decena de secadores en varios gimnasios de Barcelona y Bilbao, pero su objetivo ahora es llegar también a las administraciones públicas, como polideportivos.
La empresa plantea lanzar una primera ronda de financiación este otoño para conseguir 250.000 euros más y lanzar al mercado 30 nuevos modelos del Burüdry. Además, esperan que la inversión sirva para desarrollar una nueva versión de su secador, consolidar el mercado español y en un plazo de dos años, iniciar la expansión internacional.