
Los motores de combustión interna y la electricidad en la primera mitad del siglo XX; los petroquímicos, la electrónica o la aviación en la segunda mitad; las redes digitales y la biotecnología durante el cambio de siglo. Todas ellas son innovaciones que han roto con el panorama existente y han transformado nuestra sociedad, como ahora lo están haciendo las tecnologías espaciales, la inteligencia artificial avanzada, las nuevas energías o la robótica. Entran dentro de la etiqueta que denominamos deep tech, o tecnologías profundas en castellano, dos palabras que hacen levantar miradas y sintonizar oídos de empresarios, inversores y políticos.
A nivel estatal, Catalunya destaca con fuerza dentro de este ecosistema de vanguardia. De acuerdo con un informe publicado por Acció en octubre de 2024, el Principat aglomeraba en aquel momento 340 startups dedicadas a las tecnologías profundas, que conjuntamente ocupaban a 2.735 profesionales de alta cualificación y facturaban 166 millones de euros. En particular, las deep tech catalanas se enfocan principalmente en biotecnología (37%), inteligencia artificial (28%) y materiales sostenibles y de frontera (11%), y entre 2019 y 2024 captaron un total de 554 millones de euros de financiación, situándose como principal hub del sur de Europa en esta especialidad.
Esta tendencia también se observa en el ámbito académico: según un informe elaborado por la Mobile World Capital Barcelona (MWCapital) y Deloitte y presentado en la última edición del Barcelona Deep Tech Summit, Cataluña concentra el 29% de las empresas derivadas surgidas de universidades y centros de investigación del Estado que se especializan en deep tech, superando por tres puntos a Madrid (26%). En conjunto en todo el Estado, estas empresas de base científica ocupaban a 12.200 profesionales, con una tasa de ocupación media de 10 empleados por compañía, que supera en más de dos veces la ocupación media de las pymes españolas (4,7 empleados) y es un 43% superior si la comparamos con la media de empleados por startup en España (6,98 empleados). Las especializaciones muestran similitudes con el informe de Acció: biotecnología (18%), salud digital y telemedicina (16%), y tecnologías emergentes como la IoT, el edge computing, el 5G y los sensores (15%).
La diferencia entre Europa y Estados Unidos
A pesar de todo, las buenas cifras catalanas palidecen cuando se comparan con el resto de Europa, principalmente con el norte del continente; y quedan arrinconadas cuando Estados Unidos entran en juego. Así lo corrobora el The 2025 European Deep Tech Report elaborado por los fondos de inversión Lake Star y Walden Catalyst y las plataformas Dealroom.co y Hello Tomorrow, que busca hacer un extenso análisis panorámico del estado actual de las tecnologías profundas en Europa.
De acuerdo con el estudio, el continente tiene una buena posición en el ámbito más común de donde surgen esta clase de innovaciones: la academia. Según el Times Higher Education World University Rankings 2024 (THE 2024), Europa coloca seis universidades en los tops 20 de los ránquines en ciencia computacional e ingeniería, con la Universidad de Oxford liderando el primero y situándose cuarto en el segundo. A su tiempo, si se analiza el top 25 de centros de investigación, en este caso con datos de Dealroom.co y webometrics.info, el 40% de las instituciones son europeas, con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) como único representante español, situado en octava posición.
El 30% de las universidades mejor clasificadas en computación e ingeniería y el 40% de los mejores centros de investigación son europeos
Sin embargo, la historia cambia cuando se comparan las patentes de tecnologías profundas de los últimos 15 años de manera geográfica. En este ejercicio, los autores del estudio evalúan la evolución de cuatro sectores destacados (tecnologías espaciales, computación de inteligencia artificial, ciencias de la vida y tecnologías médicas), y en todos ellos Europa demuestra bajadas. Las mejor posicionadas son las tecnologías espaciales, donde el continente representa algo más del 40% de las patentes internacionales, pero cae un 7% en estos 15 años. La computación y las ciencias de la vida se acercan al 30% internacional, pero tienen descensos del 8% y el 11%, respectivamente; mientras que las tecnologías médicas no llegan al 20% y han registrado una importante caída del 15%.
Por el contrario, en América del Norte, las cuatro categorías superan (o se acercan mucho) el 50% de las patentes internacionales, y todas crecen entre un 4% y un 10% en los últimos 15 años, a excepción de la computación inteligente, que cae un 6%. Asia, por su parte, se encuentra aún entre el 10% y el 20% a escala internacional, pero con subidas disparadas en computación (+250%) y tecnologías médicas (+1000%).
4 evidencias de la brecha norte-sur
Centrándonos solo en el continente europeo, aquí también se observa una importante brecha entre el norte y el sur. En los dos ránquines THE 2024 mencionados anteriormente, las universidades europeas que entran en los tops 20 se reparten entre una mitad británica (Oxford, Cambridge y el Imperial College de Londres) y otra mitad repartida entre Suiza (Escuela Politécnica Federal de Zúrich - ETH y Escuela Politécnica Federal de Lausana - EPFL), Países Bajos (Universidad de Delft) y Alemania (Universidad Técnica de Múnich). Por su parte, de los nueve centros de investigación seleccionados, solo tres son del sur de Europa: el ya mencionado CSIC y los italianos Consiglio Nazionale delle Ricerche (CNR) e Istituto Nazionale di Fisica Nucleare (INFN).
Este desequilibrio queda reforzado cuando se observa la distribución geográfica de las patentes en tecnologías profundas de Europa. Con cifras de 2023 provistas por Jolt Capital, el Reino Unido e Irlanda son la región que contribuye más, con alrededor de un 31,6% de las patentes. Les siguen los países de habla germana (Alemania, Austria y Suiza) con cerca del 24,5% de las patentes, y Francia y el Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo), con un 20,4%. En esta clasificación, el conjunto de Europa del sur representa solo un 10,2% de las patentes, superados también por los países nórdicos, con un 11,2%. Cabe destacar que, en comparación con las cifras de 2010, el peso relativo de los sur-europeos no ha variado, pero sí que han aumentado los británicos e irlandeses y los nórdicos, a cambio de una pérdida de peso importante de Francia y el Benelux.
Europa del Sur representa sólo un 10,2% de las patentes europeas en tecnologías profundas, cuando sólo Reino Unido e Irlanda ya acumulan el 31,6%
El tercer indicador que consolida la diferencia entre norte y sur es el de las empresas derivadas, o spin-offs, surgidas de universidades y centros de investigación europeos. El estudio, tomando ahora datos de Dealroom.co, identifica las 28 instituciones académicas del continente que más compañías de alto valor cientificotecnológico han surgido de sus laboratorios, dividiendo el total entre startups financiadas por capital de riesgo, startups financiadas con series A, futuros unicornios y unicornios ya consolidados.
De todas ellas, el Reino Unido es el país que claramente lidera el ranquin, con un total de siete universidades, entre ellas la primera (Oxford, con 814 spin-offs) y la tercera (Cambridge, con 692). Francia y Alemania, con cuatro cada una, son los siguientes países más representados (destaca la primera con el CEA París-Saclay, quinto con 504 empresas). A continuación, Suiza y Países Bajos, ambos con tres empresas derivadas en el ranquin, la primera con la ETH de Zúrich (776) y el Instituto de Tecnología de Lausana (610) clasificadas como segunda y cuarta institución, respectivamente. Siguen Suecia y Bélgica, con dos centros cada una, y Finlandia, Irlanda y España, con solo uno. Por lo tanto, de los 28 mejor posicionados, el sur de Europa solo aporta un centro, la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que es vigésima con 122 spin-offs, ninguna de ellas unicornios o futuros unicornios.
Finalmente, la última prueba que demuestra la brecha geográfica la encontramos en la financiación captada por las empresas deep tech de cada país. Al frente de todo, como no sorprenderá a nadie después de analizar las otras tres áreas, se encuentra el Reino Unido, con un volumen de 4.200 millones de dólares captados durante 2024, con un crecimiento interanual del 21%. Francia, con 3.000 millones, y Alemania, con 2.700 millones, se llevan la plata y el bronce después de acortar distancias: por la caída interanual francesa del 27%, los teutones han crecido un 37%. Suecia, los Países Bajos, Suiza y Finlandia son los otros países que encontramos por encima del primer estado sur-europeo, España, que en 2024 captó 300 millones de dólares, una décima parte que Francia. En las mismas cantidades se mueve Italia, aunque con una caída interanual más destacada (del 17%, contra el 4% español).