Directora general del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona

Del liderazgo jerárquico al liderazgo en red

28 de Noviembre de 2025
BSfotocarnet

La era digital ha transformado la manera en que trabajamos, innovamos y lideramos. Las estructuras jerárquicas, que durante décadas fueron el modelo dominante, hoy resultan insuficientes para afrontar un entorno caracterizado por la conectividad, la velocidad y la complejidad. El liderazgo ya no consiste en controlar, sino en conectar. Y esto exige pasar de organizaciones rígidas a ecosistemas colaborativos.

 

El liderazgo tradicional se basaba en la autoridad vertical: decisiones en lo más alto que descendían por la cadena de mando. Este esquema funcionaba en entornos industriales estables, pero hoy la información fluye en tiempo real, los equipos son multidisciplinares y los retos requieren creatividad colectiva. El líder en red actúa como facilitador, no como controlador. Su función es inspirar, coordinar y generar confianza para que la inteligencia compartida se traduzca en soluciones.

La digitalización ha eliminado fronteras entre sectores y disciplinas. Empresas industriales colaboran con startups tecnológicas; instituciones públicas cocrean con universidades; y los clientes participan en el diseño de productos. Este contexto exige estructuras flexibles que permitan la cooperación más allá de los límites organizativos.

 

"El líder en red actúa como facilitador, no como controlador. Su función es inspirar, coordinar y generar confianza para que la inteligencia compartida se traduzca en soluciones"

En el Consorci de la Zona Franca de Barcelona lo vivimos cada día. El Distrito 4.0 es un ejemplo: estamos transformando el histórico polígono industrial en un espacio inteligente donde conviven grandes y medianas empresas consolidadas, centros de innovación y empresas emergentes que desarrollan soluciones para la movilidad conectada, la logística avanzada y la sostenibilidad. Este ecosistema no se basa en jerarquías, sino en redes que generan valor compartido.

Otro caso destacado lo encontramos en el corazón del Distrito 4.0, en el DFactory Barcelona, el ecosistema tecnológico que hemos impulsado para liderar la industria 4.0. Allí, más de 40 empresas, laboratorios y centros tecnológicos trabajan conjuntamente en proyectos de robótica, impresión 3D, de sensores, inteligencia artificial, IoT o blockchain. No hay muros entre ellas: hay sinergias. Cada actor aporta su conocimiento y se beneficia del talento colectivo. Este es el liderazgo en red llevado a la práctica.

Este nuevo modelo exige desarrollar competencias diferentes como la escucha activa y la empatía, para comprender necesidades y construir relaciones sólidas; la gestión de la diversidad, para integrar perfiles tecnológicos, creativos y operativos; la capacidad de influencia, no para imponer, sino para inspirar y alinear voluntades; la mentalidad digital, para entender cómo la tecnología transforma procesos y colaboración; o la flexibilidad y el aprendizaje continuo, para adaptarse a cambios rápidos y fomentar una cultura donde equivocarse sea parte del camino hacia la innovación.

No basta con herramientas digitales: el cambio es cultural. Muchas organizaciones continúan ancladas en la lógica del control, donde la información se guarda como poder y los errores se penalizan. Para avanzar hacia el liderazgo en red, debemos promover transparencia, confianza y generosidad.

"Muchas organizaciones continúan ancladas en la lógica del control, donde la información se guarda como poder y los errores se penalizan"

En el CZFB hemos asumido este reto. Nuestros proyectos son plataformas abiertas que invitan a empresas, instituciones y talento a participar. Sabemos que la innovación surge cuando se comparten ideas y recursos. Liderar en red significa abrir puertas, no levantar barreras

Los resultados son claros porque nos proporciona una mayor innovación gracias a la diversidad de perspectivas, más agilidad organizativa para responder rápidamente a los cambios del mercado, nos permite atraer talento, que busca entornos colaborativos donde crecer, y generamos un impacto social real, con proyectos que contribuyen a la sostenibilidad y al desarrollo económico.

Estamos ante una oportunidad histórica. La tecnología nos conecta como nunca, pero esta conexión solo será valiosa si la acompañamos de una nueva manera de liderar: un liderazgo que abandone la rigidez jerárquica y abrace la colaboración, que entienda que el poder no está en controlar, sino en compartir.

En el Consorci de la Zona Franca de Barcelona creemos firmemente en este modelo. Lo aplicamos en el Distrito 4.0, y lo promovemos en su centro neurálgico, el DFactory Barcelona, extendiéndolo a toda nuestra comunidad empresarial. Porque el futuro no se construye en solitario: se teje en red