Blanca Sorigué entró a trabajar al Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) en el 2004, con 30 años, y 14 años después, fue nombrada directora de la empresa pública, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo en toda la historia del Consorcio. Es también la directora general del Salón Internacional de la Logística (SIL) y lo fue del Barcelona Meeting Point (BMP), hasta que se dejó de celebrar, en 2019. En tiempo de pandemia, creó la Barcelona New Economy Week (BNEW) y la Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW), eventos híbridos que también dirige y que ya van por la tercera edición.
Nos recibe en el DFactory, un reflejo de la transformación que vive la Zona Franca y el mismo Consorcio de la Zona Franca de Barcelona.
El DFactory habla por si solo. 17.000 metros cuadrados de instalaciones de vanguardia, con un gran espacio abierto, zonas de coworking y networking , empresas de renombre, tecnología en cada esquina… ¿Es una realidad extrapolable a la transformación de la Zona Franca y a la del consorcio?
La Zona Franca está viviendo un momento transformador. Y estos momentos no se viven si no los creas.
Sorigué: "En el Consorcio no vivimos de los impuestos de nadie"
Cuando ves el DFactory, pero, puedes pensar "ostras, las instituciones públicas, sí que tienen dinero". Pero es importante saber que nosotros no vivimos de los impuestos de nadie. Somos una empresa pública con más de 100 años de historia, que factura 60 millones de euros el año, que vive de la gestión del patrimonio público y que el excedente que tenemos como empresa, lo revertimos en promoción económica para el territorio.
¿De dónde salen estos 60 millones de euros? ¿Cuál es el negocio del consorcio?
Tenemos diferentes líneas de negocio, pero la primera proviene de la gestión de la Zona Franca, patrimonio público de seis millones de metros cuadrados brutos, que pertenecen, concretamente, del Ministerio de Hacienda de España.
¿Por eso hay un delegado del Gobierno español (Pere Navarro)?
Exactamente. Y de estos seis millones, 160.000 metros son de Zona Franca aduanera: almacenes que se alquilan para usos aduaneros. Y el resto es suelo industrial, que por su ubicación es considerado premium. Desde este mismo edificio donde estamos, por ejemplo, se ven la torre de vigilancia del Port de Barcelona y del Aeropuerto del Prat. Nos encontramos en la puerta de entrada al sur de Europa y al norte de África, y con plena intermodalidad (tierra, aire y mar). Todo concentrado en un único espacio.
¿Y el precio por metro cuadrado? ¿También es premium?
No. Este suelo industrial está a 23 euros el metro cuadrado anuales. Un precio muy competitivo, que sería mucho más elevado si fuera de un propietario privado. El Consorcio vive, principalmente, de la gestión de este patrimonio, que, ahora mismo, tiene una ocupación plena, del 100%. Aunque no siempre ha sido así, ha habido épocas en las cuales la Zona Franca ha estado al 60%.
Sorigué: "El negocio inmobiliario ha sido el más conocido pero, en verdad, nunca hemos vivido de este"
¿Y la rama inmobiliaria?
Se creó hace más de 30 años y ha sido el negocio más conocido pero, en verdad, nunca hemos vivido de este. No hemos sido agentes inmobiliarios como tal, sino que hemos hecho operaciones, con una visión de largo plazo, de edificios emblemáticos (como la Torre Telefónica, el MediaTic o el Nexus) sin buscar una rentabilidad inmediata, sino una alianza publicoprivada que genere un valor añadido al territorio y su economía.
También las ferias han sido una cara muy visible del CZFB. El SIL, hasta hace poco el BMP, y los nuevos BNEW y BWAW.
De hecho, por eso se crearon hace 25 años, con el objetivo de promocionar las principales actividades del consorcio. Primero nació el BMP, para promocionar la actividad inmobiliaria, y después el SIL, por la rama logística. La historia del BNEW y el BWAW son las más recientes: son eventos que nacen en la pandemia, cuando justamente, no podíamos celebrar nada. Era el mes de octubre y estábamos todos cerrados, y fuimos los únicos que nos atrevimos a hacerlo.
Del mismo modo que fabricantes de automóviles durante la pandemia fabricaron por primera vez respiraderos, nosotros juntamos la oferta y la demanda ferial en plena pandemia. Y esto habría podido ser una aventura de un año y dejarlo estar, pero ya hemos hecho tres ediciones y hemos llegado a tener hasta 1.000 speakers.
Sorigué: "El Meeting Point tenía muchas debilidades antes de que llegara la pandemia. Ya no estaba al nivel que tenía que estar"
¿Fue el BNEW quién mató al Barcelona Meeting Point?
El Meeting Point tenía muchas debilidades, antes de que llegara la pandemia. Ya no estaba al nivel que tenía que estar. Hay muchas empresas que han desaparecido con la covid, pero porque ya estaban enfermas. El sector nos estaba diciendo que necesitaba una cosa diferente, y en el BNEW Real Estate lo hemos ofrecido. Hablamos de tecnología, de innovación, de proptech, de nueva economía... pero no presentamos las nuevas promociones inmobiliarias, como si se hacía en el BMP. También nos hicimos la gran pregunta: "¿El Consorcio es inmobiliario? ¿Es un agente inmobiliario?". Y la respuesta es no: somos un agente de promoción económica.
Y fuimos suficientemente valientes para decir que no lo volvíamos a hacer.
Sorigué: "¿El Consorcio es un agente inmobiliario? No. Somos un agente de promoción económica"
¿Habría sido más fácil continuar?
Claro, y salir en la foto. Pero nosotros no queremos salir en la foto. Queremos hacer cosas que aporten valor.
Y decidimos no hacerlo, pero a la vez dar lugar para que otros hicieran el suyo.
El The District. En las mismas fechas.
Exacto. Liberamos el recinto de Montjuïc de la Fira para aquellas fechas, porque para nosotros no hay ningún problema con que haya un salón inmobiliario, al contrario. Somos públicos, los ayudaremos si lo necesitan. Simplemente, tenemos claro que nuestro camino es otro: la nueva economía de transformación hacia la industria 4.0.
Sorigué: "No queremos salir en la foto, queremos hacer cosas que aporten valor"
Hace unos años le escuché decir que la Zona Franca era el Paseo de Gracia de la logística. ¿Y ahora?
Lo continúa siendo, porque igual que en el ámbito comercial todo el mundo sabe qué es Paseo de Gracia, en la logística, todo el mundo conoce la Zona Franca. Pero ahora se suma la industria 4.0: la Zona Franca es un espacio de innovación para las nuevas formas de hacer industria.
Formamos parte de la shortlist real de muchas decisiones que se toman en compañías a escala global para implantar su hub digital aquí. Esto hace unos años era impensable, y ahora está pasando. Nos hemos posicionado.
¿Cómo?
Escogiendo muy bien las empresas. Cuando estás en un polígono que, aunque sea de seis millones de metros, hay muy poca superficie disponible, tienes que pensar muy bien quién pones ahí. Y lo mismo con el DFactory: no nos importa tanto el nombre de la empresa sino su actividad empresarial.
Si hubiéramos hecho lo de siempre, ya lo tendríamos todo alquilado, en vez de estar al 60%
¿Habéis rechazado empresas que querían trabajar al DFactory?
Sí. Si hubiéramos hecho lo de siempre, ya lo tendríamos todo alquilado, en vez de estar al 60%. Pero hemos decidido que esta inversión de 30 millones de euros sea una apuesta muy firme de la gran transformación del polígono industrial. Estamos creando un ecosistema y la selección de las empresas es muy importante. En Catalunya no hay ningún otro espacio que sea hub de esta industria, que promocione la actividad de empresas especializadas en el Internet de las Cosas, en robotización, sensórica e impresión 3D, que conecte actores y mundos de este modo.
La última gran incorporación es la de SioCAST. ¿Y el último caso de éxito?
El The e-Miles Company, un vehículo fabricado con impresión 3-D, autónomo, eléctrico y sostenible. Y gracias a estar en el DFactory, ha cerrado un acuerdo con IKEA. Se trata de una prueba piloto con la cual la multinacional sueca ofrecerá el coche e-Miles a sus clientes para llevar el producto a casa.
Ahora tenéis un nuevo reto: la segunda fase del DFactory. ¿Qué pasará en estos más de 70.000 metros cuadrados?
La segunda fase acogerá industrias con tecnologías 4.0 y un campus. La clave es la comunidad, dar espacio al open innovation para hacer que las cosas pasen, como el caso de e-Miles. El proyecto, que requerirá el doble de inversión que este primer edificio, empezará a construirse este 2023.
Sorigué: "Para liderar hay que ser valiente, y tener conocimiento y estrategia"
¿A la espera de llenar este primero?
No. Tiramos por el derecho.
¿Con qué filosofía enfrentas estos retos? ¿Cómo definirías tu liderazgo?
Para liderar hay que ser valiente y tener conocimiento y estrategia. En una situación tan incierta como la que vivimos, tienes que ser muy valiente para conseguir que las cosas pasen, aunque a veces la valentía sea sinónimo de locura. También es fundamental formar un equipo bueno con un compromiso auténtico, que tengan ganas de cambiar las cosas, de transformarlas y de dar servicio; que haya una razón de ser compartida.