El sector turístico de Lleida hace un balance positivo de la temporada de verano y asegura que se han cumplido las previsiones que dieron al inicio de la campaña. El presidente del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Juan Antonio Serrano, destaca que en junio aumentó el volumen de visitantes y pernoctaciones, pero en julio, aunque bajaron los visitantes, se alargaron las estancias. Agosto aún no tiene cifras definitivas, pero se alcanzó el 100% de ocupación en algunos establecimientos durante el puente del 15 de agosto. Esto contrasta con las dificultades que enfrenta la hostelería para encontrar personal, un problema que se atribuye en parte a las dificultades para encontrar alojamiento para vivir, especialmente en el Pirineo, debido a la proliferación de pisos turísticos.
Según Serrano, el hecho de que se haya alargado la duración de las estancias de los visitantes durante julio indica que ha aumentado el volumen de turistas de fuera. Los datos muestran que en junio llegaron 129.453 turistas a la demarcación, generando 283.911 noches de alojamiento (en junio de 2023 fueron 113.283 visitantes y 233.095 pernoctaciones). El mayor incremento se ha registrado en los campings, con aproximadamente un 27% más de turistas, tanto nacionales como internacionales, y casi un 50% más de noches de alojamiento que en 2023. Los hoteles y apartamentos turísticos también han experimentado incrementos, mientras que el turismo rural ha sufrido un ligero descenso de cerca del 10% en viajeros y un 13,03% en pernoctaciones.
El mayor incremento se ha registrado en los campings, con aproximadamente un 27% más de turistas, tanto nacionales como internacionales
De julio, por ahora, solo hay datos sobre los hoteles y apuntan que fue el mejor mes de la serie histórica, que se remonta a 1999, en cuanto a pernoctaciones, con un total de 228.231 noches de alojamiento en hoteles. Mientras tanto, los 99.278 viajeros que recibieron los hoteles en julio representan la mejor cifra, solo superada por los 101.659 del mismo mes del año pasado. Por ello, Serrano señala que será otro año de récord tanto en pernoctaciones como el segundo mejor de la historia en volumen de visitantes.
Serrano destaca que este crecimiento no tiene nada que ver con la "masificación" que pueden sufrir otras zonas turísticas del país, especialmente en la costa. En este sentido, valora que Lleida se caracteriza por ser la demarcación con más "variedad de productos" y señala que si hay algún punto que pueda llegar a sufrir un cierto exceso de visitantes, ya se están tomando medidas para mejorar la situación.
En cuanto al perfil de los turistas que visitan la zona, el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, destaca que buscan sobre todo la tranquilidad de la montaña en zonas como el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici o el Parque Natural del Alt Pirineu. Llegan atraídos por actividades como el senderismo y cada vez más por la pesca, "que es un atractivo en toda Europa" e incluso más allá, ya que este año han llegado turistas de Australia y Estados Unidos para practicar la pesca sin muerte.
Apuesta por la formación y el alojamiento para captar trabajadores
Castellarnau admite que el sector, como muchos otros, sufre la falta de personal. En este sentido, afirma que trabajar los fines de semana y por la noche "genera reticencias", pero destaca que las condiciones que se ofrecen a los trabajadores son buenas. Desde la Federación apuestan por la formación y el contacto con las escuelas a través de programas duales. También insisten en la formación de aquellos trabajadores que comienzan desde cero. Castellarnau recuerda que hace unos años tenían que buscar personas en el sur de España para trabajar en el sector, y ahora la situación ha cambiado y "contratamos trabajadores de donde sea". En cualquier caso, destaca que están encantados y asegura que cuando descubren el trabajo, el 80% se queda.
Desde la Federación apuestan por la formación y el contacto con las escuelas a través de programas duales
Tanto Castellarnau como Serrano coinciden en señalar la falta de alojamiento para vivir como uno de los principales problemas para asegurar trabajadores en el sector. Esto se debe a la creciente oferta de pisos turísticos que los propietarios prefieren destinar a esta función porque ganan mucho más dinero que alquilándolos todo el año a trabajadores. Por esta razón, reclaman al Gobierno una regulación de esta problemática que en el Pirineo se agrava aún más por las dificultades para construir viviendas nuevas.