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Can Castelló, 127 años de historia y el auténtico xuixo de Girona

La empresa familiar gerundense, galardonada por la FOEG con el premio a la 'Empresa de largo recorrido 2025', continúa endulzando generaciones con su xuixo centenario

Julià Castelló y Pilar Campos, propietarios de El Xuixo de Can Castelló | Cedida
Julià Castelló y Pilar Campos, propietarios de El Xuixo de Can Castelló | Cedida
 Berta Xuclà
Corresponsal en Gerona
Girona
18 de Octubre de 2025 - 05:30

El xuixo es mucho más que un dulce: es una parte esencial de la identidad gerundense. Y si hay un nombre que sintetiza su historia, la tradición y la perfección, ese es Can Castelló. La pastelería, con más de 127 años de historia y cuatro generaciones de pasteleros, acaba de recibir el premio Empresa de largo recorrido 2025 de la FOEG durante la Nit de les Empreses Gironines, celebrada este 15 de octubre en Fornells de la Selva

 

Los orígenes de una saga dulce

La historia de Can Castelló comienza en 1898, cuando Julià Castelló i Moré, originario de Rabós d’Empordà, y su esposa Carme Pericot i Romagós abren una panadería en el barrio del Mercadal de Girona. Con los años, la saga ha superado guerras, crisis y cambios de tiempos. Sus sucesores, Lluís Castelló y Sabina Viguera, mantuvieron el negocio en tiempos difíciles, y en los años sesenta, Julià Castelló i Viguera y Maria Teresa Pérez, conocida como la Maite, dieron el gran salto hacia la pastelería. Aquel impulso convirtió Can Castelló en una referencia de dulzura en Girona, con una especialidad que acabaría marcando una época: el xuixo.

En los años sesenta, Julià Castelló i Viguera y Maria Teresa Pérez, conocida como la Maite, dieron el gran salto hacia la pastelería

El nacimiento del xuixo de Girona

Can Castelló elabora entre 4.000 i 5.000 xuixos al dia | Cedida
Can Castelló elabora entre 4.000 y 5.000 xuixos al día | Cedida

El xuixo original nació en la calle de la Cort Reial, en el obrador de Emili Puig i Bruch, junto con un aprendiz francés que trabajaba allí temporalmente. Aquel dulce, relleno de crema y frito con maestría, cautivó rápidamente la ciudad y, con el tiempo, se convirtió en símbolo y orgullo local. En toda Catalunya se pedían “xuixos de Girona”.

 

Can Castelló, fiel al espíritu de Puig, ha sido la gran guardiana de esta pasta centenaria, “siempre manteniendo la receta original de Emili Puig”, recalca Julià Castelló. La empresa es la primera y auténtica casa de chuchos, un título que hoy sigue defendiendo con orgullo: “Somos la primera empresa de chuchos”, reivindica su actual director.

De la crisis a la reinvención

A pesar de su trayectoria ejemplar, el camino no siempre ha sido fácil. “A finales de los años noventa y principios de los 2000 pasamos una mala época, muchas copias que hubieran podido condenarnos a un olvido irresistible”, recuerda Castelló. Pero en 2014 tomaron una decisión arriesgada: “Dedicarnos únicamente a los xuixos”. Una apuesta valiente que se convirtió en un punto de inflexión para la empresa.

Hoy el resultado habla por sí solo. Can Castelló elabora entre 4.000 y 5.000 xuixos al día, una cifra que ha crecido notablemente en los últimos años y que la empresa prevé aumentar un 25% más a corto plazo. Su equipo de 20 personas, entre obrador, oficinas y tienda, combina experiencia e innovación para mantener la calidad artesanal de un producto único.

Este compromiso con la calidad ha sido reconocido con el Sello de Calidad Girona Excel·lent 2025-2026, el distintivo agroalimentario de la Diputación de Girona que premia los mejores productos elaborados al cien por cien en las comarcas gerundenses y seleccionados mediante catas a ciegas por los mejores cocineros, enólogos y críticos gastronómicos.

Castelló: “No hay algoritmos, son las manos de cada día”

Los xuixos se elaboran con ingredientes de proximidad, como la leche del Baix Empordà, los huevos del Pla de l’Estany y la harina de Girona, y siguen un proceso meticuloso. “No hay algoritmos, son las manos de cada día”, resume Castelló sobre su manera de entender el oficio.

Tradición e innovación: del clásico a la reinterpretación

“Respetamos la tradición, y a veces la hemos reinterpretado”, explica el gerente. Y es que la receta original de Emili Puig se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos: además del xuixo clásico de crema, hoy se pueden encontrar versiones de ratafía, chocolate, manzana, tarta de queso, tarta de limón, cabello de ángel, turrón blando o canela y cardamomo. Durante festividades como Navidad o Temps de Flors, también crean sabores efímeros, siempre fieles a su esencia.

En 2020, la empresa sumó un nuevo capítulo de éxito con la colaboración con Jordi Roca, el prestigioso pastelero de El Celler de Can Roca, para crear el xuixo Casa Cacao. Elaborado con chocolate 72% cacao de origen colombiano, este producto demostró que la tradición gerundense podía dialogar con la más alta cocina.

El futuro: endulzar a nuevas generaciones

Julià Castelló y Pilar Campos, propietarios de El Xuixo de Can Castelló | Cedida
Julià Castelló y Pilar Campos, propietarios de El Xuixo de Can Castelló | Cedida

Actualmente, Can Castelló dispone de una tienda física en la calle de la Argenteria, 7 de Girona y de una tienda en línea, además de trabajar con distribuidores que les permiten llegar a toda Cataluña, especialmente al sector de la restauración. “A pesar de mantener la misma base de clientes, la demanda ha aumentado de manera significativa”, explican. La empresa ya prepara la ampliación de su red de distribución hacia otras zonas del Estado, y está trabajando para abrir mercado en el sur de Francia y en una parte de Inglaterra, siempre con la premisa de mantener la calidad y la esencia del producto.

En 2024 abrieron la primera tienda especializada únicamente en chuchos en Girona, un espacio que celebra la tradición y el arte del auténtico dulce gerundense. “Tradición, historia y Girona”, resume Castelló, “haciendo de puente entre el pasado y el futuro”.

Castelló: “Estamos agradecidos a las generaciones pasadas por haber mantenido este legado”

Con más de un siglo de vida y una marca registrada que garantiza su autenticidad, Can Castelló es mucho más que una empresa familiar: es un icono cultural y gastronómico de Girona. “Estamos agradecidos a las generaciones pasadas por haber mantenido este legado”, comenta sinceramente Castelló. Un legado que sigue creciendo, fiel a su origen y con la mirada puesta en el futuro.