ICL asegura que el accidente en la mina de Súria fue "imprevisible"

Así lo recoge una investigación interna de la empresa

Exterior de la mina de Súria | ACN - Nia Escolà Exterior de la mina de Súria | ACN - Nia Escolà

La muerte de tres geólogos en la mina de Súria (Bages), el pasado 9 de marzo, fue un hecho "imprevisible". Esta es una de las principales conclusiones del informe interno de ICL Iberia. Los jóvenes de 28, 29 y 31 años quedaron sepultados por una roca de 1,9 toneladas a 800 metros de profundidad. 

"Eran personas experimentadas y no había ninguna señal que la pared del techo fuera inestable", apunta Patricio Chacana.

Sin embargo, el consejero delegado de la empresa reconoce un "error de comunicación" sobre una incidencia de un turno previo que no llegó a las víctimas. Precisamente, la tarea de estas personas, especializadas en mecánica y control, era visitar zonas inestables y, de forma diaria, evaluar todas las áreas de trabajo de los mineros.

ICL ha anunciado que trabaja en nuevas medidas para reducir al máximo el riesgo de esta tipología de accidentes. "Tenemos que implementar la tecnología para reducir la exposición de las personas", describe Chacana. En este sentido, el ejecutivo advierte que la presencia de sistemas de explotación alternativos "está condicionada por el hecho que nuestra mina no es plana".

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