Un futuro con más ocupación al eje industrial de Cataluña

'Ámbito B-30' nace para dar respuesta a las necesidades económicas del Vallès y el Baix Llobregat

La unión de los esfuerzos de los diferentes agentes implicados en la realidad económica de nuestro país se dibuja como una de las soluciones más factibles para conseguir encaminar la salida de la crisis. Se trata de sumar administraciones, empresas, centros de investigación y universidades en un solo camino, aprovechando la especialización de unos y otras para incrementar la producción, la atracción de inversores y generar ocupación.

Estos parámetros son los que han empujado a unas 53 organizaciones del Vallès y el Baix Llobregat a unirse bajo el nombre de Ámbito B-30, una referencia a la autopista que cruza de punta a punta las tres comarcas desde Martorell hasta La Roca del Vallès. Centros universitarios como la UAB o la UPF, de investigación como Ascamm o el Sincrotró Alba, o patronales como Cecot han tomado una conciencia común que ha dado sus frutos después de dos años de trabajo.

Una larga reivindicación
La iniciativa permite poner en contacto diferentes realidades y generar confianza porque nazcan proyectos nuevos alrededor de la industria de la innovación en una zona del país que cuenta con una alta densidad empresarial y de población. "Siempre hemos reivindicado la necesidad de coordinar esfuerzos en todos los ámbitos con personas, entidades y empresas del cercando de la B-30 para generar un espacio de potencial suficiente que pueda atraer y generar sinergias", señala el presidente de la Cámara de comercio e Industria de Sabadell, Antoni Maria Brunet.

Para conseguirlo la localización estratégica y el entorno son factores esenciales, en un nudo de infraestructuras que pretende aprovecharse de la proximidad con Barcelona y del paso del tren con ancho de vía europeo para potenciar el transporte de mercancías.

La manufactura avanzada
Esta generación de sinergias tiene que pivotar alrededor de la manufactura avanzada, un paradigma que integra el uso de tecnología punta, avance e innovadora para mejorar productos y servicios. "Nuestra apuesta es volver a reunir capacidades de producción y conocimiento con dinámicas en torno a la innovación que permitan generar volúmenes de ocupación significativos", señala Xavier Marcet, fundador de la consultora LTC Project, encargada del estudio de potencialidades del territorio.

Esta apuesta parte de la realidad ya existente y de las empresas que se encuentran en la zona para permitir la creación de nuevas iniciativas a partir de la emprendeduría compartida, aprovechar la experiencia de ciudades como Sabadell o Sant Cugat en el ámbito de las smart cities o potenciar la bioenginyeria a través del trabajo conjunto de la industria farmacéutica con los centros hospitalarios, un aspecto que ya se ha empezado a perfilar en la zona del Bajo Vallès.

Un reto de futuro
Los agentes implicados tienen la responsabilidad de tejer las relaciones necesarias público-privadas para poder salir adelante un proyecto que sitúe el eje de la B-30 en el mapa europeo como un lugar de referencia, y aprovechando a la vegada otras iniciativas de éxito del entorno, como el espacio del 22@ de Barcelona o el eje industrial del Llobregat. Todo ello con el objetivo de mejorar el atractivo y generar nuevos puestos de trabajo.
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