Bodega La Puntual, cinco años de gastronomía bodeguera en el Born

El proyecto está liderado por dos sagas de restauradores barceloneses José Varela y Joan Carles Ninou, nieto del creador de El Xampanyet, y factura más de 2 millones de euros anuales

Los responsables de la bodega La Puntual del Borne | Cedida Los responsables de la bodega La Puntual del Borne | Cedida

Las bodegas son la historia de un barrio. Pero muchas veces pasa que, de tanto venderse al que llega, es la propia ciudad la que acaba desdibujándose. Y es un sinsentido. Así que son las bodegas informales, las de toda la vida, las que condensan (a veces) lo mejor de esa autenticidad pétrea. Bodega La Puntual no es una bodega centenaria, pero en su diseño, en su carta y en su espíritu conviven dos de los linajes de restauradores barceloneses más apreciados.

José Varela siguió el legado de sus padres, un matrimonio de restauradores que marcó un hito en la zona alta de Barcelona con el restaurante La Xarxa, una marisquería en la que él trabajó de niño sirviendo cafés y de adulto como chef. Y Joan Carles Ninou, nieto de Esteve, no sólo creó escuela tras la barra de El Xampanyet (Ca l’Estevet) sino que se convirtió en uno de los mayores expertos de Barcelona en la cultura de la lata. 

Juntos, decidieron abrir como socios una taberna bodeguera de barrio. La historia tiene ya cinco años y facturó el año pasado 2.130.000 euros. “Cuando decidimos abrir esto, yo no tenía ningún socio que no hubiera sido mi hermano, él tenía dos locales. Me dije, '¿Yo voy a saber llevar esto?' Pero me tiré a la piscina. Tenía claro que teníamos que tener una identidad propia, no podía no diferenciarse de El Xampanyet. Una copia de algo muy original no deja de ser una copia”, reflexiona Varela. Al final, invirtieron un millón en su apertura y se prometieron -fue durante una copiosa comida en Cal Tito de Vilassar hace ya algunos años- que la oferta del local (colindante al mismo Xampanyet), honraría a su vecino, a sus propios linajes familiares, y a la historia misma de los cuatro muros que lo acogen.

El 'trinxat' de la Cerdanya servido con un huevo frito, el arroz del Delta con pluma ibérica, las croquetas y el calamar a la plancha con alioli son algunos de los 'must'

La Puntual toma el nombre del novecentista establecimiento que regentaban los padres del protagonista de l’Auca del senyor Esteve. Un cartel en medio del salón recuerda a Santiago Rusiñol i su obra. Unas marcas en el muro derecho de su comedor principal recuerdan que había estado conectado con El Xampanyet. "Después fue el tostador de café de Casa Gispert y luego, un estudio de fotografía de dudosa reputación para Primera LíneaInterviú. Aquí había poso”, recuerda Varela.

Ahora, la erótica está en el producto y una carta bien surtida de vinos y vinos a copas (70 referencias además de otros vinos de alta gama a Coravin). Entre la oferta, jamones de Arcano de Maldonado que cuelgan en su entrada dando la bienvenida, ostras Louis d’Or y producto de temporada fresquísimo sobre el mostrador de Pau Santamaría (hijo del fallecido xef de Can Fabes). También quesos curados (de Payoyo, Cuirols y El Put). El chorizo es Joselito y el fuet de Riera Ordeix. Nada falla. Tampoco, unas adictivas croquetas de jamón, el best seller axiomático de la carta: “Vendemos mínimo 1.000 de estas cada semana”, señala Varela.

La mano de Ninou se ve clara al comprobar que a estas delicias se les suman sus célebres latas: anchoas, berberechos o mejillones. Los platillos a la carta ofrecen ese tipo de cosas sencillas que siempre apetecen: el trinxat de la Cerdanya servido con un huevo frito (que se presenta entero en la mesa y se rompe y mezcla delante del cliente), el arroz del Delta con pluma ibérica, las mencionadas croquetas (elaboradas con los recortes del jamón Maldonado) o el calamar a la plancha con alioli de ajo escalibado. Sus bravas también tienen legión de seguidores y aparecen con cierta asiduidad en los rankings de las mejores de Barcelona por la calidad de su patata y la elegancia en su fritura. Una carta de sugerencias nos recuerda que aquí también se trabajan platos de a diario, según manda el mercado. Ricard Formoso dirige una cocina abierta a curiosos en la que el trasiego de platos es constante pero el ruido casi imperceptible.

Ese dinamismo se extiende a la sala del restaurante que visitan una media de 2.500 comensales cada semana. Con 22 personas en el servicio, consiguen que todo se pueda servir al momento, incluso el jamón, que se corta a mano. Tapear de pie al entrar o sentados, también en tinas, sitiadas en la entrada, o en un rincón donde esperan dos sofás. Todo es casi posible en una cocina ininterrumpida pero que cuida al máximo el detalle.  “El local está pensado para que todo el mundo encuentre una experiencia a medida partiendo de la base de que el producto no se adapta al precio, es el precio que se adapta al producto”. Y la calidad manda. Un buen sitio.

Bodega La Puntual

Dirección: Carrer de Montcada, 22

Tel.: 933 103 545

Precio Medio: 25-30€

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