Pinxos y tapas del Telefèrico | TODO Sant Cugat
Pinxos y tapas del Telefèrico | TODO Sant Cugat

Un Telefèric de Sant Cugat a Miami y San Francisco

El restaurante es un negocio familiar que ha encontrado la fórmula para expandirse e internacionalizarse y profesionalizar su oferta de cocina contemporánea

Soledad Urabaya y Ramon Padrosa estaban metidos en el sector del arte. Era su pasión, pero, cuando quisieron formar una familia decidieron asentarse en Sant Cugat y abrir un bar: el Rondas. Era el año 92. El Rondas era ese tipo de local singular que enamoró a sus conciudadanos. Pequeño a rabiar, en el que hicieron fortuna los pinchos navarros con los que Soledad recordaba a su añorada tierra. El éxito les alcanzó de lleno y decidieron mudar el Rondas a un nuevo local con dimensiones más interesantes. Un Telefèrico de juguete que rondaba por allí como decoración, hizo el resto. “La gente ya no decía vamos al Rondas, sino vamos al Telefèric y así se cambió el nombre del restaurante para siempre“. Lo recuerda Gerard Sucarrats. Él es el director del Telefèric de Plaça Letamendi, un local que se sumó a la pequeña dinastía restauradora de la familia Pedrosa y que ya ha hecho el salto al charco con restaurantes en Estados Unidos, concretamente en puntos clave del Estado de California y ahora también en Miami.

Hace ocho años los hijos del matrimonio -Xavi y Maria Padrosa- decidieron tomar las riendas del negocio familiar y, aunque Soledad sigue al cargo del Telefèric sancugantense, darle un giro. Telefèric Letamendi seguía los pasos de su hermano, pero toreando en una plaza como Barcelona, la cosa no podía quedarse en los pinchos.

Desde hace un par de años entró un equipo nuevo en cocina, se amplió carta y se empezó a pensar más en servir una cocina de cierto nivel. La coyuntura quiso que ficharan a parte del equipo proveniente del hotel Omm que por aquel entonces Rosa Esteva cerraba: Alejandro Matoque, subchef -del extinto Roca Moo donde fue mano derecha de Rafa Panetiri- encontró aquí su casa. “Rafa hizo la carta nueva –recuerda Sucarrats- y Alejandro se quedó con nosotros”.

“Ahora buscamos ser algo más que un bar de tapas”. Su taco de atún con chipotle y aguacate, el hit del restaurante del cual vendieron 700 unidades sólo el mes pasado lo atestigua. A nadie extraña que fuera una de las tapas sold out en la reciente edición del Tast a la Rambla. “Desbancar a las patatas bravas es toda una consecución –asume el director del restaurante-. “Pero es el pulpo trufado -que desde el 92 se hace igual en todos los restaurantes- la estrella indiscutible y uno de nuestros platos emblema. También comparten carta en todos los locales los buñuelos y las croquetas”.

Con dimensiones controlables y una decoración acogedora -a mediados de 2017 hicieron una reforma de sala casi integral buscando líneas más amables-, el espacio está a punto de reformarse otra vez para abrir la cocina al público.

Una facturación cercana a los 2 millones de euros y 16 personas trabajando asume que el Telefèric es un local de éxito. “El año pasado fue muy malo para la restauración en general, pero este ya ha vuelto a la normalidad”, asegura Sucarrats. 

Les visitan entre 100 y 200 clientes diarios con un público extranjero en un 60% del total. “Un día malo podemos hacer unas 110 mesas. Estamos en una zona con una planta hotelera de 4 estrellas muy interesante y saben que nosotros servimos tapas que son un poquito más elaboradas que el resto, por eso nos envían mucha clientela”.

A hacer las Américas

Hace cuatro años la empresa expandió su marca abriendo local en Sant Francisco. Le siguió hace unas semanas un Telefèric en Palo Alto, foco mundial de compañías tecnológicas y cuna de grandes marcas como Apple, Google y Paypal, entre otras. Xavi Padrosa, director de los restaurantes junto a su hermana, tiene una relación con la ciudad desde que residió allí (entre los años 2005 y 2012) mientras asistía al Foothill College en Los Altos Hills y, posteriormente, a la Universidad Golden Gate en San Francisco.

Además, en un mes y medio tienen prevista apertura en Miami bajo el nombre de Morrofino dentro del hotel Axel (en la empresa ya trabajan 200 personas). “Menos en este último caso, todos nuestros locales fuera son homónimos, pero les añadimos Barcelona al apellido porque vendemos marca Barcelona”. “En el caso de Morrofino será un inmenso restaurante de tres pisos en lo que fue una antigua estación de tren. Su dueño, un cliente que venía a comer aquí, se enamoró de la cocina y ofreció a Xavi Padrós abrir allí un restaurante”. Una cocina de ida y vuelta a las Américas explica Sucarrats: “Ahora ya tenemos un tipo de cliente que viene del otro lado del Atlántico, que nos ha visitado en San Francisco y quiere saber cómo saben los platos que adora en la ciudad de Barcelona”.

Telefèric

Dirección: Plaça del Dr. Letamendi, 27, Barcelona

Precio medio: 25-30 euros per persona

Teléfono: 934 51 16 41

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