• ¿Cómo escapar de la telaraña del fraude digital esta Navidad?

¿Cómo escapar de la telaraña del fraude digital esta Navidad?

En plena campaña de invierno, la euforia consumista se mezcla con el ingenio de los ciberdelincuentes, y ya suma más de 8.274 millones de ciberataques en 2025 en Catalunya

El fraude digital se intensifica durante la campaña de Navidad | iStock
El fraude digital se intensifica durante la campaña de Navidad | iStock
Natàlia Bosch | VIA Empresa
Periodista
19 de Diciembre de 2025 - 04:55
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Las luces de Navidad llevan días adornando las calles, del mismo modo que las compras digitales han empezado a deslumbrar las pantallas. Pero tras los clics y la magia de regalar se esconde una telaraña cada vez más densa: la de los ciberataques. Según datos de la Agència de Ciberseguretat de Catalunya, solo este noviembre se detectaron 678 millones de ciberataques, con 800 incidentes gestionados, y a lo largo de 2025 se han registrado un total de 8.274 millones de ciberestafas. La institución alerta de que la campaña navideña es uno de los momentos de máxima vulnerabilidad, cuando la euforia consumista se mezcla con el ingenio de los ciberdelincuentes.

 

Pero el fenómeno no solo afecta a los consumidores individualmente: las pymes españolas, que representan más del 99% del tejido productivo, sufren con especial intensidad el impacto del fraude digital. El Instituto Nacional de Ciberseguridad gestionó 97.348 incidentes en 2024, un 16,6% más que el año anterior, de los cuales más de 31.500 afectaron a empresas. El coste de recuperarse de un ataque ha aumentado un 25% en cinco años, debido a una mayor sofisticación técnica, la dependencia digital y las exigencias regulatorias.

Solo este noviembre se detectaron 678 millones de ciberataques, con 800 incidentes gestionados en Catalunya

El 89% de los ciberdelitos registrados en el Estado son fraudes informáticos, muchos dirigidos a empresas, según el último informe de cibercriminalidad del Ministerio del Interior. Una parada del sistema de facturación, un ataque o una suplantación de identidad pueden suponer días sin ingresos, pérdida de clientes y sanciones. “La pyme está más informatizada que nunca, pero también es más vulnerable”, aseguran desde la empresa Secure&IT.

 

Ante esta presión, el gobierno español ha anunciado recientemente la creación de una brigada antifraude financiero con la colaboración de bancos y operadores de telecomunicaciones. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, explicaba durante el comunicado que el objetivo es “tener un mecanismo de alerta temprana para poder dar una respuesta contundente” ante las estafas digitales.

En este sentido, las asociaciones bancarias (Asociación Española de Banca (AEB), Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) han subrayado que la iniciativa debería ampliarse a otros actores clave del ecosistema digital. Consideran necesario que se incorporen las grandes plataformas tecnológicas -como Meta, propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, donde proliferan muchas estafas-, así como la Agencia Española de Protección de Datos y, si fuera necesario, organismos como el INCIBE o la Asociación Española para la Digitalización (DigitalEs).

Los ocho consejos clave de CaixaBank

A menudo los ciberdelincuentes se hacen pasar por el mismo banco | CaixaBank (elemento gráfico incrustado por VIA Empresa)
A menudo los ciberdelincuentes se hacen pasar por el mismo banco | CaixaBank (elemento gráfico incrustado por VIA Empresa)

En paralelo a esta respuesta institucional, cabe decir que las entidades bancarias también refuerzan año tras año sus propios mecanismos de protección. Es el caso de CaixaBank, que impulsa varias iniciativas como un escudo digital que combina tecnología y pedagogía. Alertas en tiempo real, claves seguras, verificación constante de las operaciones y canales oficiales de contacto inmediato forman parte de un arsenal que busca reducir el impacto del fraude. Además, la entidad ofrece guías prácticas para reconocer las estafas comerciales más habituales: webs que imitan comercios, correos electrónicos con enlaces sospechosos o SMS que prometen entregas inexistentes.

A modo de ejemplo, CaixaBank señala ocho consejos clave para evitar que te engañen:

  1. Desconfía de llamadas, mensajes o correos electrónicos que soliciten información personal o financiera, especialmente si provienen de supuestos representantes de entidades bancarias.
  2. Verifica la autenticidad de comercios electrónicos antes de realizar cualquier compra, prestando atención a las valoraciones de otros usuarios.
  3. Desconfía de los chollos, de las ofertas excesivamente atractivas. Busca la coherencia en el importe de tu compra.
  4. Evita las redes wifi públicas para operaciones sensibles, priorizando el uso de datos móviles y activando medidas de seguridad como el bloqueo automático de pantalla y la autenticación para pagos.
  5. Protege las contraseñas mediante combinaciones robustas, evitando compartirlas y almacenándolas en gestores seguros.
  6. Sospecha de solicitudes de dinero por parte de supuestos familiares, incluso si se presentan con vídeos o audios convincentes. Los ciberdelincuentes pueden suplantar a algún familiar.
  7. Para estar más protegido, activa el bloqueo de pantalla y la autenticación para pagos con tu móvil. Y si te lo roban o lo pierdes, avisa rápidamente a atención al cliente.
  8. Actúa con serenidad y sentido común ante cualquier situación que despierte sospechas, evitando decisiones precipitadas y contactando directamente con la entidad implicada a través de sus canales oficiales.

Hay que tener presente que a menudo los ciberdelincuentes se hacen pasar por el mismo banco. Tal como advierte CaixaBank, una de las técnicas más sofisticadas combina SMS fraudulentos con llamadas telefónicas que aparentan provenir de la entidad. Este método, conocido como smishing y vishing, consigue engañar a la víctima con mensajes de alerta y, posteriormente, con una llamada que utiliza números camuflados para parecer oficiales. El objetivo es obtener claves personales y autorizaciones de seguridad, haciendo creer al cliente que está protegiendo su cuenta cuando en realidad la está exponiendo.

Por otro lado, muchos fraudes se disfrazan con urgencias o amenazas para forzar una respuesta precipitada. Las peticiones de datos personales o de pagos urgentes son una señal inequívoca para desconfiar. Ante esta situación, la recomendación es clara: mantener la calma, aplicar el sentido común y contactar inmediatamente con CaixaBank por los canales oficiales -ya sea a través del Espai Gestor o del teléfono 938 87 25 25- para verificar la información y evitar consecuencias más graves.

CaixaBank también permite personalizar el uso de las tarjetas: activar o desactivar temporalmente compras en línea, operaciones en el extranjero, reservas de hoteles o retiradas de efectivo. Esta flexibilidad da al cliente el control sobre sus hábitos de consumo y reduce la superficie de exposición al fraude. En caso de duda o pérdida, la tarjeta se puede apagar de manera temporal o permanente.

Alertas en tiempo real, claves seguras y verificación constante de las operaciones forman parte del arsenal de CaixaBank para reducir el impacto del fraude

El corazón del programa es el sistema de alertas en tiempo real. Cada operación que supera los 500 euros, cada reintegro superior a los 1.000 euros o la primera compra en el extranjero genera una notificación inmediata vía SMS o correo electrónico a la aplicación CaixaBankNow. Este mecanismo convierte al cliente en protagonista activo de su seguridad, con información instantánea que permite reaccionar antes de que el fraude se consolide.

Pero la protección no se detiene en las fronteras. Con CaixaBank, los clientes que pierden o sufren el robo de la tarjeta en el extranjero pueden solicitar el envío urgente de una tarjeta de sustitución o retirar dinero en efectivo a través de corresponsales de CaixaBank en la mayoría de países. Se trata de un servicio que garantiza continuidad y seguridad, incluso en situaciones extremas, cuando la movilidad internacional se ve comprometida.

Al fin y al cabo, el reto es simple, pero exigente: mantener la confianza en el consumo digital en medio de una campaña que multiplica los riesgos. Los datos muestran que el fraude ya no es un episodio puntual, sino un fenómeno estructural que afecta a consumidores y empresas. La respuesta institucional y bancaria apunta a la coordinación y a la pedagogía, pero la verdadera clave es que cada clic se haga con conciencia. Solo así, la magia de la Navidad podrá convivir con la seguridad en un entorno digital cada vez más complejo.