No es un error del banco ni un descuido de la empresa cuando decimos que el próximo año un gran número de trabajadores notarán una ligera disminución en su nómina. Se trata del incremento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que tiene por objetivo garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo. Este año, el porcentaje total ha sido del 0,8% sobre la base de cotización, y será a partir del 1 de enero de 2026 cuando el recargo se elevará hasta el 0,9%. De este, un 0,75% lo asumirá la empresa, y el 0,15% restante irá a cargo del trabajador. La medida está recogida en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y forma parte de la reforma aprobada en 2023 para blindar el sistema ante el reto demográfico.
Ahora bien, ¿qué hay de cierto en las cifras que circulan en la nube de internet? Según los datos analizados por Verificat, el impacto real es mucho más modesto de lo que a menudo se comenta en las redes. Un trabajador con un salario de 18.000 euros anuales verá una retención de unos 27 euros al año, es decir, poco más de dos euros al mes. Con 30.000 euros anuales, la cifra sube a unos 45 euros, y aquellos que coticen por la base máxima, fijada en 56.640 euros, aportarán hasta 95 euros anuales.
La reforma también introduce el sistema dual de cálculo de pensiones, recogido en el Real Decreto-ley 2/2023. A partir del 1 de enero, los nuevos jubilados podrán escoger entre mantener el método actual, que tiene en cuenta los últimos 25 años de cotización, o ampliarlo a 29 años con la posibilidad de excluir los dos peores. Esta flexibilidad busca adaptarse a trayectorias laborales más irregulares y dar más margen a quienes han sufrido periodos de cotización bajos.
Solo aquellos trabajadores que coticen por la base máxima, fijada en 56.640 euros, aportarán hasta 95 euros anuales
Por otro lado, la revalorización de las pensiones continuará vinculada al Índice de Precios al Consumo (IPC), con un aumento del 2,6% este septiembre en Catalunya, hecho que refuerza la previsión de una subida similar en las prestaciones a partir del próximo año. En cuanto a la edad de jubilación, esta se situará en 66 años y 10 meses a partir de 2027 -según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones-, excepto para aquellos que acrediten al menos 38 años y tres meses cotizados, que podrán jubilarse a los 65 años.
Estas medidas responden a la necesidad de adaptar el sistema público a un escenario demográfico cada vez más exigente. El dossier Desafíos y políticas en la era de la longevidad, publicado por CaixaBank Research, analiza precisamente este reto: la llegada masiva a la jubilación de la generación de los baby-boomers y el impacto que tendrá sobre las finanzas públicas. El informe advierte que, para garantizar la sostenibilidad, una opción podría pasar por retrasar la edad de jubilación hasta los 68 años en las próximas décadas.
El economista Josep Mestres Domènech alerta de que en el año 2050 habrá solo 1,6 personas en edad de trabajar por cada jubilado en el estado español, cuando actualmente la proporción es de 2,6. Esta “trampa demográfica”, tal como la describe el experto, viene marcada por una baja natalidad, y "se acentuará durante los próximos años". Por ello, el estudio recomienda impulsar políticas públicas que reduzcan el coste de tener hijos y favorezcan la conciliación, a pesar de que las previsiones futuras de natalidad no son demasiado optimistas.
CaixaBank y los planes de pensiones a ritmo de futuro
En este contexto, y lejos de ser un producto estándar, los planes de pensiones de CaixaBank se han consolidado como una herramienta de planificación a largo plazo. La entidad catalana articula una oferta que combina seguridad, diversificación y adaptación, con productos diseñados para evolucionar al mismo ritmo que lo hace el ahorrador. Su gama más emblemática, llamada Gama Destino, incluye planes como el CABK Destino 2026, Destino 2030, Destino 2040 y hasta el Destino 2060, todos ellos configurados para que el riesgo disminuya automáticamente a medida que se acerca la fecha de jubilación.
También existen opciones diseñadas para perfiles concretos, como el CABK Oportunidad, que ofrece una combinación flexible de renta fija y variable pensada para aprovechar movimientos de mercado. Además, hay alternativas temáticas y globales, como el CABK RV Internacional, el CABK RV USA o el CABK Tendencias, orientados a ahorradores que quieren exposición a mercados específicos y a sectores innovadores y sostenibles.
La calculadora y el recomendador, los aliados digitales de la jubilación

Si el debate sobre el futuro de las pensiones pone de manifiesto la necesidad de ahorro privado, CaixaBank ha optado por hacerlo más tangible con dos herramientas digitales que se complementan. Por un lado, la calculadora de desgravación fiscal permite ver en tiempo real qué ahorro consigue el contribuyente en la declaración de la renta con las aportaciones al plan de pensiones. Es la manera de traducir en cifras inmediatas el esfuerzo de ahorro. El recomendador de planes, en cambio, mira hacia el futuro. A partir de preguntas sencillas sobre la edad, el perfil de riesgo y el horizonte temporal, orienta al usuario sobre qué plan se ajusta mejor a sus necesidades. Si la calculadora explica el “cuánto” y el “cómo” del ahorro fiscal, el recomendador dibuja el “cuál” y el “por qué” de la estrategia a largo plazo.
En definitiva, el 2026 marcará un punto de inflexión en el debate sobre las pensiones, y conocer los límites de desgravación, anticipar la tributación futura del rescate y aprovechar las ventajas de los planes de empresa se convertirán en pasos clave para construir un colchón financiero sólido. En un escenario de presión demográfica y de incertidumbre económica, no solo habrá que ahorrar, sino hacerlo con inteligencia y aprovechar cada herramienta disponible para transformar el esfuerzo de hoy en la seguridad de mañana.