Barcelona desacomplejada

La capital catalana tiene la madurez y las piezas necesarias para empezar a jugar en las grandes ligas de los ecosistemas

Barcelona y su ecosistema emprendedor | iStock
Barcelona y su ecosistema emprendedor | iStock
Barcelona
30 de Noviembre de 2021

La historia económica de Barcelona se ha construido durante siglos alrededor de un tejido empresarial fuerte basado en el comercio y las pymes. No es de extrañar entonces que estas representen más del 90% del tejido empresarial y que siga siendo uno de los ejes vertebradores de nuestro ecosistema. Dicen por eso que faltan grandes referentes. Sin embargo, en ocasiones nos olvidamos que empresas como Chupa Chups, Fluidra, Grifols, Ferrer, Almirall o Puig nacieron aquí, consiguieron jugar en las grandes ligas y ser reconocidos a nivel internacional. 

Creo que los próximos Fluidras serán aquellos que sepan entender una Barcelona global y sin complejos. Ya lo han hecho, los Wallapops, Holaluces, Wallboxes o Glovos que han marcado el camino para una segunda camada de startups como Heüra, Goin, Tropicfeel o muchos otros tantos.  

Si has estado en Sillicon Valley, Boston, Londres o Shenzhen entenderás de lo que hablamos... Son ciudades con las mismas piezas de ajedrez que nosotros, pero con ganas de invertir, de equivocarse y de pensar a escala global. 

Debemos conseguir grandes 'exits', una mayor colaboración entre administraciones y subir las apuestas de los MWCs que sitúan a Barcelona en el punto de mira internacional

Barcelona tiene la madurez y las piezas necesarias para empezar a jugar en las grandes ligas de los ecosistemas y convertirse en referente global. Para ello, necesitamos entrar en una nueva fase que permita crear nuestro propio relato emprendedor. Conseguir grandes exits, una mayor colaboración entre administraciones y subir las apuestas de los Mobile World Congresses que sitúan a Barcelona en el punto de mira internacional. 

¿Por qué no? Como decía un tal Xavi Hernández, “somos el Barcelona y nos han enseñado a ganar”. 

Cuando hablamos de ecosistemas, hablamos de conectar cinco tipos de agentes: empresas, administración, inversores, centros tecnológicos y universidades. Incluimos también un sexto, subsistema relacionado con los hubs de innovación y cámaras de comercio o patronales. Si miras las empresas, ves que cada vez más existen corporaciones como Pepsico, Nestlé, Novartis, Microsoft o King, que deciden poner sus hubs internacionales y centros tecnológicos aquí. 

La siguiente gran ola

Albergamos un listado de startups de Barcelona que ya apuntan a la siguiente gran ola. Algunas de ellas como Tappx,  Badi, Typeform, Colvin o Signaturit, no hacen más que confirmar que Barcelona es un espacio perfecto para el fundador de una empresa por el talento tecnológico que encuentra y el fácil acceso a él.

Y es que el talento es clave para entender bien el crecimiento de Barcelona. Buena parte de responsabilidad la ha tenido el tejido universitario que ha permitido construir uno de los grandes pulls de talento tecnológico a nivel de Europa. Esto se debe a las innumerables escuelas de negocio que encontramos como Esade, UIC o Eserp y cómo las más clásicas como la UB, UPC y otras como Universitat Pompeu Fabra o la Ramon Llull han sabido entender el contexto, dar las herramientas necesarias a los estudiantes locales y atraer los internacionales que ven Barcelona como un buen espacio para hacer carrera y vivir.

Los centros tecnológicos son los grandes olvidados mediáticamente del ecosistema, pero de los actores que más hacen que las cosas sucedan

Todo esto nos lleva a aumentar año tras año el número de inversiones que se hacen. Y este, si me permitís, es un claro identificador de que vamos para arriba. Solo un dato: el número de inversiones se ha triplicado respecto al año pasado. 

Y es que players importantes se han incorporado o han nacido en los últimos años en la Ciudad Condal. Hemos visto la reciente incorporación de Waterland, y se suma a otros fondos de capital riesgo como Miura, Abac o Squircle. Además, players también importantes como Galdanas, Invereadys, Nautas, Antais o Encomendas que están jugando un papel muy activo en el ecosistema local emprendedor y dan alicientes para que startups pasen a scale-ups y que el talento decida quedarse aquí para crecer.

Para mí, en toda esta ecuación, los centros tecnológicos son los grandes olvidados mediáticamente del ecosistema, pero de los actores que más hacen que las cosas sucedan. Los dos por excelencia son Eurecat y Leitat. Un ejemplo de ello es el mayor centro de Impresión 3D de Europa con el 3D Factory o CATI, un centro tecnológico con el Hospital Clínic de Barcelona también impulsado por Leitat. 

Uno de los éxitos de Barcelona es que es una ciudad de sietes

En la parte de la administración soy optimista. Una Barcelona Activa que va como un tiro. Generalitat que cada vez entiende mejor el qué, el cómo y el cuándo del ecosistema a través de Acció. Una Cambra de Comerç que quiere hacer cosas, y las está haciendo como por ejemplo alojando el Tech Spirit Barcelona en la Llotja de Mar impulsado por Tech City o consiguiendo reunir a 130 actores clave del ecosistema local de Barcelona en un gran encuentro.  

Quizás, uno de los éxitos de Barcelona es que es una ciudad de sietes. No tiene el mejor clima, pero tiene un clima bueno. No tiene las mejores montañas, pero tiene buenas montañas. El mar no es ni mucho menos el mejor, pero tiene mar y esto implica que es uno de los mejores lugares para las nuevas generaciones que trabajan en la industria digital y de tecnología. 

Aprovechar los recursos que tenemos será clave para construir nuestro propio relato emprendedor de ciudad. Poner foco en las fortalezas de cada uno para hacer un plan conjunto, sin egos,  a largo plazo y que permita construir el hub referente en Europa al que aspiramos. 

Si otros pueden, nosotros también. Vivamos una Barcelona sin complejos.