David Carabén: "Ser del Barça y no ser cruyffista es de estúpido"

El cantante asegura que "el Barça es una máquina de hacer política muy poderosa y quieren tenerlo bajo control"

David Carabén es cantate y uno de los referentes del barcelonismo. | Carolina Santos David Carabén es cantate y uno de los referentes del barcelonismo. | Carolina Santos

David Carabén gana en las distancias cortas, le dirán todos los días. Y con su desarmante sencillez, naturalidad y bonhomía, te seduce en un santiamén. El cerebro le va a velocidad supersónica y tarda milésimas de segundos en encontrar la referencia, la metáfora, la comparación en el inacabable cajón de sastre de su cultura. Igual te habla de quién era el auténtico Mishima hasta que, en un salto de guión imposible de contar, salta a los dos segundos a hablarte del delantero tanque Hrubesch o del extremo Onésimo. ¿Y a santo de qué? No importa porque acabas naturalizando igual todas las referencias. Antes de ser líder de un grupo musical, Carabén gozó de otra vida vinculada al Futbol Club Barcelona ​no ya desde la cuna, sino como periodista que supo innovar formatos televisivos y de acercamiento a este fenómeno social. Hoy en día, recién nombrado comisionado para el 125 aniversario del club, David Carabén es uno de los referentes a la hora de pensar dónde estamos con el barcelonismo en este peculiar y complejo arranque del siglo XXI. Él quita importancia a sus reflexiones, aunque merecen atención detallada. Al fin y al cabo, nuestro protagonista, situado en un punto de observación del universo culé, es capaz de encontrar las respuestas a los planteamientos que este país se hace a diario sobre su club de fútbol, ​​su juguete sentimental de preferencia.

Ésta es la última charla de la temporada de La Milanesa de Messi con destacados barcelonistas y aquí encontrará otra visión del encuentro con David Carabén, celebrado en el restaurante Fishhh!, propiedad de Lluís de Buén, anfitrión de esta iniciativa. Finalizamos el recorrido como quien acaba la competición y espera la nueva pretemporada después de escuchar las reflexiones en clave culé de Fermí Puig, Jaume Roures, Santiago Segurola, Carles Vilarrubí, Jordi Basté, John Carlin, Maria Teixidor y el propio Carabén, ocho barcelonistas con mucho que decir sobre el pasado, presente y futuro de un club que vive una de las situaciones más convulsas de su centenaria existencia. Queríamos recuperar un género periodístico ya perdido, el de la conversación sosegada, y parece que lo hemos logrado. Para el lector de VIA Empresa que quiera dedicar tiempo al repaso de estas charlas transcritas, las encontrará en este enlace.

Mishima todavía se encuentra de promoción del último disco, L’aigua clara. Da la impresión de que el grupo ya forma parte del imaginario colectivo catalán y de que está plenamente integrado en el panorama emocional del país.

Por supuesto, también lo noto. Desde hace un disco o dos, parece que estamos en un nivel de reconocimiento muy grande, con bastante prestigio, y lo vivimos de forma bien agradecida. Desde el 2010 hasta ahora, ya hemos tocado techo, hemos encontrado nuestro sitio en el mundo y ahora estamos en una fase de altiplano, podríamos decirlo así. Algo que es cojonudo, ya que has llegado donde querías, probablemente, pero ya no es tan excitante. ¿El grado de complicidad con la gente? Es maravilloso, tenemos un público fantástico, que ha entendido ese nivel de comunión, una especie de pacto entre ellos y nosotros. No hacemos canciones inmediatas o evidentes, sino piezas que requieren por parte del oyente cierto voto de confianza, escuchar el disco durante dos meses. No somos un grupo típico de pop que aspire a convertirse en la banda sonora del próximo verano, sino que tenemos ese tipo de complicidad con nuestra gente tejida a través de los años y el conocimiento mutuo. Y esa sensación es fantástica. Nos sentimos superprivilegiados de haber llegado hasta aquí, es muy chulo. Hacía cinco años que no sacábamos un disco y en ese tiempo han pasado muchas cosas. En el panorama musical han aparecido nuevos estilos y nuevos grupos y hemos hecho un intermedio, con ciertos riesgos, pero ha gustado, al parecer.

"El Barça es la metáfora de las metáforas, la forma de hablar sobre nosotros mismos"

Tras tantas entrevistas hablando de música, hoy toca hablar de Barça. ¿Cómo lo afronta? ¿Ha perdido la costumbre?

Me parece algo muy mediterráneo, muy culturalmente nuestro: un grupo de gente hablando y compartiendo ideas y sensaciones del Barça, decir cuatro verdades y cuatro paridas alrededor de un buen vino... Creo que es único. El Barça es la metáfora de las metáforas. Es una manera, en definitiva, de hablar sobre nosotros mismos, del país, con una franqueza, una apertura de miras y con un punto de idealismo atrevido superior, por ejemplo, al que empleamos cuando hablamos de Cataluña.

David Carabén nació en una casa donde se debía barcelonismo por todos lados... Su padre, Armand, era el gerente de la directiva Montal, formada por todo un puñado de prohombres de aquella Catalunya que quería cerrar el franquismo de una vez por todas.

Súmale a Cruyff y a los jugadores de aquella época, al entrenador Michels, a todos los que se encontraban en El Muntanyà, a Neeskens, a Rexach...  En verano yo jugaba con los hijos de todos ellos. A menudo, Jordi Cruyff, cuando estaba en el fútbol base del Ajax, traía a amigos holandeses y allí se formaba una especie de colonia muy y muy futbolera. Danny Cruyff les hacía mantener estrictamente el horario holandés y, en cambio, mi madre, Marjolijn, ya estaba plenamente integrada y se había adaptado a las costumbres de aquí. A las ocho de la mañana venían a picar la persiana para ir a jugar al fútbol, ​​hiciera el tiempo que hiciera. ¡Estábamos doce horas jugando con la pelota!

"Mi padre, Armand, sabía tocar muchas teclas y conciliar a contrarios. Tuvo muchas vidas"

Desgraciadamente, si hay un punto que caracteriza al culé es la ausencia de memoria histórica. Sin embargo, David Carabén la domina desde sus tiempos de periodista en activo, cuando no era preferentemente músico como ahora. Empezando a repasar lo que ha forjado a los culés a través de la historia, ¿cree que la figura de su padre es suficientemente conocida y respetada como es debido?

Creo que sí porque Armand Carabén tuvo muchas vidas y caras. Más allá de la dimensión estrictamente culé, en aquellos años 70, él estaba en contacto con Josep Pallach, por ejemplo, con aquel PSC catalanista, no adscrito al PSOE. También era muy amigo de Raimon, de Joan Fuster y había tenido una gran relación con Josep Pla. Realmente, mi padre tocaba muchas teclas y sabía conciliar contrarios, de alguna forma. Yo no conocí a mi bisabuelo, Josep Carabén, del Cafè Espanyol, pero se ve que ya tenía ese mismo rasgo de personalidad tan distintivo. Sempronio, el viejo historiador de Barcelona, ​​definía su Cafè Espanyol de los años 20 como un lugar en el que podías encontrar desde sindicalistas a poetas hasta anarquistas o policías, cualquier tipo de gente sentada en su terraza y todos igualmente cómodos. La publicidad decía que aquella terraza era la mayor de Europa, en el momento de máximo esplendor del Paral·lel. Se encontraba donde antes estaba el Studio 54 y hasta hace cuatro días la sala Barts. Mi bisabuelo gestionó ese lugar, el primer espectáculo establecido en la zona, el Circo Español, junto a Arnau... Esto venía a cuento hablando de la versatilidad de mi padre para congeniar con gente de varios talantes vitales. Y por ello, ha sido celebrado y reconocido desde minorías muy diversas. Yo voy todavía por la calle y me encuentro a mi padre porque alguien me habla, me comenta una anécdota personal vivida con él y me revelan aspectos desconocidos suyos. Políglota, de muchos ambientes diferentes, divertido, hedonista, con ganas de pasárselo bien... Y después, en realidad, poco ambicioso porque tampoco intentó protagonizar nada, pero estaba en todas partes, desde la gestación de TV3 hasta el primer proyecto de Juegos Olímpicos. Un hombre que tocó muchas teclas y que, creo, lo pasó fabulosamente y fue muy querido. Un superpadre, vaya...

Y al otro lado, la madre, holandesa, Marjolijn Van der Meer, la parte que le conecta con una Europa tan lejana entonces.

Sí, toda una matriarca con mucha personalidad. Pasó parte de la niñez en Nueva Guinea, nació sufriendo bombardeos nazis en La Haya... También, políglota, muy culta, muy vivida y con carácter. Trece años menor que mi padre, diferencia de edad que hacía que estuviera conectada a otras generaciones, a lo que se llevaba en la Europa que actuaba aquí como espejo de referencia. Digamos que el siglo XX se había vivido a fondo en casa, al menos musicalmente. A mi padre le encantaba el jazz de los 50 y la nouvelle chanson francesa y mi madre aporta el nacimiento del rock and roll; entre los dos crean un bagaje musical que no estaba nada mal. En casa podías encontrarte a Cruyff y Ramon Ollé, el coreógrafo, y estas combinaciones te hacían decir “¡Hostia!”... A mí esto me ha dado una amplitud de referentes extraordinaria.

David CarabénFotografía de Carolina Santos

Armand Carabén también figura detrás de la creación de Elefant Blau, un referente en la historia reciente del club.

Exacto. ¿Qué buscaba? Terminar democráticamente con la mediocridad ideológica del nuñismo, de eso se trataba. A lo largo de los años 80, mi padre se da cuenta de que el Barça, contrariamente a lo que había estado con Montal, abandona aquella condición de abanderado democrático, de lucha por el catalanismo como buque insignia, de conexión emocional con las clases populares, ser una institución avanzada y europea para encerrarse y hacer marcha atrás. Cae en el paternalismo típico de Núñez, en la escasa conexión y empatía con la sociedad que le rodea, no entender qué es Cataluña y menospreciar de dónde vienes, un desconocimiento absoluto de la historia del Barça. Es como tener unos vinos fantásticos, unos aceites acojonantes e ir a buscarlos a Italia... Ir a un restaurante de Barcelona y encontrar que no hay vinos catalanes en la carta es motivo suficiente para levantarse de mesa y marcharse. Si nosotros no sabemos apreciar lo que tenemos, sean instituciones o productos, estamos fallando en lo básico. Todas las regiones vitivinícolas del mundo, lo leí alguna vez, consumen allí mismo los dos tercios de su producción. En cambio, en Cataluña no llegamos ni a un tercio de lo que producimos. Evidentemente, no puede ser... Parece increíble esa mentalidad provinciana de creerse que lo mejor viene de fuera y menospreciar lo propio.

¿Se considera un referente teórico del barcelonismo?

¿Quién? ¿Yo? ¡No, hombre, no!

Planteémoslo de otra manera. Para la mayoría, Vázquez Montalbán es todavía hoy el gran teórico del Barça y eso que hace veinte años que no lo tenemos entre nosotros. Entonces, ¿quién marca ahora la reflexión?

Bien, creo que hay mucha gente en el país a quien le gusta pensar el Barça, hacer teoría y darle vueltas. Y de este juego salen reflexiones. Todos los que escribimos somos espejos que nos afanamos por saber hacia dónde va esto, qué significa lo que pasa, planteándonos si estamos perdiendo o no lo que el club significa para nosotros... Creo que es chulo, pensar qué nos gusta y qué no, qué nos conviene a nosotros y qué no. Yo nunca buscaría referentes en este sentido, sino debate de ideas. Hablando de nombres, Sergi Pàmies también ha escrito cosas cojonudas, ha puesto en juego posibilidades de pensamiento, alternativas sin necesidad de sentenciar, de pontificar. Pienso que, por mi forma de escribir, puedo dar esa imagen, pero en realidad estoy jugando, como el resto de los articulistas. ¿Es dar una vía alternativa a pensar: “¿Y si somos esto?”, “¿y si somos lo otro?”, si ese gol de Messi es como ese cuadro de no sé quién… Bien, es que el fútbol permite este tipo de fuegos artificiales. Con Pàmies lo hablábamos un día: en las secciones de deportes de los periódicos se les permiten códigos que son vetados, por ejemplo, en la sección de cultura. De fútbol se puede hablar o escribir de una forma muy frívola y, al mismo tiempo, ponernos pomposos, pedantes y ver qué sale... Nos gusta crear castillos de cartas, comprobar qué podemos llegar a decir. En cambio, volviendo a la cultura, según cómo la trates, te echarán la caballería por encima o, si eres serio, igual no te soporta nadie. El periodismo deportivo te permite esta versatilidad y la considero bastante agradecida, aunque pueda ser un síntoma de que estamos capados por otra parte...

"El Elefant Blau buscaba acabar con la mediocridad ideológica del nuñismo"

¿Veía venir el batacazo, la hecatombe que hemos vivido juntos en el Barça?

Sí, por supuesto, evidentemente. Lo que sabe mal es que tengan que pagarla los siguientes que llegaron al club. Como me ha tocado escribir sobre Barça en los últimos años y aunque no tenga una gran memoria por partidos, sí recuerdo y sé situar el comienzo de la debacle: un partido contra el Vila-real después de una temporada bestial con Luis Enrique que parecía que lo ganaban todo. Ese día vi como una primera grieta, la primera señal y, desde entonces, fue caer, caer, caer... Llevamos muchos años cayendo. Y cuando gana Bartomeu las elecciones, justo después de la Champions de Berlín, ya llega la denuncia y cargar a la institución con antecedentes penales con el revuelo del fichaje de Neymar. La situación era de un hedor terrible y, sin embargo, Bartomeu es elegido presidente por mayoría. Hay una contradicción bestial entre la realidad y la forma de no liderar el club, haces pagar al Barça una multa que te tocaba pagar a ti por negligente.

Algunos sitúan el comienzo del declive cuando Sandro Rosell niega el pan y la sal a Pep Guardiola...

¡Hombre, claro! Creo que el declive nace ya en la separación entre Laporta y Rosell. El resentimiento de Rosell hacia Laporta genera que Sandro pase años comiendo con periodistas y peñas, preparando su revancha y la llegada a la presidencia... Allí hay una fractura que se explica de alguna manera en ambas autobiografías que ambos protagonistas escriben. Según Rosell, el motivo de ruptura entre ambos radica en que Laporta se dejó influir demasiado por Cruyff, que Johan mandaba demasiado en ese Barça. Éste es el máximo reproche que le hace. En cambio, Laporta le echa en cara aquella operación que quería llevar a cabo con Ronaldinho y el Chelsea de Abramovich para traspasarlo a la Premier y sacar un porcentaje de comisión. Si comparas ambas acusaciones, aquí se explica todo: uno quiere recibir algo bajo mano y el otro se deja asesorar por la figura más influyente en el fútbol del siglo XX.

"Esta hecatombe que vive el Barça se veía venir. ¡Por supuesto que se veía venir!. El declive viene de lejos. Empieza con la separación entre Laporta y Rosell"

Para muchos culés, hay un trauma insuperable consistente en ver a Guardiola acumulando años y experiencia lejos del Camp Nou, al servicio de otros clubs que no son el suyo.

¡Claro! Y lo encuentro terrible, terrible. Dice mucho de nosotros como sociedad, de cómo somos incapaces de retener el talento y llevarlo a su máxima expresión. Claro que vivimos una cima en 2009 y 2010, aquellos años son sublimes... En un artículo lo intenté expresar a través de Jorge Luis Borges, el escritor argentino, quien, en un cuento, habla de Xanadú, de un arquitecto que sueña con este paraíso. Después de construirlo y pasados ​​unos siglos, Wordsworth, poeta romántico inglés, vuelve a soñar con Xanadú a pesar de no haberlo visto jamás. Adopta varias formas, de caballo para unos y de poema por otros, se encarna de maneras diversas. Al final, es una metáfora que me parece preciosa y que existe para muchos colectivos. Por ejemplo, ¿qué es la catalanidad? Se representará simbólicamente de diversas formas, según con quien hables. Y en el Barça esa alegoría es ya muy vieja. Este sueño de fútbol asociativo, de combinación, arranca de lejos, no es un poder que empiece desde arriba y baje, sino que es una idea de base, digamos que nos la vamos haciendo entre nosotros, de forma republicana. Es una evolución que compartimos y que se expresa, por ejemplo, con los húngaros del Mundial 54, Kubala, Kocsis y Czibor, que llegan aquí y nos aportan su contribución. Pierden la final, pero practican un juego que enamora a Europa y el barcelonismo lo adopta porque le gusta esta manera de interpretar el fútbol. Al cabo de unos años nos vuelve a pasar con Holanda y lo que supone Cruyff. Luego, Guardiola y su idea del juego... Nosotros, los seguidores, lo intuimos y celebramos que haya ese tipo de técnicos. Antes del Cruyff entrenador, ya lo vivíamos, ya lo sentíamos…

O sea, siguiendo el sueño y en coherencia, los culés nunca 'aceptarían' ganar una Champions como la última del Madrid, nos rompe toda estética...

Y somos fruto de un país que ha perdido sus guerras. También vale para el Barça. Por eso quiere conseguir la victoria moral, el reconocimiento de superioridad, y que conste que no lo considero un sentimiento malo. A veces me ha pasado con Barcelona, ​​cuando vienen amigos extranjeros y me preguntan cuál es su secreto. Les contesto que quizás sea una capital de un país sin estado, de un lugar pequeño que quiere existir sin que lo dejen... Si fuera realmente la capital de un estado, estaría llena de funcionarios, sería completamente diferente. Ahora parece que se haya quedado a medias...

David CarabénFotografía de Carolina Santos

Hablemos de los ismos. ¿Son una expresión de la democracia culé o un estorbo continuo?

El otro día lo pensaba: el Madrid no tiene 'distefanistas', ni 'puskistas', ni partidarios de la 'quinta del Buitre'. El Manchester United no tiene 'bestistas', como el Benfica tampoco tiene 'eusebistas'... Y volvamos a nuestro caso, ¿por qué nos pasa? Pues porque dentro del mismo club tiene enemigos en eterna pelea interna, como si tuviera dos almas que generan la aparición de 'nuñistas', de 'cruyffistas'... Hay gente que piensa que es solamente un club de fútbol y hay que está convencida de que el Barça es 'más que un club'. Si te pones a pensarlo, es algo absurdo. Es absurdo no ser del Barça y cruyffista. Es más, si eres culé y no eres seguidor de Johan, ¡eres un estúpido! O ser 'antiguardiolista' y acusarle de mear colonia. ¡Es completamente imposible! ¿Pero en qué mundo has vivido tú? Imagínate ser del Madrid y proclamarse antizidane, si es que hay alguien así. A ver, ¿dónde has estado? ¡Pero si te ha ganado tres Champions consecutivas, por el amor de Dios! Hay polémicas estériles típicas del fútbol que no tienen ningún tipo de sentido. En cambio, otras sí la tienen: por ejemplo, los que saben que el Barça es una máquina de hacer política muy poderosa y quieren tenerla bajo control. ¡El Barça está lleno de héroes, de estrellas, es nuestro Hollywood! Son referentes definitivos, ejemplos morales para millones de personas de las clases populares, representantes de una patria imaginaria. Hay gente que trabaja dentro del barcelonismo para intentar reconducir esto y quiere anular a los referentes: entonces salen con que Guardiola mea colonia, que Messi es un vendido, que Xavi no sé qué y antes, que Cruyff era un pesetero. Las trincheras: el 'más que un club' y el no 'más que un club'.

Ya que estamos, ¿el Barça todavía es 'más que un club'?

Entre la gente que creemos que quiere serlo, lo quiere ser siempre.

Esto únicamente se entiende en un sentido, el de la simbiosis entre Barça y Catalunya.

Bien, yo diría que cualquier colectivo necesita una zanahoria y cuanto más atractiva sea la zanahoria, mejor. Y lo digo como principio motriz, una manera de ir hacia delante, porque si te paras y has dejado atrás tu mejor época, puedes convertirte en un United cualquiera y pasarte diez años parado en el barrizal. Sin embargo, si tienes y mantienes un propósito, aunque parezca idealista o irreal, si es un pensamiento potente, que inspire en calidad de valores, de referentes morales, deportivos, incluso de idealismo político, el Barça puede ser un instrumento para aspirar a una vida mejor. Es como los objetivos que perseguía mi padre en su día: catalanismo y democracia. Pues adelante, vale la pena, seguimos teniéndolo como vehículo de una aspiración máxima. Entonces es cuando somos de verdad “más que un club” y lo somos por una Catalunya más democrática, más progresista, más avanzada. Si tiene que haber una idea que organice un club deportivo, caramba, debe ser ésta, colocada lo más alto posible. Debemos regalarnos que sea 'más que un club'. Y lo demuestras practicando esa fe. El Barça puede ser "más que un club" si los barcelonistas nos lo creemos y exigimos serlo.

"Ver a Guardiola fuera de casa es terrible y dice mucho de nosotros como sociedad"

¿Laporta le hace caso?

¡Ja, ja, ja! ¡No tiene que hacerme caso!

¿Pero le escucha?

Hombre, a veces. Ahora me ha venido a pedir la colaboración para hacer esto [comisionado del 125 aniversario del FC Barcelona]. Tiene este tipo de carácter que, en los momentos duros, cuando hay agujeros por todos lados, es necesario realizar un ejercicio de fe y de fuerza para salir adelante y ayudar con lo posible.

¿Cómo valoraría lo que llevamos de gestión en su segunda etapa en la presidencia? Parece algo 'el día de la marmota'. No avanzamos, más allá de seguir hablando de la herencia y de tener las manos...

Piensa en lo de las inversiones del Estado en Cataluña que salió hace unas semanas. Nos quedamos escandalizados que sólo se hubiera ejecutado un 36% mientras Madrid iba por el 180% largo... Vamos, y después del procés, de que la prensa española nos pintara como unos soñadores y unos colgados, siempre quejándose de los independentistas. Pues, mira, siguen dándote motivos. la verdad es jodida y vuelve a salir. Pues en el Barça estamos igual: Laporta llega y se encuentra un agujero acojonante. Podemos quejarnos, llenar portadas o lo que quieras, el caso es que el agujero está ahí. Por tanto...

"El Barça es fruto de un país que ha perdido sus guerras. El Barça es una máquina de hacer política muy poderosa y quieren tenerlo bajo control. Las trincheras del Barça son fáciles de definir: el ‘más que un club’ y el no ‘más que un club’"

Y en todo este tiempo, nadie ha pedido responsabilidades a los anteriores, detalle también sorprendente...

¡No, no, y todavía hay gente de esta generación que ha jodido el club que va pontificando en los periódicos y en las redes! Toda esa gente que escriben, que publican, que cada día dicen la suya son los que han estado reventando el independentismo estos años. Y ahora, ¿qué? ¿Escriben algo quejándose del pésimo porcentaje de inversiones estatales? Los diarios de aquí deberían tener periodistas en cada obra, en cada proyecto que no se ha hecho, denunciando la situación, preguntando todos los días cómo es que no llegan las máquinas... En cambio, volvamos al Barça, venga darle vueltas con cuánto alocado es Joan Laporta, qué loco es, la manía a Guardiola... En fin, ya ves por donde voy.

¿Sufre por una hipotética conversión del Barça en sociedad anónima deportiva?

No lo sé, la verdad es que no lo sé. Ahora mismo, el debate de si debemos o no convertirnos en un Bayern de Múnich, con el 49% de las acciones participadas por empresas locales... Di qué tres empresas de aquí, va. Grífols, Grífols y Grífols, ¿quizás? No es tan fácil, no sé si en la junta alguien cree en este modelo y me parece que Jan no lo defiende, no va por ahí y quiere otra cosa. Más purista todavía. Si debemos plantearnos la posibilidad en serio, debe ser de manera documentada, informada, inteligente, etcétera. No hay un duro, pero lo habrá, lo habrá, eso sí lo veo bien claro. Pongamos por ejemplo el crédito de CVC que ofrecían hace un año. Ahora se ha confirmado que podías aspirar a un pacto mucho mejor. Precisamente, por ser el tipo de club que es, por la adscripción de sus socios, el Barça tiene un potencial formidable, puede ser una máquina de generar valores y activos y cuantificarlos no resulta fácil, pero tienes que ponerte manos a la obra.

David CarabénFotografia de Carolina Santos

En esta línea, recuerda lo que nos decía John Carlin en la entrevista que le hicimos, cuando argumentaba que Messi hubiera tenido que renovar gratis con el Barça. Enviando este mensaje de compromiso, seguro que las empresas hubieran pagado una fortuna por patrocinar la continuidad del argentino.

Tiene su sentido, sí... ¿Si he superado el adiós del Messi? Me ha costado mucho, me ha costado mucho, pero he tenido que hacerlo, no quedaba más remedio. Por último, si Messi hubiera querido quedarse, se habría quedado, creo yo. En este sentido, hay que madurar un poco: no creo que Laporta lo echara. A mí me han contado una versión muy creíble y me la creo. Ahora, vamos, lo que me resulta evidente es que, en el fútbol de hoy, el jugador va allá donde quiere, en definitiva. En su caso, considero que mandaron las circunstancias de todo tipo que se alinearon.

¿Cree que el 'cruyffismo' debe seguir siendo la Biblia del Barça, el camino a seguir?

Si hablas de 'cruyffismo', todo el mundo lo entiende como idea, pero yo creo que ya ha evolucionado muchísimo. Hoy en día, quien sea, en cualquier categoría o nivel, sale con el balón jugado desde atrás, tocando, pero quien realmente llevó esto a la práctica fue Guardiola. Sí, Cruyff tenía la idea de un portero que jugara bien con los pies y lo intentó con Busquets padre, pero hacía falta que pasaran unos años hasta redondearlo. Aplicado en el Barça, es el modelo que nos gusta. Se trata de poner en juego la racionalidad, la belleza, casi la aspiración del ser humano de controlar la naturaleza... Donde debe ir la pelota es donde yo he decidido que vaya, no al azar, nada de rebotes o de factores incontrolables y que decida la fortaleza física, no... Ahora, cuando oigo lo de que 'el fútbol se ha vuelto más físico y el Barça necesita músculo', ya directamente me echo a reír y me burlo de ello. Ja, ja, ja... Hay gente que, en efecto, no ha entendido nada de todo lo que ha vivido. Claro, si quieren seguir este criterio, no podrían jugar con Gavi por su apariencia, pero resulta que el tipo es fuerte como un roble, robusto y pequeñito. Por tanto, todo es bastante relativo y si tenemos que pasar por estas pruebas, las pasaremos.

"Finalmente, si Messi hubiera querido quedarse, se habría quedado"

¿Y cómo se tomó el nombramiento como comisionado del 125 aniversario del FC Barcelona que se celebrará a finales del 2024?

Pues, con total sinceridad, con gran sorpresa. Laporta nunca me lo había dejado caer anteriormente, ni nada parecido... Flipé mucho. Francamente, ni pensaba en ello. Ahora, una vez asumido, me sentí honrado, orgulloso, es un detalle precioso y tiene el añadido de la vivencia personal. Mi casa ha estado siempre llena de referentes de aquel 75 aniversario del club que mi padre vivió a fondo. Él lo experimentó como un momento muy especial de su vida porque aquello fue un exitazo. No sólo por el himno de Espinàs o el cartel de Joan Miró, no. Además, fue como un reencuentro con el exilio catalán generado por la guerra que volvía a casa en puertas de recuperar la democracia. Simbolizaba que el Barça era la puerta de entrada en el camino de vuelta, brutal... Bien, podemos decir que Cataluña es sólo una idea, pero de vez en cuando se materializa y, si mantienes fuerte esta idea, tiene un poder formidable por la cantidad de gente que lleva detrás. Todo esto es muy inspirador.

Seguro que ya ha pensado en algunas ideas para poner en práctica cuando le toque desempeñar el cargo.

Sí, pero todavía no me he puesto en serio porque la noticia es muy reciente.

Repasar lo que fueron el 25, el 50, el 75, incluso el centenario en la evolución del club, resulta más que respetable. Impresiona desde su sentido histórico recordar dónde estaba el Barça en cada momento.

¡Por supuesto! Es fantástico poner la historia en primer plano y ayudar a popularizarla entre los propios barcelonistas. La cantidad de héroes culés que han caído en el olvido, poder recuperarlos ahora y volver a dotarlos de carácter, dejar de ser anónimos para ser fuente de autoestima y valoración. Sólo hablamos de un detalle, imagínate qué fuerza puede tener todo...

"Flipé mucho con el hecho de que me nombraran comisionado del 125 aniversario, no me lo esperaba"

¿Le da miedo de que el aniversario se celebre en Montjuïc a causa de las obras de l’Espai Barça?

La idea pasa por inaugurar el año del 125 aniversario del club en el Camp Nou y cerrarlo allí mismo. Inaugurar el Nou Camp Nou será una buena excusa para montar una gran fiesta. ¡Por supuesto que sí!

¿Es uno de esos culés que vive pendiente de lo que hace el Real Madrid o prescinde de ello?

No, no vivo pendiente de ello, sólo lo hago a final de cada temporada para ver cómo les ha ido. Sinceramente, no me seduce la idea de estar pendiente de un equipo que no juega a nada y que saca los partidos adelante a base de cojones, no me inspira. Pero no es que me pase con el Madrid, no, en temporadas me ha pasado también con el Barça. Necesito que desplieguen un fútbol inspirador, que te haga disfrutar, que te enganche por belleza, que invite a que eso sea la metáfora de algo más. Y lo necesito mucho más allá de la reducción absoluta, consistente en que mi equipo gane. Si mi equipo juega como la mierda y gana, mira, no me consuela nada, me aburre. Bien, lo que decíamos antes, lo del tirón que mostramos los catalanes por la estética...

¿Confía plenamente en Xavi Hernández?

¡Por supuesto que sí! Lo hemos visto esta temporada. Tal y como empezamos la temporada, seamos sinceros, no podíamos esperar nada bueno, el panorama pintaba fatal. A mí, una de las cosas que más me ha emocionado de los últimos meses ha sido la confesión de Xavi en rueda de prensa diciendo que algunos de sus futbolistas no tienen ni los cimientos básicos que se supone que debes tener cuando juegas en el Barça. Bien, esto demuestra que al menos hay un plan, al menos hay ahora un guión, una línea de actuación. A los dos meses ya estábamos jugando de puta madre y, si quieres una explicación del bajón de los últimos partidos, resulta que Pedri y Ansu Fati no han podido jugar juntos por lesiones, cuando son dos jugadorazos, nuestra base en este momento.

David CarabénFotografía de Carolina Santos

¿Son ellos los dos pilares donde edificar la nueva iglesia culé?

Hombre, de momento pilares frágiles porque no ha habido forma de verlos demasiado juntos, pero creo que nunca han fallado cuando han sido titulares y han estado en buena forma. Diría que la temporada de Pedri ha sido increíble, alucinante. Sólo que Pedri, De Jong y Gavi estén allí, son luces por las que yo apostaría bastante. ¿De Jong? No sé si al final lo van a traspasar, lo ignoro, porque yo no tengo las claves de la tesorería del club, ni sé las urgencias ni las prioridades, pero me parece un gran futbolista.

Ya que hacemos un repaso general, ¿qué papel deben jugar las 'vacas sagradas'?

De entrada, respetarlas y celebrarlas porque son un capital que tenemos. Eso sí, intentando que, mientras estén en el Barça, lo hagan dando lo máximo, aunque me han demostrado mil veces que son deportistas de primer nivel, conscientes de su trabajo. Básicamente, si hay dudas sobre ellos, vienen provocadas por no ganar nada en los últimos años, tan simple como eso. A ver si encuentras un mediocentro mejor que Busquets o un central como Piqué...

¿Cómo ve los plazos de la recuperación deportiva del Barça? ¿Largos, cortos?

Yo creo que esta próxima temporada ya nos lo podremos pasar bien, llegando a final de campaña con muchas más posibilidades de ganar algún título de las que hemos tenido últimamente. Este año hemos vivido una fase corta de éxito y creo que en los próximos meses será bastante más larga, aunque vuelvo a lo mismo referente a recordar que a principios de esta temporada nadie esperaba absolutamente nada bueno. En algún momento llegamos a gritar “¡Milagro!”.

"Confío plenamente en Xavi, creo que tiene un guión, un plan, una línea de actuación. Pedri y Ansu Fati no han fallado cuando juegan juntos y están físicamente bien. Son los pilares del futuro"

Otro nombre propio del año, Ronald Koeman. Al final, parece que se han confundido los papeles entre mito de Wembley y técnico...

Creo que ha sido él quien le ha cagado bastante. Ha hecho demasiadas declaraciones y ha tenido oportunidades de demostrar si valía para el cargo más allá de lo que cualquiera podía esperar. Había una respetable parte del barcelonismo que no quería verle en el banquillo cuando empezara la nueva temporada. Laporta apostó por él y enseguida le retiró esa confianza. ¿O hay que recordar que no jugábamos a nada? Como entrenador, se ha tenido paciencia con él, quizás en el trato tengamos más material para discutir, pero tampoco eran necesarias las declaraciones que iba haciendo por Holanda o dejaba caer aquí. Me quedo antes con el crack futbolista y si como entrenador no es para tirar cohetes, pues...

¿La evolución del fútbol comienza a enfadarlo, en el sentido de la frase 'odio al fútbol moderno'? La UEFA, la FIFA, Qatar, el Mundial cada dos años, exprimir a fondo la gallina de los huevos de oro...

El fútbol ha sufrido este tipo de monstruo que se lo quiere tragar porque es un fenómeno popular maravilloso. Hasta comienzos de los 90, los clubs no ganaban tanto dinero, los presupuestos eran bastante ajustados y la identificación de cada seguidor con su club era rotundamente acojonante, sobre todo en países como Inglaterra. Y creo que éste es un error que ha empeorado, en especial en lo que se refiere al alejamiento de las figuras de sus incondicionales. No sé cómo, pero los clubs deberían recuperarlo, deberían conseguir un acercamiento entre los ídolos y sus fans. La tentación de las grandes empresas, del capital y de los estados por el fútbol siempre ha existido y ahora va camino de ser fatal. De nuevo, volvemos a no conocer la historia de cada entidad, su memoria sentimental, de la que están hechos cada uno de ellos y su mitología. Pienso en el Arsenal y esa obra de Nick Hornby, Fiebre en las gradas, que mostraba cómo se sentía un seguidor del equipo, qué le hacía diferente y especial. En todas partes, el fútbol ha dado para mucha literatura, mucho material y mucho maravilloso contenido en los aspectos que quieras. La transmisión del legado entre generaciones, por ejemplo... Recuerdo el peso de la historia cuando entrevisté a los protagonistas de la final de Copa de Europa de Sevilla, el 86, y cómo se sentían en relación con los sucesores de Wembley 92, los perdedores contra los ganadores, el precio emocional que habían pagado era bestial. Te pongo sólo un ejemplo, pero todo esto cultural del fútbol merece un respeto. Me viene a la cabeza otra anécdota, vinculada a Lucien Müller, quien estuvo entrenador del Barça a finales del 70, justo cuando Núñez llega a la presidencia. Pues bien, Müller había sido futbolista del Madrid y del Barça en la década de los 60. Me dijo en un programa: “Cuando quiero ir a ver al Madrid, llamo a Alfredo [Di Stéfano] y tengo automáticamente dos entradas”. En cambio, cuando llamaba al Barça en su momento, ni sabía a quién hacerlo... Cuando entrevisté a Udo Lattek, no conseguí su teléfono del club. Con Terry Venables me ocurrió lo mismo. O sea, parece que no hay nadie que trabaje para mantener todos los lazos emocionales con aquellos que han formado parte de tu historia, que la han protagonizado de una u otra forma. ¡Tus embajadores, tío! El propio Schuster, no jodamos, por mucho que fuera al Madrid, es parte importantísima de tu pasado. O Laudrup, que todavía habla del Barça y de Johan con ese amor que desborda. ¡Por favor, por favor! ¡Que el fútbol se trata de eso!

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