Castellers de Tortosa | ACN
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Catalanes, no estamos tan mal

En plena crisis Cataluña-España, los economistas Santiago Niño-Becerra e Ivan Aguilar desvanecen dudas sobre la actual salida de empresas y el posible boicot a los productos catalanes

Este jueves el Estado español y el Gobierno catalán tienen que tomar decisiones. Uno, sobre la aplicación del artículo 155; el otro, sobre la declaración suspensa de independencia de Cataluña. Pero, mientras la política hace la suya, los comerciantes levantan la persiana, los compradores salen a la calle y la economía, en definitiva, sigue funcionando.

En el contexto en que nos encontramos más de 700 empresas han cambiado su sede social en las últimas semanas, un hecho que la Confederación Española de Organizaciones Empresarials (CEOE) considera que ya está teniendo efecto sobre los ciudadanos, tal como ha señalado este miércoles. "Varios centenares de las 230.000 empresas catalanas con trabajadores a su cargo han tomado estos días la decisión de cambiar de sede y lo han hecho huyendo de la inseguridad jurídica generada", alertan.

A raíz de esta alarma que ya se ha creado, preguntamos al analista Ivan Aguilar sobre este escenario, quien asegura que el discurso fácil es apuntar que el traslado de sede de estas compañías es debido a la incertidumbre política. "Parece claro que es así, pero el cierto es que si la inestabilidad política fuera el motivo, o más bien el único motivo, tendríamos indicadores que señalarían fuertemente el que está pasando y tenemos dos indicadores para comprobarlo: la cotización y la confianza empresarial", argumenta.

La bolsa y la confianza empresarial

Según Aguilar, el primer indicador es la evolución de las empresas cotizadas a bolsa. "En el caso de los bancos, a principios de agosto empezaron a sufrir una devaluación del precio de la acción, el que señala cierta inestabilidad. Entre el 8 de agosto y el 17 de octubre el Banco de Sabadell ha perdido un 16%, mientras que Caixabank ha perdido un 13%. Por lo tanto, se puede concluir que hay incertidumbre. Ahora bien, si miramos este periodo en concreto, vemos que fue a partir del 20 de septiembre, a raíz de la intervención del departamento de Economía, que la cotización empieza a sufrir sacudidas fuertes".

Aguilar: "Tensionar los bancos implica un coste reputacional que hará menguar sus beneficios en el futuro"

En opinión de Aguilar poner los bancos catalanes a medio camino del conflicto político entre las instituciones catalanas y españolas es "una irresponsabilidad". El analista recuerda que a potestad legal sobre los bancos la tiene el Gobierno español, pero la mayoría de beneficios los hacen en Cataluña, "tensionar los bancos implica un coste reputacional que hará menguar sus beneficios en el futuro", explica.

El segundo es el indicador de confianza empresarial. "Hasta el día de hoy ha pasado el contrario, aumenta. No parece que el grado de incertidumbre en Cataluña, a escala económica, sea demasiado importante", añade el economista.

Igual que Aguilar, lo el catedrático de Estructura Económica de la IQS Santiago Niño-Becerra cree que la confianza continuará, tal como ha pasado hasta ahora. Y en caso de independencia, el segundo considera que, apelando a la lógica, las relaciones económicas tendrían que ser buenas: "Si una empresa de Sevilla está actualmente utilizando unos tornillos que le suministra una de Cataluña porque tienen la mejor relación calidad precio, sería absurdo que dejara de utilizarlos por el hecho de ser catalanes. A la vez, las cerezas de Valle del Jerte continuarán siendo igual de apetitosas que ahora independientemente de su origen extremeño".

El boicot? Muy difícil

Otra de las consecuencias de esta relación tensa entre las instituciones españolas y catalanas es, sin duda, la posibilidad de un boicot a los productos catalanes por parte de consumidores otros territorios. En opinión de Niño-Becerra, hoy en día es muy difícil realizar un verdadero boicot: "En el ejemplo siempre utilizado del cava catalán, está seguro quién desea boicotear el cava elaborado en Cataluña que el capital propiedad de las bodegas que producen cava en Extremadura no es de origen catalán?".

Por su parte, Aguilar vaticina que, a corto plazo, veremos más cambios, pero que estos serán "puramente" políticos porque mientras Cataluña no sea un Estado Independiente, la incertidumbre no tendrá consecuencias. "A largo plazo todo es más incierto", apunta.

Niño-Becerra: "Las relaciones con los países formados a partir de Yugoslavia son correctos, de hecho Eslovenia utiliza el euro y el resto, no"

"A menudo se argumenta que en el Quebec las empresas no volvieron, pero en Eslovenia obtuvieron un saldo positivo después de la incertidumbre", continúa Aguilar. En este sentido, Niño-Becerra recuerda que, después de su declaración de independencia el 1991, el país pudo mantenerse al margen de la guerra que sacudió la antigua República de Yugoslavia, "razón por la cual pudo evolucionar económicamente". "Las relaciones con los países formados a partir de Yugoslavia son correctos. De hecho, Eslovenia utiliza el euro y el resto, no", apunta el profesor.

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