Que los niños almuercen un bol de cereales con la leche por la mañana antes de ir a la escuela es prácticamente tan clásico como que un adulto acompañe su café con leche con unas tostadas con mantequilla o mermelada . El movimiento del realfooding en las redes ha hecho que muchas familias tengan en cuenta los ingredientes de los productos que incluyen en su cesta de la compra, por eso cada vez se ven más padres y madres intentando leer la minúscula letra de los envases de cereales que buscan para sus hijos. Pero hacemos lo mismo con el origen de este alimento?
Así como está impuesto por ley que se tiene que indicar el país de obtención y de transformación de la leche, con los productos procesados no pasa lo mismo, y aquí se incluyen los cereales. Podemos saber cuál es la empresa que los ha envasado o transformado, pero no qué país o zona ha cultivado la materia primera. El principal cultivo en el Estado español es la cebada, con 6 millones de toneladas anuales, mientras que el trigo suma cerca de 5 millones de toneladas. Ambos cereales, junto con el maíz (3,6 millones de toneladas en España), son los más utilizados para los copos que almuerzan grandes y pequeños en casa, pero gran parte de lo que adquirimos en los supermercados viene de fuera.
Dominio de las multinacionales
Dando un vistazo rápido a los lineales, se pueden identificar dos gigantes y líderes mundiales al sector: Kellogg's y Nestlé . La primera nació en 1906 en los Estados Unidos de la mano de Will Keith Kellogg, quien con su hermano -los dos vegetarianos y profetas de una dieta más sana- querían traer un estilo de alimentación diferente al clásico almuerzo. De esta idea surgieron los conocidos Corn Flakes, copos de maíz.
La segunda se fundó en Suiza el 1866 y ha consolidado marcas como Chocapic, Estrellitas, Fitness o Golden Graham. Mientras esta ha jugado con la diversificación de productos para extender su marca en todo el mundo con alimentos como comer para bebés, café, chocolate, sopa instantánea, Kellogg's ha centrado su negocio en los almuerzos.
La compañía norteamericana superó los 150 millones en ventas el 2018 en el Estado español y ha dado por superada, tal como apunta en un comunicado, la crisis y el "boom" de la marca blanca en el segmento de los cereales. Actualmente cuenta con una cuota de mercado del 24% y tiene como buque insignia el producto Special K. Kellogg's tiene cerca de 300 trabajadores en la fábrica de Valls (Tarragona).
Nestlé tiene cuatro plantas en Catalunya, pero ninguno elabora cereales para el almuerzo
En el caso de Nestlé, las ventas durante el mismo año fueron de 1.336 millones de euros en el cómputo de productos que distribuye (la compañía no da detalles sobre el peso de cada segmento). La empresa suiza tiene cuatro plantas en Catalunya: Girona, Viladrau (Girona), Catellbisbal (Barcelona) y Reus (Tarragona). Elaboran diferentes tipos de cafés que comercializan, agua embotellada y alimentos para mascotas.
Marca blanca extranjera
Con un vistazo rápido a los lineales de los supermercados se puede comprobar como las dos multinacionales pueden ocupar prácticamente en su totalidad el espacio. Se cuelan productos de Weetabix (Reino Unido), Quaker (Estados Unidos) y Esgir (València), además de las marcas blancas.
Precisamente son las propuestas que las cadenas de alimentación las únicas capaces de hacer la competencia a los nombres más consolidados al mercado. De hecho, la marca blanca ha pasado de tener una cuota de mercado del 23% el 2005 a ser del 36% el 2018, según datos de Kantar World Panel.
En las grandes superficies catalanas, dominan Dailycer France y la alemana H&R Brüggen. Cubren la demanda de los clásicos copos de maíz hasta los rellenos con chocolate, recubiertos con miel o pensado especialmente para niños. Sólo se puede encontrar una empresa catalana que haya entrado en el juego: Ecobasis, con la fábrica en Sant Gregori (Girona), como proveedor de la gama de cereales ecológicos de Aldi.
Tanto Ecobasis como Esgir - la marca valenciana se puede encontrar en Bon Preu- entran al mercado con el objetivo de ofrecer productos con pocos azúcares añadidos, sin gluten y fórmulas más saludables para adaptarse a la nueva demanda del mercado.
Esgir (València) y Ecobasis (Girona) son las dos empresas próximas en el mercado de los cereales
Incluso el gigante de Mercadona incluye en el ofrecida producto de marca blanca elaborado por las dos empresas francesa y alemana, pero con permiso del Grupo Siro (Palencia). La compañía efectuó una fusión con su filial internacional Cerealto en 2018 para convertirse en la multinacional Cerealto Siro Foods y pasar a tener un negocio de 600 millones de euros en todo el mundo.
Qué nos cuesta?
Si la marca blanca ha conseguido posicionarse en el mercado como una opción buena es precisamente por el precio. Un Corn Flakes de Kellogg's puede suponer un gasto de hasta 2,99 euros, mientras que su versión económica no acostumbra a superar los 1,50 euros. Y en el caso de los cereales para niños, la diferencia es más clara: de 3,50 euros para unos copos con chocolate de marca propia a 1,49 euros en la versión del supermercado.
Todo esto, los nuevos hábitos alimentarios tienden hacia la compra de productos con menos ingredientes en el listado. Es lo que se denomina el realfooding, un movimiento que, apuntan los expertos, ha afectado duramente a los cereales, las galletas, los batidos y otros productos con azúcares añadidos pensados especialmente para los niños. Este cambio en la demanda ya ha hecho que los clásicos copos de maíz o la misma avena hayan experimentado un aumento de precio los últimos 12 meses.