
En un contexto global marcado por la guerra arancelaria, las novedades tecnológicas y las tensiones geopolíticas, Europa se ve obligada a marcar terreno ante la influencia creciente de China y Estados Unidos. Sin quedarse atrás en el ámbito económico y en cuestiones vitales como la innovación, si de algo puede presumir el continente es de la alta calidad de vida de sus ciudades. Al menos así lo acredita el The Global Liveability Index 2025, el estudio anual elaborado por la Economist Intelligence Unit (EIU), la unidad de inteligencia de mercado de The Economist, que analiza la habitabilidad de un total de 173 ciudades de todo el mundo.
De cada una de las poblaciones analizadas, el estudio valora una treintena de indicadores que marcan las condiciones de vida de aquella ciudad, divididas en cinco grandes grupos: estabilidad, asistencia sanitaria, cultura y ambiente, educación e infraestructuras. A cada uno de ellos se le otorga una puntuación del 1 al 100, que ponderadas conjuntamente dan la puntuación total de la población en el índice. Agrupadas por regiones, la Europa occidental es el territorio que acumula mejores puntuaciones, liderando cuatro de las cinco grandes categorías y superada únicamente por América del Norte en educación. Una posición que mantiene, a pesar de retroceder dos décimas respecto al estudio de 2024, especialmente en el ámbito de la estabilidad, marcado por el aumento de “amenazas terroristas, disturbios y ataques antisemitas”.
Esta tendencia se traduce también en el ranking de ciudades: cuatro de las cinco poblaciones con mejores puntuaciones de habitabilidad, incluyendo el top-3, se ubican en el continente europeo.
Copenhague, a la cabeza
La clasificación mundial de ciudades con mejor habitabilidad está encabezada por Copenhague, que alcanza la primera plaza después de tres años ocupada por Viena. La capital danesa obtiene una puntuación total de 98 puntos sobre 100, con cifras perfectas en las categorías de estabilidad, educación e infraestructura.
La capital danesa es también reconocida en otros rankings similares, como el Happy City Index 2025 elaborado por The Institute for Quality of Life, el cual también lidera en primera posición. Este segundo estudio pone de relieve la apuesta de la ciudad por la formación, siendo sede de una de las universidades mejor valoradas internacionalmente —la Universidad de Copenhague— y un 20% de ciudadanos con formación postuniversitaria. El informe también remarca los esfuerzos de la ciudad en asistencia sanitaria, con una esperanza de vida de 79,9 años y una cobertura de 4,4 doctores por cada 1.00 habitantes.
Copenhague también ha sido coronada este 2025 con la medalla de oro en el ranking Open for Business, el cual evalúa tanto la inclusividad de las ciudades para las personas LGTBIQ+ como su competitividad económica y la apertura para iniciar nuevos negocios. El estudio señala que la capital danesa ejemplifica “el dinamismo económico, una cultura de negocios vibrante, una infraestructura de vanguardia, y prácticas líderes en el mundo en sostenibilidad e inclusión”.
Viena mantiene el pulso
Después de tres años al frente de la clasificación de EIU, la capital austriaca ha cedido el liderazgo a Copenhague, pero mantiene una notoria segunda plaza con 97,1 puntos, posición compartida con Zúrich. Los autores del estudio explican la caída a raíz de la bajada en seguridad que han supuesto incidentes como la amenaza de bomba en el concierto de Taylor Swift previsto para el año pasado, que tuvo que cancelarse por motivos de seguridad. Con todo, Viena consigue puntuaciones perfectas en educación, infraestructuras y asistencia sanitaria, ámbito donde consigue superar la ciudad danesa.
La capital bañada por el Danubio se sitúa en 12a posición en el Happy City Index 2025, el cual define la ciudad como “un faro de patrimonio cultural, estabilidad económica y desarrollo urbano con visión de futuro”. El estudio de the Institute for Quality of Life aporta datos que validan la mejor posición de la capital austriaca respecto a Copenhague en términos de salud: una esperanza de vida de 80,2 años y una disponibilidad de 5,5 doctores por cada 1.000 habitantes. La sostenibilidad y accesibilidad del transporte es otro de los puntos fuertes de Viena, con un 86% de los vehículos públicos adaptados para personas con discapacidades motoras y un 74% de la movilidad impulsada por energías renovables.
En una línea similar al Global Liveability Index 2025, la encuesta de calidad de vida de Monocle sitúa Viena como la quinta mejor ciudad para vivir del mundo, justo después de Barcelona (a su vez, superada por París, Madrid y Atenas). En este caso, la gran fortaleza que se señala de la capital austriaca es su apuesta clara por la vivienda social, que representa el 60% de las viviendas de la población. De media, los ciudadanos dedican un 21% de sus ingresos al alquiler o la hipoteca del hogar, que tienen un precio de 3,87 euros el metro cuadrado en el caso de las viviendas protegidas, y de 10,4 euros en el sector privado. De acuerdo con Monocle, cada año se construyen en Viena entre 6.000 y 7.000 nuevas viviendas sociales.
Suiza, representada por partida doble
Ya os avanzábamos que Viena no es la única poseedora de la plata del ranking, sino que la comparte con Zúrich. La novedad es que Suiza consigue colocar no una, sino dos ciudades dentro del top 5, ya que la capital de la confederación, Ginebra, es quinta con una puntuación de 96,8 puntos, a solo tres décimas de las otras dos. El estudio da a ambas ciudades puntuaciones perfectas, de 100 sobre 100, en educación y asistencia sanitaria, y las mismas notas en infraestructuras (96,4) y estabilidad (95), pero Zúrich destaca ligeramente por encima de Ginebra en cultura y ambiente.
La distancia entre ambas ciudades es más destacada en otras clasificaciones, como el Happy City Index 2025, que coloca Zúrich en segunda posición, justo detrás de Copenhague, pero Ginebra en la veintena. De la primera, el estudio destaca especialmente su liderazgo en educación e innovación, tanto por tener universidades dentro del top 50 mundial como por la accesibilidad de cara a la población, que solo dedica un 2,9% de los ingresos a cubrir los costes de los estudios. En el caso de Ginebra, se destaca su nivel de asistencia sanitaria: el 100% de la población de cobertura médica, la esperanza de vida se eleva hasta los 83,8 años y la ciudad tiene una disponibilidad de 4,5 doctores por cada 1.000 habitantes.
Ambas ciudades destacan también en el Smart City Index 2025 del International Institute for Management Development (IMD), ocupando la primera y tercera plaza, respectivamente. Como bien dice su nombre, este estudio analiza los factores económicos y tecnológicos, pero también humanitarios, de las poblaciones en su camino a convertirse en ciudades inteligentes, una etiqueta que en Suiza demuestran tener más que asentada. Sin embargo, toda esta apuesta por la innovación también tiene un efecto de desequilibrio: Ginebra es la 12a ciudad más cara para vivir del mundo y, a su vez, la 22a ciudad con más millonarios, de acuerdo con las cifras del estudio World’s Wealthiest Cities Report 2025 de Henley & Partners. Zúrich no aparece en el primer ranking, pero es la 20a ciudad con más millonarios del mundo.
El invitado, Australia
Entre Dinamarca, Austria y Suiza, Europa consigue copar el top 5 del ranking de The Economist, pero no todas las posiciones son ocupadas por ciudades europeas —o sí, si hacemos caso de Eurovisión—. Australia es el ‘país invitado’ en la parte alta de la tabla, donde consigue colar Melbourne como cuarta ciudad mundial con mejor habitabilidad, con una puntuación global de 97 puntos y marcas perfectas en asistencia sanitaria y educación. De hecho, más allá del top 5, Australia consigue clasificar otras dos ciudades en el top 10 del ranking: Sydney, que es sexta con 96,6 puntos, y Adelaide, novena con 95,9 puntos.
Del océano Pacífico también provienen otras dos ciudades que destacan dentro del top 10: la japonesa Osaka y la neozelandesa Auckland, empatadas ambas en séptima posición con 96 puntos. Para cerrar el top 10, hay que viajar hasta la América del Norte, en la costa del mismo Pacífico, para aterrizar en Vancouver, la tercera ciudad más grande de Canadá, que es décima con 95,8 puntos.