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De los Alpes a Escandinavia, o cómo Europa lidera la innovación mundial

Tres de los cinco países que encabezan el Índice Mundial de Innovación de la OMPI son europeos, mientras que España se sitúa en la 28ª posición

    Zúric es el principal clúster de innovación de Suiza, el país mejor clasificado del mundo en el ranking de la OMPI | taranchic / iStock
    Zúric es el principal clúster de innovación de Suiza, el país mejor clasificado del mundo en el ranking de la OMPI | taranchic / iStock
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    Periodista
    Barcelona
    09 de Junio de 2025

    Son constantes los llamamientos que demandan a Europa dar un paso adelante en el mundo de la innovación para no quedarse atrás en la competencia internacional que los Estados Unidos y China entablan en todo tipo de ámbitos. Sectores como los semiconductores, la cuántica o la supercomputación son algunos de los que más prisa reclaman al continente para tomar medidas, sean una relajación de las restricciones normativas, la aceleración de los procesos burocráticos o un apoyo económico más firme.

     

    Ante un panorama como este, uno podría predecir un estancamiento grave de las economías europeas en el ámbito de la innovación, superadas con creces por estados americanos y asiáticos. Sin embargo, estudios de gran renombre como el Índice Mundial de Innovación nos apuntan lo contrario: que Europa mantiene aún un papel nuclear en la generación de conocimiento y nuevas soluciones. A la espera de conocer los datos del informe de 2025, la edición de 2024 está gobernada por países del Viejo Continente: encontramos tres dentro del top 5, siete dentro del top 10 y 12 dentro del top 20.

    El informe es elaborado desde 2007 por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y analiza tanto los inputs como los outputs que marcan la innovación de un país. Un concepto, el de innovación, que no se limita a las acciones de I+D de empresas y universidades, sino que también tiene en cuenta el progreso y adopción de tecnología y los impactos socioeconómicos a través de una ochentena de indicadores diferentes.

     

    A pesar de entrar dentro del top 30 con una 28ª posición que mejora las de los años anteriores, España no se encuentra dentro de la élite europea, sino que ocupa una discreta 17ª posición dentro del continente. Hay, pues, que prestar atención a los países mejor posicionados para radiografiar los puntos calientes de innovación europea, un viaje que nos aleja del Mediterráneo y nos acerca al centro y al norte de Europa.

    Suiza: patentes e industria química

    La confederación alpina es el líder indiscutible del Índice Mundial de Innovación de la OMPI. Lo es desde hace 14 años, en los cuales no ha cedido nunca la primera posición del ranking que lidera gracias a sus altas puntuaciones en patentes internacionales y pagos de propiedad intelectual per cápita. La poca población de Suiza y su alta productividad relativa es uno de los factores principales de esta posición, liderada por otros indicadores como el acceso a las tecnologías de la información, las colaboraciones en I+D entre industria y universidades, las aportaciones a GitHub por millón de habitantes o la producción cinematográfica por millón de habitantes, ámbitos que encabeza internacionalmente.

    Son tres los indicadores principales que Suiza mejora respecto al informe de 2023: la inversión en I+D, con un 3,3%; la adopción de la robótica, que crece un 16,4%, y la implementación del vehículo eléctrico, que crece un notorio 37,3%. Por el contrario, el país centroeuropeo cae en un total de ocho indicadores, aunque en la mayoría de los casos son bajadas inferiores al 5%. Se tratan de las publicaciones científicas, el número de patentes internacionales, la conectividad de anchura de banda fija, la productividad laboral y la esperanza de vida. Más destacadas son las bajadas en número (-19,2%) y valor (-43,7%) de operaciones de capital riesgo, así como el cambio de temperatura del aire, que crece 2,7°.

    Uno de los ámbitos donde más destaca Suiza a escala global es en la industria médica, como demuestran sus dos principales clústeres regionales, los de Zúrich y Basilea, clasificados en el informe como el 50º y 96º mejores del mundo, respectivamente. El primero de ellos acumula más patentes en tecnología médica, mientras que el segundo tiene el foco puesto en el sector farmacéutico. En ambos casos, la especialidad académica más importante es la química.

    Suecia, capital tecnológica

    De los valles montañosos de Suiza viajamos hasta las costas del norte del Mar Báltico para encontrar a Suecia como segundo país mejor clasificado en el Índice Mundial de Innovación. Una plaza no tan inamovible como la del país alpino, pero que ha mantenido en cuatro de las últimas cinco ediciones del informe. De la misma manera que Suiza, Suecia destaca en varios indicadores en términos relativos por población, como son la ratio de investigadores a tiempo completo por millón de habitantes o el número de patentes internacionales por billón de PIB per cápita. Con todo, el país escandinavo también destaca en términos absolutos en la exportación de servicios culturales y de creación y en el pago y recibo de la propiedad intelectual, todos ellos ámbitos que lidera internacionalmente.

    Suecia alcanza también un equilibrio en la variación de los principales indicadores analizados, con seis subidas y seis caídas. Las noticias más positivas son el gran salto que se ha experimentado en conectividad 5G, con un crecimiento del 177,2%, y los que se registran en número de operaciones de capital riesgo (18%) y presencia de vehículos eléctricos (27,3%). Más minoritariamente, el estado también crece en inversión en I+D, adopción de la robótica y en esperanza de vida. Por el contrario, el valor de las operaciones de capital riesgo es el indicador que más cae con un 18%, con bajadas más minoritarias en el número de publicaciones científicas, las patentes internacionales, la conectividad de banda ancha fija y la productividad laboral. Por su parte, en temperatura del aire registra un aumento de 1,5°.

    Y si de Suiza destacábamos su potencia dentro del campo de la química, el as en la manga de Suecia es la tecnología. El país nórdico también consigue colocar dos clústeres regionales en el top 100 mundial, Estocolmo (40ª posición) y Gotemburgo (99ª), en ambos casos centrados en la ingeniería como campo académico principal. Con todo, hay divergencias en cuanto a la principal categoría de patentes: la capital del país domina en comunicaciones digitales, mientras que en Gotemburgo apuestan más por el transporte.

    El Reino Unido: diversificación industrial y excelencia académica

    Detrás de los Estados Unidos y de Singapur, países que ya destacan en otros ámbitos próximos como en la captación de startups, el Reino Unido cierra el top 5 del ranking de la OMPI como país mejor posicionado en el ámbito de la innovación. En la edición de 2024, Londres ha cedido la cuarta plaza que había ocupado los últimos cuatro años a Singapur, pero esto no quiere decir que el país inglés no conserve las fortalezas que lo mantienen en la élite de la innovación. El Reino Unido es el país con el mejor índice h de los documentos citables, el indicador que cuantifica la productividad científica y el impacto de los artículos de un investigador; y también el país con una valoración más alta de sus unicornios dentro del PIB. Además, la unión británica es segunda en diversificación de la industria doméstica y en la clasificación del ranking QS, que evalúa 800 universidades de todo el mundo.

    En la edición de 2024 del Índice Mundial de Innovación, el Reino Unido crece en más indicadores de los que decrece. Destaca especialmente la conectividad 5G y la adopción del vehículo eléctrico, donde registra aumentos del 78,3% y del 66,3%, respectivamente; pero también muestra cifras incrementales en inversión en I+D, número de operaciones de capital riesgo, implementación de la robótica y esperanza de vida. Al otro lado de la balanza, el valor que más cae en términos relativos es el del valor de las operaciones de capital riesgo, con una bajada del 34,9%, pero también se reducen las patentes internacionales y las publicaciones científicas. Además, el país registra un aumento de 1,5° en la temperatura del aire.

    No sorprende a nadie la identificación de Londres como uno de los principales hubs mundiales de innovación, ocupando la 21ª plaza del top 100 mundial del informe, pero no es el único clúster que el Reino Unido incorpora a la clasificación, sino que también se hacen un lugar Cambridge (66º) y Oxford (78º). Dentro de la gran diversidad industrial que ya señalábamos al principio, en la capital británica destacan los bienes de consumo como campo con más patentes registradas y la ingeniería como principal especialidad académica, mientras que Cambridge y Oxford comparten la física como campo de estudio estrella, pero difieren en la patente principal: tecnología computacional para la primera, biotecnología para la segunda.